Luis Spahn habló otra vez del volante de Boca, Jesús Méndez y del “9” que le quita el sueño para traer como refuerzos. Se refirió a la deuda con la sucesión de Angel Malvicino y del contrato de Paulo Rosales. ¿Corre peligro la participación en el cuadrangular de Uruguay?
Había estado la noche previa en la recepción de su hija —que estaba entre los más de 1.200 tatengues ubicados en la platea del estadio—, pero no dudó en tomar su coche y viajar a La Plata. Desde su retorno tras el viaje a Estados Unidos, Luis Spahn se dedicó a ponerse al día con las cuestiones del club. Y habló de todo.
—¿Qué balance hacés de este año, Luis?
—No puedo dejar de reconocer todo lo lindo que nos pasó a los unionistas con el ascenso, el clásico y sin la cruz a cuestas del promedio.
—¿Hablaste con Kudelka de sus declaraciones?
—Darío habla un par de veces a la semana con la prensa y no sé puntualmente a cuáles de sus declaraciones te referís, pero si es por los refuerzos, estos tres partidos y las lesiones cambiaron las perspectivas de las decisiones que se iban a tomar. Se hace urgente e ineludible que vengan refuerzos.
—¿No hay dinero para eso, tal cual dijo Kudelka?
—La plata no sobra, pero cuando surgen las urgencias se alterará el orden de pago para hacer frente a esas necesidades imperiosas. Por Sarmiento salimos a buscar un jugador y apuntamos a Jesús Méndez. Cuando se descartó, apelamos a algunas posibilidades de afuera, como la de Archubi y la de Matías Donnet, pero en nuestra inexperiencia no nos dimos cuenta de que no se podían incorporar jugadores que estuviesen afuera del país. Y así se fueron cerrando las posibilidades.
—¿Qué pasó allí?, ¿hasta qué punto les insistió el técnico?
—Darío también dijo que no había que traer por traer. Yo me reuní con Sebastián Battaglia al principio de esta temporada, él me manifestó el deseo de jugar en Unión y se lo propuse al técnico. No le dio curso a esta posibilidad. Y ahora, cuando se abrió el libro por Sarmiento, se volvió a dar esa alternativa, Darío dijo que sí, que lo quería, y yo estuve por dos o tres días incomunicado desde Estados Unidos. Cuando Darío nos dijo que traigamos a Battaglia, estábamos fuera de los plazos.
—¿Coincidís en que hay que traer refuerzos?
—Mirá, Kudelka dijo un día que prefería tener el plantel al día antes que traer refuerzos, pero la sucesión de lesiones le hicieron cambiar de parecer. Y eso no está mal, porque el fútbol es muy dinámico. Estas tres derrotas nos hacen ver las cosas distintas a como eran hace tres semanas. Vamos a buscar un delantero y un volante central. Es lo que coincidimos con el técnico en que necesitamos.
“No estoy enemistado con Rosales”
—¿El arreglo del contrato de Rosales forma parte del esfuerzo económico de la dirigencia?
—Yo no tengo enemistad de ninguna clase con ningún jugador. Si alguna vez no estuve conforme con Rosales, me ha dado este año una gran satisfacción, como administrador del club, porque bajó los seis kilos de más que tenía y se compenetró anímica y síquicamente para tener un gran rendimiento.
—¿Te vas a reunir con él para arreglar el contrato?
—Sí, claro. Es mi intención... Yo no quiero polemizar con Rosales porque no tengo una puja personal con él. Cuando estábamos ascendidos y trabajando en los refuerzos, apareció una persona que decía ser su representante. Le pedimos hasta por mail que se reúna con nosotros para arreglar su contrato. Pero te repito que no quiero entrar en una puja personal.
—¿Y a partir de allí?
—Con el jugador no tuvimos diálogo, apareció Jorge Molina que vino en representación de él y eso no es cómodo, porque él es vicepresidente del club. Esta semana fue muy comprimida por la sucesión de partidos. Es público que, para Paulo, Jorge Molina es como un padre. Lo dijo públicamente en varias oportunidades. Pero los dirigentes no podemos ser padre de un jugador sino de todos, porque si no, alguno podría sentirse desplazado. Lo que creo es que este tema tiene solución y la lograremos.
