sábado, 17 de diciembre de 2011

GRITOS QUE DEBEN LLEGAR

Unión está en la búsqueda de un delantero para solucionar uno de los puntos flojos que tuvo en el Torneo Apertura. Los dos goles de Jerónimo Barrales tienen gusto a poco para la línea de ataque Tatengue.

GRITOS QUE DEBEN LLEGAR

En muchas ocasiones destacamos los planteos estratégicos de Kudelka con la participación activa de los volantes externos y un constante crecimiento del enlace (léase Rosales) para no sólo generar peligro en el área rival, sino concretar las opciones ofensivas que generó Unión.


Los Rojiblancos terminaron con 25 puntos y cumplieron el objetivo de mínima, pero también, en muchos partidos, adolecieron de peso ofensivo para lastimar al rival de turno. A excepción de Estudiantes, los otros tres peores elencos del Apertura tuvieron las mismas carencias que el Tate: Banfield sumó 12 goles, Newell’s y San Lorenzo 13, mientras que después se alineó el elenco santafesino, con apenas 14 conversiones en 19 partidos.

Arriba los de abajo
Juan Pablo Avendaño, Enrique Bologna y Rodrigo Erramuspe sumaron casi la mitad de los tantos que obtuvo Unión en el último torneo. Un encendido Rosales se consagró como máximo artillero, en tanto Jerónimo Barrales fue el único delantero que aportó dos gritos: a Banfield en la 9ª fecha y a Newell’s en la 14ª jornada, casualmente las dos victorias del equipo en Santa Fe.


El ex delantero del Taladro pasó por todas: debutó con el torneo en marcha, se lesionó un par de veces y en dos ocasiones vio la roja. En 13 partidos demostró sacrificio, entrega y muchas veces quedó desconectado con el resto de sus compañeros y estuvo obligado a descender metros en el campo donde empezó a perder peso ofensivo.


Poco y nada
La gran temporada de Matías Quiroga en el ascenso no tuvo prórroga en la máxima división. Kudelka lo bancó de movida, pero el Flaco se sumergió en la intrascendencia, luego se lesionó y su voluntad resultó insuficiente para conseguir al menos un gol.


Fabricio Núñez llegó como delantero, pero tuvo partidos abiertos sobre la derecha en función de volante para reemplazar a Montero. Pareció arrancar en algunos partidos, pero fue solamente eso, una ilusión. Juan Pablo Pereyra tuvo un torneo para el olvido que se terminó antes por una lesión; mientras que Pablo Magnín se fogueó e hizo varios goles en Reserva, pero cuando Kudelka le dio minutos tampoco rindió.


En definitiva, con cinco atacantes utilizados, el DT sabe que debe reforzarse allí para tener posibilidades de obtener los puntos necesarios para quedarse entre los mejores del fútbol argentino.

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