Carola Labrador, la mamá de la nena asesinada, habló con los periodistas que la esperaban en la puerta de su casa. Pidió la detención de los criminales y aseguró que "no hubo ningún mensaje".
Carola Labrador, la mamá de Candela, la niña de 11 años secuestrada y asesinada, volvió a pedir la detención de los culpables. “Me investigan a mi familia, me investigan a mí. Fui a llorar a mi hija, dicen que me fui, es una locura esto”, señaló.
Sobre la existencia de llamados extorsivos por parte de los secuestradores, se limitó a decir que “llamados como eso hubo un montón”, aunque no se pudo verificar la autenticidad de los mismo.
Sobre la maestra de la escuela de candela que la increpó durante el entierro de la niña, se limitó a responder que el reclamo provino “de una sola mujer de diez mil personas que me apoyaron. Están hablando cualquier cosa”.
Cuando se le preguntó a quién estaban destinadas sus advertencias a los secuestradores, comentó que no estaban dirigidos en particular “a nadie. A los que la tenían y me la mataron. Si yo hubiera sabido quién la tenía, hubiera sido la primera en ir a buscarla”.
Cuando se la consultó si el asesinato de Candela era un posible mensaje mafioso a la familia, contestó: “Yo no conozco a nadie ni hubo ningún mensaje. No digan más pavadas, lo que dicen es todo mentira”.
“Yo atendí algunos llamados y otros no. Yo no soy secretaria del fiscal, soy una madre. Me mataron a mi hija y ahora tiene que aparecer el verdadero culpable”, argumentó.
Sobre su esposo preso, expresó: “Yo en ningún momento hablé de mi marido ni voy a hablar ahora. Yo no sé nada”, a la vez que consideró que el asesinato de la nena se debió a que “los captores se asustaron porque estaban rodeados. Les pido que no digan cualquier cosa”.
NO HAY IMPUTADOS
Por su parte, el fiscal General de Morón, Federico Nieva Woodgate, aseguró que en el marco de la causa por el crimen de Candela Rodríguez "por el momento no hay elementos firmes que permitan imputarle algo a alguien".
El funcionario judicial insistió en que existen diversas líneas de investigación, aunque ninguna de ellas por ahora permite identificar a los autores del crimen de la niña de 11 años, hallada asesinada el pasado miércoles tras permanecer 9 días secuestrada.
Nieva Woodgate admitió ante una consulta sobre si la pesquisa está orientada hacia bandas de narcotraficantes, que "esa es una línea de investigación que está abierta".
Y además recordó que anoche, al ampliar su declaración ante la Justicia, el padre de Candela, Alfredo Rodríguez, "habló de grupos, señaló cuáles eran y habló de que en el barrio lo trataban de buchón de la Policía Federal".
"Estamos en la etapa de recopilación de la mayor cantidad de información posible, en ese análisis surgen teorías, no tenemos en este momento nada demasiado firme como para optar por una línea de investigación y descartar otra", agregó el fiscal general.
El padre de Candela Rodríguez, que está detenido por piratería del asfalto, declaró que si el crimen de su hija llegara a ser un "mensaje" para él, es porque lo acusaron de ser "alcahuete de la cana".
El padre de la niña reiteró que no le debe "nada a nadie" y aportó una lista con varios nombres de las personas con las que se relacionó durante años para que se los investigue. Fuentes judiciales informaron a Télam que Rodríguez volvió a referirse a la llamada extorsiva difundida por los medios y dijo que si bien la voz le resultaba familiar, esa persona no podía ser porque estaba detenida en el marco de otra causa.
Los investigadores judiciales admitieron que en el marco de la causa "se comenzó a analizar el entorno de un grupo que también se dedicaba a piratería del asfalto con el que podría haber estado vinculado el padre y otro grupo que podría haber tenido que ver con secuestradores y que estaría relacionado con otros parientes de la familia".
INDAGARON AL DUEÑO DE LA CASA
Un hombre fue detenido en la ciudad de Río Grande, Tierra del Fuego, con un poder sobre una vivienda de Hurlingham y 30 mil pesos, por lo que se investiga si tiene vinculación con el secuestro y crimen de Candela Rodríguez.
Fuentes de la policía de Tierra del Fuego confirmaron a Télam que el detenido tiene 46 años y que había llegado hacia pocas horas a la ciudad fueguina con un poder sobre la vivienda de Hurlingham allanada ayer ante la sospecha de que la niña pudo estar cautiva allí.
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