—¿Hubo alguna oferta?
—No tuvimos, lamentablemente, consultas por nuestros jugadores casi en su totalidad desde el ascenso, sacando aquello de Quiroga. Esto se da porque el mercado, por la crisis mundial, está muy deprimido. Nosotros necesitamos vender algún jugador y vos sabés muy bien que hay un dicho en AFA que dice que se necesita vender un jugador para equilibrar el presupuesto. El presidente de Vélez dice que necesita vender por 3 ó 4 millones de dólares, el de Argentinos me dijo que precisa una venta de 2 millones para equilibrarse. Unión está en la misma, porque al no vender un jugador tenemos que hacer un esfuerzo importante en lo económico.
—¿Se cayó el torneo en Uruguay?
—La idea de los organizadores era que jugasen Peñarol, Nacional y dos equipos argentinos. Uno éramos nosotros y el otro pretendían que fuese Newell’s o Central. El tema era la venta de los derechos televisivos, pero resulta que ninguno de los rosarinos está en condiciones de jugar y ahora parece que van a invitar a dos equipos paraguayos. No tenemos la confirmación definitiva, pero hoy puedo decir que está complicado y que se decidirá en estas horas. Nosotros tenemos todo arreglado para ir a Uruguay, por allí vamos igual pero será en otras condiciones porque la organización nos iba a pagar la estadía.
—¿Se hará la remodelación del estadio?
—Es algo que necesitamos imperiosamente. Unión tiene la tercer cuenta más baja de todos los clubes de Primera en su relación con AFA. Y esto lo quiero destacar, porque quiere decir que hay sólo dos clubes que le deben menos dinero a la AFA que Unión. O sea que no utilizamos cuestiones políticas para conseguir recursos de la asociación que nos nuclea. Una posibilidad es pedirle dinero a AFA, otra es recurrir como lo hicimos ante el Estado y el tercer ámbito es la institución. Esta semana haremos una medición de mercado con los unionistas.
—¿De qué se trata?
—Ofrecerle a los unionistas una platea o un palco, con el uso durante varios años y pagando ese dinero en cuotas. Creo que el monto rondará entre los 10 y 12 mil pesos. La idea de la renovación del estadio es muy ambiciosa y nosotros nos merecemos tener una cancha más amplia porque nos ha quedado chica.
—¿Es posible que se inicie la remodelación en el segundo semestre del 2012?
—Sí, esa es la idea. La bandeja sur, arriba de la techada, es de enorme importancia según me dijeron los arquitectos. Pero veo que los otros sectores también nos permitirían ingresos, así que lo estudiaremos en esta semana.
—¿Kudelka va a seguir siendo el técnico de Unión en 2012?
—Nos está apretando un poquito el dedo para que abramos los ojos, pero pienso que no es necesario que lo haga. Acá hay un problema gravísimo: la decisión política de traer refuerzos está, pero escucho que hay técnicos de la B Nacional que dicen que si no le traen un ‘9’ de jerarquía se van, y me doy cuenta de que hay 30 clubes entre la B y Primera que buscamos un ‘9’, y no hay.
—¿Hiciste gestiones por Pratto?
—No podemos pagar a un "9" por lo mismo que valen 6 ó 7 de nuestros jugadores. Y después, está el caso de los jugadores que tienen seis meses más de contrato con sus clubes, que quieren irse, pero sus clubes le cierran la posibilidad. Esa negociación también es complicada. Vamos a volver a la carga por Jesús Méndez, el volante de Boca. Respecto de la pregunta que me hacés por Pratto, te digo que es inviable. Ahora se está ganando un lugar en Palermo, tendríamos que pagar 500.000 dólares de préstamo y 600.000 euros de sueldo, es imposible para nosotros.
—Entonces, ¿puede darse lo de Méndez?
