La psicóloga Claudia Goldín habla de esta etapa
crucial para el sexo femenino. Cómo pilotear la crisis y buscar
"caminos" que otorguen placer
_ ¿Qué les pasa a los 50 a las mujeres?
_ Sin dudas es un momento particular. Más allá de las individualidades, es cierto que se suman factores, y todos al mismo tiempo. Es habitual que las mujeres que son madres se encuentren con que sus hijos no las necesitan del mismo modo, que están más grandes y hacen "la suya", que se independizan. La mujer deja de tener la función nutricia y se presenta un vínculo diferente con esos hijos. El lugar de madre cambia, es otro, y eso, en general, por cuestiones sociales y culturales se vive con mucha angustia. Algunas pocas lo viven como una liberación, pero es posible que se transite como un duelo, como una pérdida.
_ ¿Los cambios corporales, hormonales, también pueden ser vividos como una carga?
_ Claro. En esta edad se entra en la menopausia. El cuerpo no es el mismo, las formas no son las mismas, y hay mucha presión social y cultural que no permite aceptarse. Hay mucha dificultad para aceptar el paso natural del tiempo, sobre todo en occidente, y eso trae consecuencias. Los chamanes (los sabios en ciertas comunidades), dicen: lo que es, es! Así de simple. Si pudiésemos tomar eso, vivirlo de un modo natural, habría menos dolor y sufrimiento. Cuando la mujer intenta ir en contra de eso aparecen estas crisis, que pueden generar riesgos para la salud y la vida: las sobredosis de pastillas, las dietas extremas para alcanzar el físico de los 20. Son agresiones hacia el propio cuerpo, muy peligrosas.
_ ¿Es posible que haya muchas mujeres que también se replantean la relación de pareja?
_ Sí. Porque los hijos ya no están tan presentes y hay más tiempo para verse y encontrarse con el otro, en el caso de un matrimonio por ejemplo. Los 50 suelen ser una etapa de introspección, de replanteos, de preguntarse dónde y cómo quiero estar y con quién. Y eso puede acarrear cambios. Además, la mujer que puede transitar esto de una manera más saludable, empieza a pensar en las cosas que ahora puede hacer, entonces es posible que dedique más tiempo para ella, para hacer yoga, para pintar, para ir a bailar salsa, o lo que le guste. Y no siempre se puede transitar esto en armonía si hay una pareja. Obviamente, depende de cada relación y de la historia de esa relación. Pero sí, es un tiempo de profunda reflexión.
_¿Más mujeres buscan el apoyo de una terapia, aún cuando antes no lo hicieron?
_Sí, definitivamente. También se animan más a recorrer un camino espiritual. Creo que la mujer está más disponible, tiene más tiempo para ella y es bueno que lo viva con entusiasmo. Las crisis suelen existir, pero lo interesante es que pueden ir superándose y permitir ver la vida de otra manera. Recursos hay muchos, sólo hay que buscarlos.
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