Ida y vuelta. Macri y Massa confrontaron respecto de los apoyos en una posible segunda vuelta.
Los candidatos presidenciales Mauricio Macri (Cambiemos) y Sergio Massa (Una Nueva Alternativa, UNA) protagonizaron ayer un cruce por un eventual ballottage con el aspirante del Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli.
Mientras que Macri confió en que irá a una “segunda vuelta” electoral y que su rival de UNA lo apoyará porque será “coherente”, Massa le espetó: “Que no se coma el desayuno antes de la cena. Nosotros vamos a un ballottage”.
“Lo que más consolidado aparece es la idea de que si Macri está en la segunda vuelta pierde con Scioli y, si nosotros estamos en el ballottage, le ganamos (al bonaerense)”, enfatizó el ex intendente de Tigre durante una visita a Bahía Blanca.
Tanto en esa ciudad como en la inauguración de un hospital municipal materno infantil en Tigre, Massa enfatizó que su frente estará “en segunda vuelta” para “cambiar la historia” y le pidió a Macri, sin nombrarlo, que “no se deje llevar por la soberbia”.
“Decirles a quienes compiten conmigo que bajen un poquito la soberbia”, indicó en Tigre y agregó: “Decirle al ingeniero (por Macri) que no se coma el desayuno antes de la cena. Nosotros vamos en una segunda vuelta”.
Asimismo, Massa insistió en que el haber centrado la campaña en las propuestas lo ubica en “una situación de ventaja de cara a una segunda vuelta”.
“Eso nos puso en un lugar que la gente valora mucho, y lo valora mucho más cuando mira los escenarios eventuales de segunda vuelta y ve que somos los que le podemos ganar a Scioli, y que si no estamos en el ballottage el kirchnerismo puede seguir en el gobierno”, planteó.
Además, el candidato de UNA afirmó que, si resulta electo, convocará a “radicales y progresistas para un gobierno amplio”, al tiempo que cuestionó a los que abandonan su partido y “prefieren acomodarse por un cargo”.
“Nosotros, más allá de si Macri nos apoya o no, convocaremos a un gobierno amplio a sectores radicales, progresistas. Creemos muy valioso poder llamar a gente como Margarita Stolbizer y de la UCR, a algunos de los que acompañaron a Macri en esta primera etapa”, anunció.
En ese mismo lugar, pero unas horas antes, Macri ofreció una conferencia de prensa en la que, al ser consultado sobre un posible acuerdo con Massa en un ballottage, respondió: “Más allá de que él fue jefe de Gabinete y que a todo su equipo lo constituyen ex ministros del kirchnerismo, tendrá la posibilidad de demostrar su coherencia apoyándonos en una segunda vuelta”.
Por otro lado, el referente del PRO sostuvo que en el próximo gobierno “hay que endeudarse todo lo que se pueda” con los organismos de crédito mundiales para encarar obras de infraestructura, ya que quedarán “pelados y secos” de fondos en el Banco Central.
El jefe de Gobierno porteño habló de lanzar, en caso de llegar a la primera magistratura, “el plan de infraestructura más importante de la historia de la Argentina”.
Para eso, indicó, se requiere el “apoyo del Banco Mundial, del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), de la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) y de todo el financiamiento mundial”.
Macri manifestó, además, que “el cepo (cambiario) es un invento de este gobierno”, ironizó que “tienen exclusividad”, y añadió: “Esta gestión ya ajustó todo, estamos llenos de cepos, y eso trajo más pobreza. Debemos aumentar la producción, no hay otra”.
Para el postulante opositor, “acá es claro el escenario: hay un oficialismo que tiene una primera minoría dura, compacta, y un espacio que se dirigió con la fortaleza, con la coherencia de proponer algo distinto desde hace muchos años, que es Cambiemos”.
Sobre su polémica participación en un acto de homenaje a Juan Perón (ver página 14), Macri explicó: “Tenemos claro qué expresa Cambiemos, el PRO mismo, que dio cabida a justicialistas, radicales, partidos del centro y, mayoritariamente, a gente que nunca habíamos hecho política”.
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