—Vamos a ver, el informe del cuerpo técnico es muy bueno, se nota que lo quiere y vamos a retomar las negociaciones. No sé si Boca quiere soltarlo, va a jugar la Libertadores. Si la dirigencia de Boca nos da la conformidad, hablaremos con el jugador e intentaremos el acuerdo.
—¿Qué balance hacés de este año, Luis?
—No puedo dejar de reconocer todo lo lindo que nos pasó a los unionistas con el ascenso, el clásico y sin la cruz a cuestas del promedio.
—¿Hablaste con Kudelka de sus declaraciones?
—Darío habla un par de veces a la semana con la prensa y no sé puntualmente a cuáles de sus declaraciones te referís, pero si es por los refuerzos, estos tres partidos y las lesiones cambiaron las perspectivas de las decisiones que se iban a tomar. Se hace urgente e ineludible que vengan refuerzos.
—¿No hay dinero para eso, tal cual dijo Kudelka?
—La plata no sobra, pero cuando surgen las urgencias se alterará el orden de pago para hacer frente a esas necesidades imperiosas. Por Sarmiento salimos a buscar un jugador y apuntamos a Jesús Méndez. Cuando se descartó, apelamos a algunas posibilidades de afuera, como la de Archubi y la de Matías Donnet, pero en nuestra inexperiencia no nos dimos cuenta de que no se podían incorporar jugadores que estuviesen afuera del país. Y así se fueron cerrando las posibilidades.
—¿Qué pasó allí?, ¿hasta qué punto les insistió el técnico?
—Darío también dijo que no había que traer por traer. Yo me reuní con Sebastián Battaglia al principio de esta temporada, él me manifestó el deseo de jugar en Unión y se lo propuse al técnico. No le dio curso a esta posibilidad. Y ahora, cuando se abrió el libro por Sarmiento, se volvió a dar esa alternativa, Darío dijo que sí, que lo quería, y yo estuve por dos o tres días incomunicado desde Estados Unidos. Cuando Darío nos dijo que traigamos a Battaglia, estábamos fuera de los plazos.
—¿Coincidís en que hay que traer refuerzos?
—Mirá, Kudelka dijo un día que prefería tener el plantel al día antes que traer refuerzos, pero la sucesión de lesiones le hicieron cambiar de parecer. Y eso no está mal, porque el fútbol es muy dinámico. Estas tres derrotas nos hacen ver las cosas distintas a como eran hace tres semanas. Vamos a buscar un delantero y un volante central. Es lo que coincidimos con el técnico en que necesitamos.
“No estoy enemistado con Rosales”
—¿El arreglo del contrato de Rosales forma parte del esfuerzo económico de la dirigencia?
—Yo no tengo enemistad de ninguna clase con ningún jugador. Si alguna vez no estuve conforme con Rosales, me ha dado este año una gran satisfacción, como administrador del club, porque bajó los seis kilos de más que tenía y se compenetró anímica y síquicamente para tener un gran rendimiento.
—¿Te vas a reunir con él para arreglar el contrato?
—Sí, claro. Es mi intención... Yo no quiero polemizar con Rosales porque no tengo una puja personal con él. Cuando estábamos ascendidos y trabajando en los refuerzos, apareció una persona que decía ser su representante. Le pedimos hasta por mail que se reúna con nosotros para arreglar su contrato. Pero te repito que no quiero entrar en una puja personal.
—¿Y a partir de allí?
—Con el jugador no tuvimos diálogo, apareció Jorge Molina que vino en representación de él y eso no es cómodo, porque él es vicepresidente del club. Esta semana fue muy comprimida por la sucesión de partidos. Es público que, para Paulo, Jorge Molina es como un padre. Lo dijo públicamente en varias oportunidades. Pero los dirigentes no podemos ser padre de un jugador sino de todos, porque si no, alguno podría sentirse desplazado. Lo que creo es que este tema tiene solución y la lograremos.
—¿Hubo alguna oferta?
