domingo, 11 de marzo de 2012

Un día histórico en la historia argentina y del peronismo

El 11 de marzo de 1973, Argentina tuvo elecciones generales por primera vez en 10 años, con un abrumador triunfo del peronismo que postulaba a Héctor José Cámpora, aunque el propio Juan Domingo Perón tenía prohibido presentarse como candidato.

 Héctor José Cámpora, rodeado por una multitud de jóvenes peronistas.

Héctor José Cámpora, rodeado por una multitud de jóvenes peronistas.
El 11 de marzo de 1973 Héctor José Cámpora ganó cómodo las elecciones generales que se realizaban por primera vez en 10 años en la Argentina, con más del 49.5% de los votos. El radical Balbín salió segundo con un 21,3%. Este reconoció la derrota y renunció a la realización del ballotage.

Todo había comenzado 10 años atrás. El radical Arturo Illia asumió la presidencia el 12 de octubre de 1963. Su gobierno fue débil por haber sido elegido con solo el 25% de los votos en elecciones en las que el peronismo estaba proscrito y debió votar en blanco.

La falta de reconocimiento de la legitimidad de Illia por parte del pueblo se vio agravada por un plan de lucha del Movimiento Obrero, disgustado por la decisión del gobierno de sancionar modificaciones a la legislación laboral y sindical sin consultar a la CGT y los sindicatos.

En el año 1965 el gobierno llamó a elecciones legislativas eliminando las restricciones que pesaban sobre el peronismo. El justicialismo presentó sus propias listas de candidatos y triunfó ampliamente en las elecciones con 3.278.434 votos contra 2.734.970 de la Unión Cívica Radical del Pueblo. El triunfo del peronismo estremeció a las Fuerzas Armadas.

Golpe del 28 de junio de 1966
El 28 de junio de 1966 un golpe militar liderado por el General Juan Carlos Onganía derrocó al Presidente radical Illia debido a la incapacidad de este sector para evitar el triunfo del peronismo en las elecciones a gobernador en la Provincia de Buenos Aires, que tenían que celebrarse en marzo de 1967.

Se instaló una dictadura represiva sin capacidad para el diálogo y que despreciaba la política. El sistema de exclusión impuesto por el golpe de 1955 al peronismo se amplió a todos los Partidos, mientras se apostaba a la economía ultraliberal y se postergaba la acción social, cuyo máximo exponente fue Adalberto Krieger Vasena.

La política social de salarios deprimidos, despidos injustificados y masivos, anulación de indemnizaciones, etc., suprimió los derechos gremiales y reprimió las huelgas y actividades obreras, engendrando jornadas de rebelión popular generalizada, cuyo punto mayor fue el "Cordobazo" en 1969.

La consecuencia inmediata que generó este contexto de proscripción en el interior de la sociedad argentina fue el incremento de la intransigencia política y la clausura de los métodos pacíficos que tienen en el consenso y el pluralismo los pilares de una sociedad democrática.

Soplan vientos de fronda
La alta conflictividad política y social genera una sociedad rebelde frente al gobierno de facto. Las grandes movilizaciones populares y la aparición de organizaciones político militares que asumían la identidad peronista señalaban el camino sin retorno del régimen militar y la posibilidad cierta del regreso del peronismo al poder en el corto plazo.

En este contexto, Juan Perón lidera la lucha integral contra la dictadura y aplicará una política acorde con su idea de que debía "conducir al conjunto", que debía ser necesariamente muy amplio, para volver a la Patria y al poder.

Las operaciones de las "formaciones especiales" (término que acuño Perón para nombrar a las organizaciones guerrilleras) serán un refuerzo determinante para acelerar el retiro del gobierno militar.


Se incrementa el "Luche y vuelve"
La cruenta represión, los años transcurridos fuera del país y los frustrados intentos de retorno, le permiten a Perón comprender que su regreso definitivo debía pasar necesariamente por acciones intransigentes, alentado el desarrollo de la Juventud Peronista (JP) y elogiando a las "formaciones especiales".

Paralelamente, Perón produce una actualización política y doctrinaria acentuando conceptos sobre el antiimperialismo, la liberación nacional y social, la integración latinoamericana, el trasvasamiento generacional y el socialismo nacional.

Cámpora y la JP
Perón destituye a su delegado personal, José Paladino, por sus posturas conciliadoras y dialoguistas con los militares, y lo remplaza por Héctor Cámpora, que se ve obligado por las circunstancias históricas a endurecer sus posiciones político-ideológicas y apoyarse en los sectores más combativos del peronismo, como guardianes de la limpieza del proceso electoral.

Estos sectores dirigieron sus esfuerzos a llevar al Movimiento a posiciones de intransigencia, intentando dotarlo de claridad ideológica y ligaron sus luchas a las emprendidas por los movimientos de liberación latinoamericanos y tercermundistas.

