Dos jueces tuvieron en sus manos denuncias similares y las terminaron archivando. A pesar de esos antecedentes, el celador trabajó en la institución hasta febrero de 2010.
Uno de los celadores detenidos el miércoles acusados de abusar de un nene de nueve años en el Hogar del Huérfano de Rosario ya figuraba con nombre y apellido en las fojas de dos expedientes judiciales, de 2001 y 2010, tras ser apuntado en denuncias impulsadas por ex profesionales del Hogar. En la causa más antigua estaba sospechado de corrupción de menores —en complicidad con una ex empleada— y en la del año pasado lo nombró una joven que habría sido víctima de un intento de abuso sexual, que no llegó a comprobarse. Las dos carpetas fueron archivadas por falta de pruebas para incriminarlo. Oscar G, de 41 años, un celador despedido en febrero de 2010, fue detenido hace tres días junto a Osvaldo R., de 40 años, también celador y en funciones; y Carlos S, de 61, actual cocinero de la entidad. Los tres fueron imputados de "abuso sexual agravado con acceso carnal" contra un chiquito de nueve años, que estuvo alojado en la centenaria institución de Laprida al 2100 entre enero de 2010 y mayo de este año. El juez de Instrucción Nº 7, Juan Andrés Donnola, ordenó los arrestos tras identificar a los acusados y evaluar el informe de la entrevista en cámara Gesell al niño, el examen médico forense que constató las lesiones y un relevamiento de todo el personal elaborado por agentes de Seguridad Personal. Sin resultados. Según pudo confirmar LaCapital con fuentes confiables cercanas al caso, Oscar G. estuvo vinculado en dos expedientes penales. El primero en 2001 (Nº 1.473/01) tras la denuncia que hizo la actual concejala del PRO y por ese entonces directora del Hogar, Laura Weskamp, frente a las quejas de una psicóloga que advirtió situaciones irregulares en el trato con los niños. En esa oportunidad el hombre apareció sospechado de corrupción de menores, una actividad que habría desarrollado dentro y fuera del Hogar, y en complicidad con una empleada a quien incluso le aplicaron reiteradas sanciones luego de ese escándalo. La mujer, que se desempeñaba como tutora del grupo juveniles turno tarde, y cuyas iniciales son M.M. y ya no trabaja en el Hogar, fue señalada como la facilitadora de los encuentros sexuales entre internas del Hogar y el personal masculino. Esa causa se tramitó en el juzgado de Instrucción Nº 4, que al cabo de nada menos que diez años y con una declaración en sede policial del acusado y testimonios de los directivos, se archivó en 2010 sin imputados. Al mismo tiempo que la Justicia cerraba una historia salía a la luz otra. El informe que realizaron ex profesionales y empleadas que nuevamente pusieron en evidencia "malos tratos y abusos", puntualizando un incidente en particular con una joven que vivió en el Hogar, de quien se decía que había sido abusada por un empleado. Ese documento se presentó en el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, que en mayo de 2010 designó a un grupo de psicólogos, médicos y abogados para que hiciera un seguimiento de toda la actividad del Hogar, una virtual intervención. Un fiscal actuó de oficio y abrió la causa penal, que recayó en el juzgado de Instrucción Nº 2, a cargo de Alejandra Rodenas. Y en ese expediente, nuevamente apareció el nombre Oscar G, cuando la supuesta joven víctima declaró en Tribunales y lo identificó con su nombre completo (ver aparte). En esa causa, según consideró Rodenas al disponer su archivo al cabo de ocho meses, las imputaciones fueron vagas. "Más allá de la mención del nombre del presunto autor, no se indican acciones en concreto en la declaración de los denunciantes, quienes hacen referencia a los dichos de una testigo a la que identifican como P., ex interna de la institución", sostuvo. Según pudo saber este diario, la investigación que ahora lleva adelante Donnola tampoco descarta ir "hacia atrás", respecto a la responsabilidad de otras personas que debieron velar por la integridad de los niños dentro del Hogar del Huérfano. De hecho, y ante una consulta del juez, los directivos del Hogar no pudieron aportar con certeza cuál fue el motivo del despido del celador. A la luz de los hechos quedó en evidencia que los antecedentes que relacionaban a Oscar G. con los abusos desde 2001 no fueron considerados con la rigurosidad que exigía el contexto, ni en el marco de la investigación judicial ni en la órbita de la dirección del Hogar del Huérfano, que recién decidió despedirlo en febrero de 2010. Coincidencias "Se me tiró encima un celador, un tal Oscar. Me llevó al cuarto de los varones y se me tiró encima. Lo considero un abuso porque es la persona que debe cuidarnos", declaró en Tribunales la joven que estuvo alojada en el Hogar y que aparece como víctima en la denuncia de 2010, que finalmente se archivó. Ahora, un celador con el mismo nombre acaba de ser detenido sospechado de abusar sexualmente de un nene de nueve años.
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