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domingo, 1 de noviembre de 2015

“En medicina, toda herramienta estandarizada puede ser peligrosa”

En diálogo con Diario UNO, la especialista en oncología Andrea Arosio –quien visitó la ciudad para dar una charla denominada “Escuchando a Nuestro Cuerpo”– se explayó sobre la aplicación de la medicina integrativa y sus beneficios ante todas las enfermedades, con especial hincapié en el cáncer de mama.
Disertación. Andrea Arosio llegó a la ciudad en el marco de una charla organizada por la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer.
En el marco del Mes de Concientización del Cáncer de Mama, la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (Lalcec) de Santa Fe convocó a la médica clínica y oncóloga Andrea Arosio a brindar una charla –denominada “Escuchando a Nuestro Cuerpo”– en la que se buscó informar a la comunidad sobre las diferentes terapias alternativas existentes que pueden ser de gran ayuda tanto para prevenir como para curar dicha enfermedad.

Y es que la especialista oradora, Andrea Arosio –matrícula 16.170; registro de especialidad Nº 38.071–, desde hace algunos años trata a los pacientes con dicha patología basándose en la medicina integrativa, disciplina que nació en Estados Unidos hace más de veinte años con el objetivo de poner a disposición del paciente todos los instrumentos posibles para su curación. Se trata de una herramienta que pretende potenciar la medicina natural, aceptando a su vez el enorme papel que la medicina convencional tiene y tuvo en la mejora de la calidad de vida y en la supervivencia de la población.

—¿Qué es la medicina integrativa y qué diferencias tiene con la convencional?

—Desde este método, la enfermedad tiene un sentido un poco diferente. No es un enemigo que nos viene a matar o que nos pone una sentencia de muerte, sino que observa al cuerpo físico expresando algo que nos sucede en otro lugar, que generalmente está relacionada a nuestros sentimientos y emociones. Entonces, desde este tipo de medicina, la enfermedad es vista como una oportunidad o un mensaje que nos está mostrando en el cuerpo lo que nos está pasando y al mismo tiempo nos está llamando a sanar.

En ese sentido, la experta explicó que en este tipo de oncología los profesionales hacen un traje a medida del paciente que asocia varias medicinas. “Justamente lo maravilloso de esta disciplina es que es una conjunción de la medicina convencional y las complementarias, entonces se va trabajando en cada persona para ver cuál es el mejor tratamiento para ella y en ese contexto, si la misma se debe operar lo hace, si debe someterse a quimioterapia también lo hace y demás, pero no es lo mismo hacerlo con un cuerpo totalmente intoxicado que hacerlo en un cuerpo armónico con una aceptación de ese tratamiento. Los resultados son diferentes”, dijo Arosio.

Y completó: “Este tipo de medicina atiende aspectos globales del individuo (fisiológicos, psicológicos, nutricionales, sociales), porque en general las enfermedades se manifiestan como consecuencia de malos hábitos alimentarios o conductuales que nos provocan un debilitamiento, o también por la repercusión de los sentimientos y las emociones”.

—Al hablar de medicinas alternativas, ¿a qué se hace referencia y qué logran las mismas?

—Hay varias terapias que puede elegir el paciente para encontrar sanar ello que descubrió o que aún no sabe que le afecta. Desde una sesión de psicología hasta un tratamiento de constelaciones familiares, todo puede servir para ver cómo se aceptan los tratamientos. El cuerpo es perfecto y nos va diciendo en general por qué camino tenemos que ir, ya que la idea para que el cuerpo pueda resolver aquello que le está pasando es saber lo que estamos viviendo, para que en función de eso podamos delinear el tratamiento adecuado para esa persona. Es decir, no importa la medicina que hagamos, cualquier herramienta puede ser maravillosa si es utilizada en una individualidad, ya que toda herramienta que sea estandarizada puede ser peligrosa, porque todos somos distintos y no necesitamos las mismas cosas”.

En ese sentido, la experta afirmó “no tener el saber absoluto” y en esa línea dijo: “La consulta resulta ser una reunión de dos personas que comparten saberes, porque quien está con un padecimiento tiene el 50% del saber ya que en definitiva es quien vive con ese cuerpo los 365 días del año. Con esto lo que quiero decir es que hay que desterrar el concepto de que el médico es el superior y el paciente solo escucha, porque el paciente es el que tiene mucho para decir sobre lo que siente, hecho que llevará al profesional a saber cómo tratarlo”.