—No tuvimos, lamentablemente, consultas por nuestros jugadores casi en su totalidad desde el ascenso, sacando aquello de Quiroga. Esto se da porque el mercado, por la crisis mundial, está muy deprimido. Nosotros necesitamos vender algún jugador y vos sabés muy bien que hay un dicho en AFA que dice que se necesita vender un jugador para equilibrar el presupuesto. El presidente de Vélez dice que necesita vender por 3 ó 4 millones de dólares, el de Argentinos me dijo que precisa una venta de 2 millones para equilibrarse. Unión está en la misma, porque al no vender un jugador tenemos que hacer un esfuerzo importante en lo económico.
—¿Se cayó el torneo en Uruguay?
—La idea de los organizadores era que jugasen Peñarol, Nacional y dos equipos argentinos. Uno éramos nosotros y el otro pretendían que fuese Newell’s o Central. El tema era la venta de los derechos televisivos, pero resulta que ninguno de los rosarinos está en condiciones de jugar y ahora parece que van a invitar a dos equipos paraguayos. No tenemos la confirmación definitiva, pero hoy puedo decir que está complicado y que se decidirá en estas horas. Nosotros tenemos todo arreglado para ir a Uruguay, por allí vamos igual pero será en otras condiciones porque la organización nos iba a pagar la estadía.
—¿Se hará la remodelación del estadio?
—Es algo que necesitamos imperiosamente. Unión tiene la tercer cuenta más baja de todos los clubes de Primera en su relación con AFA. Y esto lo quiero destacar, porque quiere decir que hay sólo dos clubes que le deben menos dinero a la AFA que Unión. O sea que no utilizamos cuestiones políticas para conseguir recursos de la asociación que nos nuclea. Una posibilidad es pedirle dinero a AFA, otra es recurrir como lo hicimos ante el Estado y el tercer ámbito es la institución. Esta semana haremos una medición de mercado con los unionistas.
—¿De qué se trata?
—Ofrecerle a los unionistas una platea o un palco, con el uso durante varios años y pagando ese dinero en cuotas. Creo que el monto rondará entre los 10 y 12 mil pesos. La idea de la renovación del estadio es muy ambiciosa y nosotros nos merecemos tener una cancha más amplia porque nos ha quedado chica.
—¿Es posible que se inicie la remodelación en el segundo semestre del 2012?
—Sí, esa es la idea. La bandeja sur, arriba de la techada, es de enorme importancia según me dijeron los arquitectos. Pero veo que los otros sectores también nos permitirían ingresos, así que lo estudiaremos en esta semana.
—¿Kudelka va a seguir siendo el técnico de Unión en 2012?
—Nos está apretando un poquito el dedo para que abramos los ojos, pero pienso que no es necesario que lo haga. Acá hay un problema gravísimo: la decisión política de traer refuerzos está, pero escucho que hay técnicos de la B Nacional que dicen que si no le traen un ‘9’ de jerarquía se van, y me doy cuenta de que hay 30 clubes entre la B y Primera que buscamos un ‘9’, y no hay.
—¿Hiciste gestiones por Pratto?
—No podemos pagar a un "9" por lo mismo que valen 6 ó 7 de nuestros jugadores. Y después, está el caso de los jugadores que tienen seis meses más de contrato con sus clubes, que quieren irse, pero sus clubes le cierran la posibilidad. Esa negociación también es complicada. Vamos a volver a la carga por Jesús Méndez, el volante de Boca. Respecto de la pregunta que me hacés por Pratto, te digo que es inviable. Ahora se está ganando un lugar en Palermo, tendríamos que pagar 500.000 dólares de préstamo y 600.000 euros de sueldo, es imposible para nosotros.
—Entonces, ¿puede darse lo de Méndez?
—Vamos a ver, el informe del cuerpo técnico es muy bueno, se nota que lo quiere y vamos a retomar las negociaciones. No sé si Boca quiere soltarlo, va a jugar la Libertadores. Si la dirigencia de Boca nos da la conformidad, hablaremos con el jugador e intentaremos el acuerdo.
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