A su vez, los sectores revolucionarios del peronismo se ven obligados a reconsiderar y modificar sus posiciones frente a la opción electoral, a la que consideran secundaria, tramposa y con pocas posibilidades practicas, lo que llevará a una mayor relación de alianzas entre los distintos sectores de la JP y las "formaciones especiales" con nuevos armados políticos y la conformación de frentes de masas que resultaran en un crecimiento político muy grande y la consolidación de un nuevo poder adentro del Movimiento.

Acosada por una insurrección popular creciente y generalizada, la dictadura organizó una salida electoral condicionada por los militares y fraudulenta impidiendo la candidatura de Perón.

Sin embargo, Perón, que no descarta ninguna alternativa, la ubica como una táctica más de las que tiene el Movimiento en su lucha por el retorno definitivo. Así, las elecciones comienzan a convertirse en una opción valida como salida al caos político y social en que se encuentra inmersa la Argentina.

Cámpora no tenia el perfil de un revolucionario, pero, en la campaña, empieza a tratar con los jóvenes de la JP, la izquierda peronista. Su capacidad de movilización será clave para asegurar el triunfo. Se lleva bien con ellos. Le dicen "El Tío". Y a Cámpora le gusta ser el Tío de todos esos muchachos ruidosos, quilomberos y, algunos de ellos, amigos de los fierros.

Las relaciones de Cámpora con la JP se habían consolidado a partir de una necesidad mutua. La ausencia de "tropa propia" del candidato y la falta de presencia de los jóvenes en las cúpulas del Movimiento. La falta de una base de apoyo por parte de Cámpora, necesitado de un soporte movilizador, en un contexto generalizado de posturas combativas, jugó a favor de la JP, carente de relaciones con dirigentes con capacidades de decisión en la conducción del Justicialismo.


Cámpora al Gobierno, Perón al Poder
Perón desde el exilio en España toma la decisión de que Cámpora fuera el candidato para Presidente de la Argentina por el peronismo, dado que por la proscripción él no podía presentarse.

El armado apuntaba a que Cámpora eliminara la proscripción, para que Perón pudiera retornar al país y luego de la renuncia, se llamara a elecciones.

Cámpora se presentó en las elecciones del 11 de marzo de 1973 como candidato a presidente de Argentina por el FreJuLi. Ganó cómodo las elecciones con más del 49.5% de los votos. El radical Ricardo Balbín salió segundo con un 21,3%, reconoció la derrota y renunció al tramposo ballotage.

Cámpora asumió el 25 de mayo de 1973, finalizado el período dictatorial de la Revolución Argentina. Acudieron al acto, entre otros, el entonces presidente socialista de Chile, Salvador Allende, y el de Cuba, Osvaldo Dorticós. En la Plaza de Mayo, se concentraron para recibirlo más de un millón de personas, donde "El Tío" pronuncia un discurso combativo desde el balcón de la Rosada.

Cámpora gobernó tan solo 49 días, que fueron suficientes para instaurar una política de estado revolucionaria en las áreas de seguridad interior, relaciones internacionales y en el plano económico.

De acuerdo con su promesa electoral, su primera medida fue amnistiar a los presos políticos que habían sido condenados y encarcelados por la dictadura militar. Además, se disuelve el Departamento de Investigaciones Políticas Antidemocráticas (DIPA) y se queman todos los archivos de la represión.

La orientación de la política económica internacional se direcciona hacia los países del Este (U.R.S.S., Rumania, Polonia) y se rompe el bloqueo estadounidense que pesa sobre Cuba desde 1962.

Inició un Pacto Social entre la Confederación General del Trabajo, el empresariado nacional (CGE) y el Estado, que incluía un aumento de salarios y pensiones, el reajuste de las tarifas públicas y el congelamiento de precios.

El 20 de junio de 1973, al regresar Perón al país, tiene lugar un enfrentamiento político-militar en Ezeiza, donde Montoneros y sectores de derecha del peronismo se enfrentaron por el control del palco de honor, y donde los pistoleros de López Rega acribillaron a tiros a las columnas de la Juventud Peronista, dejando varios muertos y heridos.

Cámpora renunció a su cargo el 13 de julio para permitir elecciones libres, en las que ganó Juan Perón con el 62% de los votos, quien moriría menos de un año después de haber sido electo, y el gobierno justicialista, en manos ahora de la Vicepresidenta María Estela Martínez de Perón, será derrocado por un golpe militar el 24 de marzo de 1976.

Tras el golpe Cámpora debió refugiarse enfermo en la embajada de México en Buenos Aires, donde permaneció tres años hasta que, ya gravemente enfermo de cáncer, pudo viajar hacia México, donde murió poco después.

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