El objetivo es retirar las confiterías bailables del centro de la Ciudad Capital, pero hasta hoy no hubo ningún avance. El Departamento Ejecutivo Municipal asegura que la decisión sigue firme y que podría comenzar “antes de fin de año”.
En la anteúltima sesión del Concejo Municipal, mediante un decreto aprobado por mayoría, los ediles solicitaron que se cumpla con la convocatoria a una reunión con funcionarios del área de Control, para que informen al cuerpo sobre el proceso de relocalización de boliches encarado por el Ejecutivo hace más de un año.
La iniciativa de mudar los locales bailables del centro de la ciudad comenzó con la declaración del estado de emergencia de la noche santafesina, en octubre de 2009. La medida contempló, entre otras cuestiones, topes en los horarios de funcionamiento de los boliches, abultadas sumas de dinero como multas por incumplimiento y la prohibición del ingreso de menores de 17 años; todas disposiciones que permanecen vigentes.
Para conocer el grado de avance del programa de reubicación, encarado en su momento por el intendente Mario Barletta, El Litoral solicitó una entrevista a través de la Dirección de Comunicación municipal con algunos de los funcionarios de la gestión ocupados en el tema. La respuesta llegó mediante un comunicado en el que el secretario de Gobierno, Julio Schneider, manifestó que “sigue firme la decisión política de avanzar en el traslado y relocalización de boliches de acuerdo al proyecto elaborado oportunamente por la Municipalidad y aprobado por el Concejo Municipal”.
El texto señala que “se trata de un proceso complejo que ha demandado la intervención de numerosas áreas y dependencias, a los fines de contar con las mejores condiciones para la instalación de los boliches en los sectores habilitados por la nueva ordenanza”.
Sobre los boliches que adhirieron al proyecto, el funcionario refirió “que ya se han programado las reuniones respectivas con los empresarios que han manifestado interés en la relocalización y que tendrán lugar en estas semanas, para avanzar en la discusión de los aspectos técnicos y jurídicos del traslado”. Finalmente, Schneider aseguró que el objetivo del Ejecutivo es que “antes de fin de año estén dadas las condiciones para iniciar el traslado”.
Consultado al respecto el presidente de la Cámara de Empresarios de Discotecas, Pubs y Afines, Héctor Desvaux, fue concluyente: “No sé nada”. El resto de los integrantes de la entidad que nuclea al sector no se separó de los dichos de Desvaux. Los empresarios coincidieron, con cierta preocupación, en que sólo se avanzó en la firma del convenio de traslado por parte de cuatro discotecas: Passage, Island Vip, Kwan y De Puta Madre.
En las normas y en el tiempo
En diciembre de 2009, el Concejo Municipal aprobó la modificación del Reglamento de Zonificación -ordenanza Nº 8.813- por lo que se restringió la actividad “bailable” a la zona de la avenida Aristóbulo del Valle desde su intersección con Gorriti hacia el norte, la avenida Alem y áreas lindantes a la Ruta Nº 168. Estas últimas son precisamente 15 mil metros cuadrados de terrenos municipales frente al barrio Vuelta del Paraguayo, desde la Fuente de la Cordialidad hasta donde se ubica actualmente el boliche Bonito Pueblo. La superficie señalada sería vendida o concesionada, según el interés de quienes pretendan instalarse allí.
En el mismo mes del mismo año, en el ámbito del Concejo Municipal los sectores involucrados debatieron sobre la “noche santafesina” y las posibilidades de regulación mediante el mecanismo de Audiencia Pública, aunque las opiniones e ideas que surgieron no tuvieron carácter vinculante.
Luego de definir los espacios que los boliches podían ocupar, la Secretaría de Obras Públicas del municipio anunció, en agosto de 2010, la inversión de 700 mil pesos en la zona de la Ruta Nº 168 en infraestructura y servicios. En ese momento, el secretario de Control del municipio, Cornelio Collins, hizo referencia a la necesidad de las obras y afirmó que habían comenzado las gestiones ante la Empresa Provincial de la Energía para la colocación de un transformador para llevar energía. A su vez aseguró que estaba avanzada la planificación para la llegada del agua potable y el conducto de cloacas.
Cuatro meses después, cuando vencía el plazo para que los empresarios del sector manifestaran la voluntad de adherir al traslado (de lo contrario quedaban obligados a “cesar en la actividad”) se conoció que serían Kwam, Island, Passage y De Puta Madre.
Por entonces, en declaraciones a la prensa, el intendente Mario Barletta expresó que “lo que sigue es el perfeccionamiento del convenio para establecer la titularidad de las tierras a favor de los propietarios de los boliches. Una vez que se firmen esos convenios y se eleven al Concejo Municipal para su ratificación, comenzará la etapa de construcción”.