Y agregó: “Yo particularmente he aprendido muchas cosas de mis pacientes, ellos han sido mis maestros al mostrarme muchas veces que con terapias alternativas han ido sanando, como complemento de los demás tratamientos tradicionales”.

Una premisa que invita a reflexionar

Al hacer eje sobre la aplicación de este tipo de medicina, haciendo hincapié en que la misma es valedera para todas las especialidades, la médica oncóloga hizo alusión a una premisa que invitó a la reflexión. “Si uno tiene un auto con filtros, no se le ocurre no limpiarlos. Bueno, nosotros tenemos un cuerpo que funciona las 24 horas del día como una máquina que bombea cinco litros de sangre por minuto, es decir unos 7.200 litros por día, y somos los únicos que no lo queremos limpiar”, se explayó Andrea Arosio y completó: “Esos filtros, tanto en lo físico como en lo emocional, buscarán sanar los dolores que tenemos bajo la alfombra y que pensamos que nunca más van a aparecer, por eso la idea es escuchar todo y cada vez que el cuerpo hace un llamadito atenderlo”.

—¿Cuál es la experiencia que tuviste con pacientes que tienen cáncer de mama en el abordaje de este tipo de medicina?

— Particularmente soy muy admiradora del sexo femenino y en esto veo qué significa ese órgano. Y en nosotros, los mamíferos, las mamas fueron desarrolladas como un mecanismo de supervivencia para alimentar a las crías. Entonces, es en la mama donde se sientan varios principios vinculados con la palabra amor. Y no importa si fueron madres o no, porque ya fueron hijas, y fue a partir de ese órgano que ellas pueden entregar a un hijo el alimento y al mismo tiempo los sentimientos y emociones: los conflictos con la pareja, con la casa, con los hijos, con mamá y las hijas también. Por lo que personalmente, cada vez que encuentro un nódulo en una mama le digo a mi paciente “vamos a ver qué hay allí”, porque puede haber muchas cosas de ellas como mujeres, de sus madres, sus hijas o parejas, que se están manifestando.

—¿Y cuáles son los pasos que debe seguir una mujer para escucharse?

—Hay muchas formas. Hace diez años era muy difícil hablar de una «decodificación», que quiere decir encontrarle un significado a un síntoma. Hoy es algo que está muy en boga, ya que la mayoría de la gente cuando uno le dice yoga o reiki, algo escuchó; además que existe internet que abre un gran camino sobre todo esto. O sea que uno puede encontrar lo mismo desde diferentes lugares; algunos lo hacen a través del yoga, un taller de meditación, un quiropráctico o un psicólogo. Lo importante es no ponerse en contra de lo que el cuerpo hace, sino más bien centrarse en esa posibilidad que les da el cuerpo de escucharlo y hacer algo al respecto.

Un camino diferente

La doctora Andrea Guadalupe Arosio, es oriunda de ciudad de Esperanza, pero hizo su carrera y especialización en medicina en Rosario casi en tiempo récord, ya que realizó primero la especialidad de clínica médica, luego la de oncología y más tarde comenzó a incursionar en la medicina integrativa en forma autodidacta.

“Mi camino fue el de la inquietud. Siempre fui una persona emocional desde lo personal e investigativa en lo profesional. En tanto, al estar tantas horas en el hospital y escuchar mucho a la gente, siempre veía que había una historia detrás; y cuando hacía las historias clínicas, ponía en un apartado lo que me había contado el paciente y empecé a notar que había muchas coincidencias sobre lo que les pasaba. Por eso empecé a pensar que había algo más allá de las enfermedades y poco a poco comencé a incursionar en la medicina integrativa y en el descubrimiento del ser humano en cuerpo, mente y alma”, explicó la médica y siguió: “Hoy cada vez hay más profesionales que están sumando medicinas alternativas a sus prácticas, porque esto no es una lucha de saberes, sino es un aporte para la medicina convencional. Es decir, que uno puede encontrar en la antroposofía, la homeopatía, la medicina china o incluso la aborigen, conocimientos que pueden servir de ayuda para aportar al bien del otro”.

En esa línea y para finalizar, la joven profesional comentó que sus primeros pasos en la medicina integrativa los hizo fuera del país y detalló: “Hace por lo menos unos diez años que esto se empezó a trabajar en la Argentina, donde ya hay una asociación que trabaja en conjunto la asociación latinoamericana; y estamos trabajando para crear otra iberoamericana”.

Loreley Duré / Diario UNO

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