El equipo argentino superó a Escocia 13-12 gracias a un brillante try de Lucas González Amorosino a poco del final y quedó muy cerca de pasar de ronda. El equipo de Phelan jugó su peor partido del certamen, pero tuvo una defensa impecable y se quedó con una victoria histórica.
Los Pumas superaron 13-12 a Escocia en Wellington por la tercera fecha del Grupo B de la Copa del Mundo y quedaron a un paso de acceder a los cuartos de final, por tercera vez en las últimas cuatro citas ecuménicas. El equipo de Phelan no tuvo un buen partido, pero defendió como siempre y con un inolvidable try de Lucas González Amorosino logró superar una prueba en la que el trámite siempre le había sido adverso. Era una final anticipada, y ambos salieron a afrontarla como tal. En el inicio mismo, Escocia aprovechó los titubeos de Argentina y lo sometió con un movimiento ancho en la posesión y una gran prolijidad en el contacto. Así, logró tener 10 minutos a los de Phelan a puro tackle, pero no pudo aprovechar para adelantarse en el marcador. Apenas superado el vendaval del Cardo, Los Pumas intentaron hacer su juego y tras una avivada de Vergallo y Fernández Lobbe, iniciaron una sucesión de pick and go que lo dejaron en el umbral del try. Sin embargo, una llamativa falta de paciencia terminó derivando en un drop errado por Martín González Gurruchaga y en una gran oportunidad desperdiciada. Enseguida, Santiago Fernández realizó una buena maniobra personal, y la defensa escocesa terminó por caer en una indisciplina, que el pie de Felipe Contepomi transformó en los primeros tres puntos del partido. Sin embargo, ni tiempo de festejar tuvo Argentina, porque a la siguiente jugada, Juan Martín Fernández Lobbe sufrió una lesión en su rodilla izquierda, y tras penar por mantenerse en cancha, diez minutos después fue reemplazado por Gennaro Fessia. La ventaja no le dio tranquilidad a Los Pumas, que siguieron sin poder tener una buena posesión de pelota, con desprolijidades en la obtención en el scrum y complicaciones en el line. Por eso, Escocia siguió dominando y, con un Max Evans muy picante, forzando a la defensa argentina a no mostrar grietas. Fue llamativo cómo el equipo de Phelan no pudo nunca tener una continuidad de juego limpia y abusó del kick, fruto de la presión rival. Quizás lo mejor del primer tiempo, aparte de haber terminado, fue que Escocia se fue con una ventaja de apenas 6-3, producto de los penales de Christopher Patterson y Ruaridh Jackson. La intensidad escocesa dejaba varios jugadores argentinos averiados y la sensación de un dominio que no estaba cristalizado en el marcador. La segunda mitad no cambió en su esencia. Fueron los británicos quienes siguieron teniendo el dominio del juego y los que presionaban con un buen uso del pie, en una cancha que se iba haciendo cada vez más complicada, producto de la incesante lluvía que caía en Wellington. Argentina no encontraba el juego, equivocaba los caminos y, por momentos, parecía perdida y limitada sólo a defender. Sin embargo, logró el empate desde los pies de Felipe y parecía encaminar el juego. Pero la sensación duró poco, porque Horacio Agulla se equivocó en la salida y su patada le permitió al Cardo presionar enseguida. Un brillante drop de Jackson le devolvió la ventaja a los escoceses y cuando el palo le dijo que no a otro penal del capitán argentino, la respuesta rival fue otro drop, esta vez del ingresado Daniel Parks, para poner el 12-6 que, a menos de 10 minutos del final, parecía inapelable. Sólo restaba soñar con un try convertido. Argentina hizo una buena salida desde la mitad y por primera vez logró jugar la pelota con cierta limpieza desde la base. Una sucesión de fases a buen ritmo le permitió desacomodar a la defensa y, aprovechando una ventaja por penal, se animó a jugar. La pelota llegó a la punta para la entrada de Lucas González Amorosino, y éste, con una habilidad notable y un equilibrio envidiable, caminó por la cornisa y con una serie de pisadas marcó un try inolvidable. Felipe cambió la conversión por dos puntos, con suspenso, y el 13-12 era una realidad. Pero no iba a ser tan simple. El autor del try cometió un increíble error al ceder un line al borde del ingoal propio y Argentina debió defender como aquella vez ante Irlanda en 1999. Con mucha disciplina y una férrea defensa, Los Pumas obligaron a Parks a sacar un drop de zurda, que se fue desviado. Escocia intentó mantener la pelota viva con el tiempo cumplido, pero nuevamente la defensa argentina no cedió y varios minutos después del tiempo cumplido, Farías la pescó en un ruck, Bosch sacó la pelota afuera y se desató la algarabía argentina. Se consumó así una victoria que estará a la par de aquellas ante Irlanda, Francia y este mismo rival en el Mundial anterior. Ahora, a Los Pumas le resta obtener una victoria ante Georgia con punto bonus para prácticamente sellar su clasificación a cuartos de final, donde seguramente estará esperando Francia, aunque sin Fernández Lobbe ni Roncero. Escocia tiene que cerrar su participación en esta fase enfrentando a Inglaterra, encuentro que deberá ganar con punto bonus para soñar con seguir adelante.
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