En la Justicia no entregan certificado de concubinato. Por lo tanto la gente acude al Registro Civil para contraer la alternativa al matrimonio. Pero desconoce su alcance.
Diario UNO |
Uno de los cambios sustanciales del nuevo Código Civil vigente desde agosto es la incorporación de la figura jurídica de la unión convivencial, trámite que permite a las parejas conformar una unión familiar con derechos y obligaciones, pero sin casarse.
“En estos dos meses se registraron ya 1.524 uniones convivenciales en la provincia de Santa Fe. Este número está a la par de los matrimonios en promedio, que por año rondan entre los 13 o 15 mil”, dijo a Diario UNO Gonzalo Carrillo, director del Registro Civil de la Provincia de Santa Fe dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
“Las uniones convivenciales fueron una explosión. Lo que pasó en este punto es que la Justicia dejó de hacer las certificaciones de concubinato y la gente venía al Registro porque le pedían en la obra social el certificado de convivencia, o para otro tipo de trámite. Por eso se acercaban a realizar la unión convivencial, pero hay que aclarar que son dos cosas muy diferentes”, explicó Carrillo en relación al abultado número de uniones registradas en la provincia en tan poco tiempo.
Al respecto de esta situación, el funcionario agregó: “Hablamos con el Ministerio de Justicia para que hable con la Corte por este tema, y creo que no hubo ninguna orden de dejar de emitir los certificados de convivencia. En Rosario ya lo corregimos (allí se expide el certificado de concubinato), pero sigue pasando en Santa Fe, Rafaela, y en el norte también”.
Desde el Poder Judicial confirmaron a Diario UNO que no existe ninguna instrucción de la Corte al respecto, pero que debido a que cada dependencia se rige por las instrucciones e interpretaciones del funcionario a cargo, del juez en estos casos, hubo situaciones en las que se delegó el trámite al Registro Civil, indicando a las personas solicitantes la realización de la unión convivencial, en vez del certificado.
Diferencias
El certificado de convivencia es un instrumento muy solicitado con el fin de incorporar a un concubino a los beneficios de una obra social o cobrar pensiones previsionales. Pero la unión convivencial es algo distinto. Se trata de una alternativa para obtener beneficios jurídicos sin necesidad de casarse. “Explicamos a los ciudadanos que se acercan a realizar una unión convivencial por el requerimiento de algún trámite específico que esta figura genera derechos y obligaciones que el certificado no genera y muchas veces la gente lo entiende y en otras no, y finalmente lleva adelante la unión”, indicó Carrillo y agregó que en esta figura “el tema del hogar convivencial, los alimentos, es casi igual que un matrimonio, con la diferencia del derecho hereditario”.
Lo que buscan esos derechos y deberes es que una parte de la pareja no quede en situación de vulnerabilidad si la relación se rompe. Un ejemplo es el derecho de permanecer en la vivienda durante los dos años que siguen a la ruptura aunque no le pertenezca.
Un problema a resolver
Consultada sobre esta situación, la abogada especializada en derecho de familia, María Magdalena Galli Fiant indicó que se trata de “un problema a resolver” y destacó que “la unión convivencial, salvo para la protección de la vivienda, no es un trámite indispensable. Esto se tendrá que definir legalmente por parte de las obras sociales, de las cajas prestadoras de pensiones; y esto va a exigir un cambio legal”, aseguró. “Hace nada más que dos meses que esto está vigente. Es típico de esta etapa de transición, sobre todo cuando los cambios son tan generalizados, que se den estas etapas de prueba y error. Tal vez no se tomaron las precauciones, porque ya sabíamos desde el año pasado que este Código iba a entrar en vigencia, pero como suele pasar, luego empiezan a surgir las dificultades interpretativas. Acá creemos que por beneficio de todos y para que no haya tanta inseguridad jurídica tienen que tomarse definiciones en forma rápida: tanto por parte del Poder Judicial, como por parte de otras áreas de Gobierno, como en este caso del Registro Civil”, consideró la abogada especialista.
Requisitos
Si bien la unión convivencial es una alternativa para parejas que llevan viviendo juntos muchos años, con hijos inclusive, hasta jóvenes que deciden convivir con sus novios, no todos pueden obtenerla.
De acuerdo al flamante código, los integrantes de la unión convivencial deben ser mayores de edad, no deben estar vinculados en parentesco de línea recta (padre-hija, nieta-abuelo), colateral hasta el segundo grado (hermanos), ni estar unidos por vínculos de parentesco por afinidad en línea recta (suegro-nuera).
Tampoco se les otorgará el certificado si, por ejemplo, uno de los convivientes tiene un vínculo matrimonial vigente con otra persona o tenga registrada otra convivencia de manera simultánea. Además, deben tener una convivencia efectiva de al menos dos años.
Para realizar ese trámite es necesario que la pareja se presente en alguna oficina del Registro Civil, sin necesidad de solicitar un turno previo ni de ser acompañada por testigos.
Las parejas que lo deseen pueden agregarle a su unión lo que se llama un pacto de convivencia, es decir un acuerdo entre ellos sobre cuestiones que hacen a su vida en común y que están mas allá de los deberes de alimentos y cargas del hogar que asumen de por sí, como por ejemplo, quién se quedará con el perro o con el auto en caso de separación. Si bien no es un requisito, aquellos que opten por realizar pactos de convivencia deben llevarlos ya rubricados ante escribano público.
La unión convivencial debutó en Santa Fe con el trámite digital que ya se implementa para los matrimonios domiciliarios. Esto quiere decir que al momento de concurrir al registro, se completará la planilla en el sistema informático con los datos personales que constatan la convivencia y se imprimen las actas para que las partes expresen su voluntad con la firma.
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