La falta de acuerdo político mantiene a la Cámara Baja fuera de funcionamiento. Lento avance en el armado de una agenda para llegar al final de mandato.
Segundo jueves con recinto vacío, fruto de las desavenencias políticas.
Por segundo jueves consecutivo, en una inédita situación en períodos ordinarios, la Cámara de Diputados no realizó la sesión semanal y fue prácticamente nulo el trabajo de comisiones. En cambio, fueron muchas las reuniones tendientes a superar la crisis política que afecta al cuerpo y que pueden comenzar a fijar las reglas de juego para la etapa institucional que se abrirá el 11 de diciembre cuando la oposición tenga el control de las dos cámaras legislativas.
El año político plagado de campañas y elecciones, las alianzas y rupturas partidarias, viajes al exterior de legisladores y falta de acuerdo político en el temario a abordar han semiparalizado a la Cámara Joven en este 2011. A esto se debe adicionar que la mitad de los legisladores termina su mandato en diciembre y se ha quedado fuera de los cargos electivos.
Ni siquiera el aval a la intervención de la comuna de Hughes, donde la mayoría de las fuerzas políticas está de acuerdo en aplicar el remedio constitucional, ha podido convocar al plenario del cuerpo.
Vanos fueron los intentos individuales realizados desde diferentes bloques para reunir quórum ayer.
“Es un problema político”, se admite desde el justicialismo y desde el Frente Progresista como una de las pocas coincidencias. Luego, empiezan las imputaciones recíprocas sobre las responsabilidades.
Primero fueron los cargos solicitados por el Ministerio de Justicia para el nuevo sistema penal, luego el silencioso rechazo del pliego de Silvia Sahd para integrar el Tribunal de Cuentas. Ambos son síntomas de la crisis política. Sobre los cargos para la Justicia empezó a vislumbrarse un principio de entendimiento aunque todavía no está el número definitivo que nunca será cercano a los 820 solicitados por el Ejecutivo.
En cambio sobre el pliego de Sahd, el oficialismo admite haber aceptado por la fuerza de los votos la postura del justicialismo. “Tienen mayoría en la Asamblea Legislativa. Dijeron que votaban un solo pliego y fue el primero en el concurso. Optamos por nombrar una de las dos vacantes y que ahora el Ejecutivo concurse nuevamente”, reconoció un diputado socialista al retirarse del edificio legislativo en la tarde del miércoles.
El justicialismo avaló la objeción de Horacio Alesandria al concurso pero se negó a escuchar a los integrantes del Consejo de Selección de vocales para el Tribunal de Cuentas como propuso el senador socialista Juan Carlos Zabalza. En los hechos, quizás sin saberlo, Sahd fue “‘el pato de la boda” aunque nadie le explicó cómo saliendo segunda en un concurso sigue siendo contadora fiscal y no vocal del Tribunal de Cuentas. Más allá del nombre, el hecho es un mal antecedente y una señal peligrosa para aquellos profesionales que evalúan presentarse a concursos para cubrir cargos que requieren acuerdo legislativo.
Mesa de cuatro
Sabedor de las diferencias entre oficialismo y oposición, el presidente de Diputados, Eduardo Di Pollina, optó por buscar en una minicomisión la salida a la crisis. La fragmentación política santafesina llevó a la inédita cifra de 16 bloques en que están divididos los 50 integrantes de la Cámara. A la hora de sentarse a la Comisión de Labor Parlamentaria, mesa ordenadora de la sesión y de acuerdos políticos, es más una torre de Babel que una mesa de acuerdos.
Así Di Pollina encomendó a cuatro legisladores que repetirán el mandato desde diciembre para buscar un acuerdo político. Las conversaciones empezaron y por ahora cada sector puso sobre la mesa los temas que le interesa aprobar en lo que queda de mandato. “Menos el presupuesto, eso dependerá mucho del comportamiento que el Frente Progresista tenga a nivel nacional”, aclaró y subrayó un legislador kirchnerista. En esa negociación no participa -por ahora- el Senado. Es más, el proyecto de descongelamiento de planta de personal legislativo votado por la Cámara Alta parece no tener todavía la adhesión de la mayoría de Diputados más allá de la desesperación de algún que otro diputado que mira aterrado la llegada de diciembre.
El justicialismo aprovecha las disidencias del Frente Progresista que tiene quórum propio, pero no lo pudo exhibir en el último mes. Se abroqueló y sube las exigencias. En el oficialismo, las heridas de la primaria provincial no terminaron de cicatrizar y la primaria nacional no hizo más que ponerlas en primer plano. Hermes Binner está más en campaña presidencial que en la provincia y Bonfatti sabe que tiene que esperar al 23 de octubre para barajar y empezar a armar su futuro gobierno. Con este panorama, los más optimistas aseguran que el jueves próximo habrá sesión. Otros optan por mirar un poco más allá de esa fecha.
Jueves
Desde el 1º de Mayo en que el gobernador Hermes Binner abrió el período de sesiones ordinarias de la Legislatura, pasaron 17 jueves. En el medio estuvo el receso invernal -fue de tres semanas y no dos como es habitual- más elecciones provinciales y primarias nacionales. Diputados apenas sesionó siete veces, uno de los números más bajos desde 1983 a la fecha.
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