Condenado a 15 años por quemar a su pareja
El juez Norberto
Nisnevich sentenció a José Antonio Mendieta, alias “Coche”, por el
homicidio de Luciana Balbuena, atacada el 25 de abril de 2009. “Hoy van a
arder un par de ranchos”, le dijo un mes antes, anticipando el fatal
desenlace.
El juez de Sentencia Nº 4, Norberto Nisnevich, condenó a la pena de
quince años de prisión a José Antonio Mendieta, alias “Coche”, por el
crimen de su concubina Luciana Balbuena, ocurrido el 25 de abril de 2009, en una precaria vivienda del barrio Los Espinillos, de San José del Rincón.
La resolución, firmada por el magistrado el 4 de noviembre de 2011,
puso fin a una etapa de pedido de Justicia de los familiares de la
víctima, que imploraban para que Mendieta tuviera escarmiento.
Al menos cinco causas por hurtos y robos cometidos en la zona de la
Costa se acumularon en los tribunales en contra de “Coche” Mendieta;
quien además contaba con el antecedente de haber incendiado la casa de
su concubina, un mes antes de la discusión fatal en la que actuó
directamente contra el cuerpo de la chica.
Antesala del crimen
“Hoy van a arder un par de ranchos” fueron las palabras utilizadas por
“Coche” Mendieta, cuando el 22 de marzo de 2009 amenazó a su pareja,
que estaba en la casa de una amiga. Esa noche, la casita de calle
Independencia, al sur de Rincón, ardió sin causar víctimas humanas. La
vivienda pertenecía a Luciana Balbuena, que debió mudarse como
consecuencia de la pelea con su concubino.
Aunque lo acusó
ante la policía, Balbuena luego se desdijo y continuó viviendo junto a
su agresor. La relación había comenzado en 2004 y no estaba bien vista
por la familia de la joven, atemorizada por el peligro siempre latente.
Luciana Balbuena tenía 18 años, era una de nueve hermanos y tenía dos
hijas pequeñas, Camila y Candelaria, hoy de 6 y 4 años de edad. Su
relación con “Coche” era interpretada por sus allegados como “una
pesadilla”, no obstante nadie se interpuso en su camino para alejarla de
él.
“Trágico desenlace”
“Las
andanzas del enjuiciado tienen como corolario un trágico desenlace”,
enunció el juez Nisnevich, que en los considerandos del fallo se explayó
acerca de cómo el agresor pasó de los dichos a los hechos.
Así el 25 de abril de 2009, alrededor de las diez de la noche, Mendieta quemó viva a su compañera, rociándola con nafta,
en el fragor de una pelea. El siniestro se produjo en el rancho de la
hermana del imputado, ubicado en la cortada Yerbe, entre Vicente Zarza y
Puccinelli del barrio Los Espinillos. Además de las lesiones producto
de la acción directa del fuego, la víctima tenía dos puntazos de
cuchillo en los muslos.
Tras dos semanas de agonía, Balbuena
falleció en el hospital Cullen, como resultado de las graves lesiones
provocadas por el fuego.
El informe técnico de la Agrupación
Bomberos Zapadores indicó que la agresión “tuvo lugar en la parte media
del patio de la vivienda de uso familiar”. Con ese y otros elementos de
prueba, el juez pudo constatar que “Luciana estaba fuera de la casa”
cuando Mendieta la atacó, lo que confirma el acto deliberado de
incendiarla.
Pero fue recién después de consumar el acto
homicida que tomó conciencia de la gravedad y con sus manos intentó
apagar el fuego y quitarle la ropa diciéndole “mirá lo que hiciste mi
amor”, pero ya era demasiado tarde.
Antes de que los vecinos y
familiares llegaran para auxiliar a Luciana, Mendieta se escabulló
entre los árboles que rodeaban a la vivienda.
Sin asistencia
Una camioneta de la comisaría de Rincón se acercó para ver qué
ocurría, y quisieron llevar a Balbuena en el móvil para tomarle
declaración, pero cuando vieron el estado en que estaba le prohibieron
subir porque “pensaron que estaba embarrada”.
Le propusieron
subir a la caja del vehículo, pero las lesiones le impedían flexionar
sus extremidades, y entre los gritos e insultos de los vecinos el móvil
se fue sin brindar la asistencia requerida. Finalmente, Luciana llegó al
centro de salud de Rincón gracias a la buena voluntad de un amigo, que
la llevó en su moto, en estado desesperante.
Desde allí fue
trasladada en una ambulancia hasta el hospital Cullen, donde estuvo
internada en terapia intensiva hasta su fallecimiento, el 10 de mayo de
2009 a las diez y media de la noche.
Ladrón costero
“Coche” Mendieta fue capturado por la policía el 28 de abril de 2009,
tres días después del incidente que a la postre le provocara la muerte a
su concubina, Luciana Balbuena. Pero no era la primera vez que el
acusado caía en manos de la ley, puesto que se encontraba involucrado en
media docena de delitos contra la propiedad, todos ellos cometidos en
la zona de la costa.
Asimismo, se trataba de una persona sin
antecedentes penales para la Justicia local, ya que en ninguno de los
casos había sobrepasado la instancia de “procesamiento”, y por ende no
existía condena firme, a pesar de que algunas de las causas llevaban más
de un año en danza.
Fue sobreseído en octubre de 2008 por un
robo ocurrido un año antes; pero el juez Norberto Nisnevich logró
demostrar su responsabilidad en otros cinco hechos -en apariencia
menores- que tuvieron como víctimas a los vecinos del lugar.
Mendieta fue condenado por el robo en perjuicio del Club Lotería
Nacional, del 8 de octubre de 2007, en el que actuó junto a un cómplice.
El 13 de abril de 2008 se robó una bicicleta en un partido de fútbol,
en el barrio Acería. Dos meses después -el 14 de junio de 2008- ingresó a
una casa de Rincón de la que sustrajo varios objetos; también robó en
una casa de fin de semana de parque Pujato, en Colastiné Norte, el 26 de
agosto de 2008; y finalmente el 4 de septiembre de 2008 se llevó
herramientas de otra quinta del barrio Pujato.
Por todos
estos hechos recibió condena el año pasado, cuando se lo juzgó por el
crimen de la joven Luciana Balbuena, ocurrido el 25 de abril de 2009.
Homicidio doloso
“La muerte de Luciana Balbuena no es producto de un accidente por el
manejo imprudente o negligente de un bidón de combustible, sino que el
rociamiento fue dirigido contra una persona determinada”, escribió el
juez Norberto Nisnevich. Por eso se “descarta que el suceso pueda ser
encuadrado como homicidio culposo, por cuanto existe una deliberada
intención de herir a alguien”. En cuanto a los atenuantes “no cabe dudas
de que pretendió -aunque con escasa energía- ayudar a la víctima”. Sin
embargo “la pérdida de una vida es irreparable” y por eso determinante a
la hora de definir la condena.
El fallo
La Justicia encontró responsable a José Antonio Mendieta por los
delitos de “robo, hurto calificado, hurto, robo calificado por
escalamiento, robo, daño y homicidio” y por ende lo confinó a la pena de
15 años de prisión, que vence el 27 de abril de 2024, cuando Mendieta
tenga 40 años de edad. El fiscal N° 4, Juan Pablo López Rosas, había
pedido 20 años de cárcel; mientras que la defensora general N° 5, Sandra
Valenti, auspició una condena por “el mínimo de la pena”.
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