Al mismo momento, el mandatario afirmó que en la zona habían iniciado los trabajos de relleno del predio y “la generación de la energía necesaria para llevar adelante las obras, además del resto de los servicios que se requieren”.
La iniciativa de mudar los locales bailables del centro de la ciudad comenzó con la declaración del estado de emergencia de la noche santafesina, en octubre de 2009. La medida contempló, entre otras cuestiones, topes en los horarios de funcionamiento de los boliches, abultadas sumas de dinero como multas por incumplimiento y la prohibición del ingreso de menores de 17 años; todas disposiciones que permanecen vigentes.
Para conocer el grado de avance del programa de reubicación, encarado en su momento por el intendente Mario Barletta, El Litoral solicitó una entrevista a través de la Dirección de Comunicación municipal con algunos de los funcionarios de la gestión ocupados en el tema. La respuesta llegó mediante un comunicado en el que el secretario de Gobierno, Julio Schneider, manifestó que “sigue firme la decisión política de avanzar en el traslado y relocalización de boliches de acuerdo al proyecto elaborado oportunamente por la Municipalidad y aprobado por el Concejo Municipal”.
El texto señala que “se trata de un proceso complejo que ha demandado la intervención de numerosas áreas y dependencias, a los fines de contar con las mejores condiciones para la instalación de los boliches en los sectores habilitados por la nueva ordenanza”.
Sobre los boliches que adhirieron al proyecto, el funcionario refirió “que ya se han programado las reuniones respectivas con los empresarios que han manifestado interés en la relocalización y que tendrán lugar en estas semanas, para avanzar en la discusión de los aspectos técnicos y jurídicos del traslado”. Finalmente, Schneider aseguró que el objetivo del Ejecutivo es que “antes de fin de año estén dadas las condiciones para iniciar el traslado”.
Consultado al respecto el presidente de la Cámara de Empresarios de Discotecas, Pubs y Afines, Héctor Desvaux, fue concluyente: “No sé nada”. El resto de los integrantes de la entidad que nuclea al sector no se separó de los dichos de Desvaux. Los empresarios coincidieron, con cierta preocupación, en que sólo se avanzó en la firma del convenio de traslado por parte de cuatro discotecas: Passage, Island Vip, Kwan y De Puta Madre.
En las normas y en el tiempo
En diciembre de 2009, el Concejo Municipal aprobó la modificación del Reglamento de Zonificación -ordenanza Nº 8.813- por lo que se restringió la actividad “bailable” a la zona de la avenida Aristóbulo del Valle desde su intersección con Gorriti hacia el norte, la avenida Alem y áreas lindantes a la Ruta Nº 168. Estas últimas son precisamente 15 mil metros cuadrados de terrenos municipales frente al barrio Vuelta del Paraguayo, desde la Fuente de la Cordialidad hasta donde se ubica actualmente el boliche Bonito Pueblo. La superficie señalada sería vendida o concesionada, según el interés de quienes pretendan instalarse allí.
En el mismo mes del mismo año, en el ámbito del Concejo Municipal los sectores involucrados debatieron sobre la “noche santafesina” y las posibilidades de regulación mediante el mecanismo de Audiencia Pública, aunque las opiniones e ideas que surgieron no tuvieron carácter vinculante.
Luego de definir los espacios que los boliches podían ocupar, la Secretaría de Obras Públicas del municipio anunció, en agosto de 2010, la inversión de 700 mil pesos en la zona de la Ruta Nº 168 en infraestructura y servicios. En ese momento, el secretario de Control del municipio, Cornelio Collins, hizo referencia a la necesidad de las obras y afirmó que habían comenzado las gestiones ante la Empresa Provincial de la Energía para la colocación de un transformador para llevar energía. A su vez aseguró que estaba avanzada la planificación para la llegada del agua potable y el conducto de cloacas.
Cuatro meses después, cuando vencía el plazo para que los empresarios del sector manifestaran la voluntad de adherir al traslado (de lo contrario quedaban obligados a “cesar en la actividad”) se conoció que serían Kwam, Island, Passage y De Puta Madre.
Por entonces, en declaraciones a la prensa, el intendente Mario Barletta expresó que “lo que sigue es el perfeccionamiento del convenio para establecer la titularidad de las tierras a favor de los propietarios de los boliches. Una vez que se firmen esos convenios y se eleven al Concejo Municipal para su ratificación, comenzará la etapa de construcción”.
Al mismo momento, el mandatario afirmó que en la zona habían iniciado los trabajos de relleno del predio y “la generación de la energía necesaria para llevar adelante las obras, además del resto de los servicios que se requieren”.
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