Junto con el destituído y condenado Víctor Brusa, Montti era secretario del siniestro juez Federal Fernando Mántaras durante la dictadura en Santa Fe. Recibía declaraciones de presos torturados y no denunciaba las condiciones en las que las víctimas hablaban.
Rosario 12 |
Rosario/12 accedió a las pruebas que valoró el fiscal Walter Rodríguez para imputar y pedir esta semana la indagatoria del ex secretario del Juzgado Federal de Santa Fe, Víctor Manuel Montti, por legalizar declaraciones bajo tortura en los años de plomo. Según la denuncia, Montti era el "lazo comunicacional" con el Ejército y encargado de recibir los "informes" del Destacamento de Inteligencia Militar 122 "sin firma responsable", que luego se incorporaban a las causas. El ex juez Fernando Mántaras ya fallecido, Montti y sus segundos, Víctor Brusa y Jorge Ciriaco Nuñez a quien también imputó integraban un "engranaje judicial" que "encajó a la perfección en el accionar" del terrorismo de Estado, dijo el fiscal.
El fiscal acusó a Montti por una "práctica sistemática" de "incumplimientos de los deberes de funcionario público por omisión de denuncias, ya que ante él se dejó constancia de confesiones arrancadas mediante métodos violentos", y a pesar de eso, el funcionario "se abstuvo" de promover las investigaciones y cumplir la ley. Las pruebas:
*Miguel Angel Rico. Detenido desde 1975. Casi dos años después, Montti recibió "un informe telefónico" del Ejército y con ese sólo "elemento", Mántaras desarchivó una causa en la que ya estaba sobreseído. Rico negó los hechos que le imputaban y denunció que su "declaración espontánea" había sido escrita por los represores, que lo obligaron a firmarla. Montti "no formuló la denuncia penal", ni promovió la investigación, dijo el fiscal Rodríguez.
*Francisco Klaric. En julio de 1977, Mántaras y Montti lo interrogan por lo que supuestamente había dicho en marzo y en abril ante el Ejército y la Policía Federal. Klaric les dijo que esas "declaraciones espontáneas no eran tales" y que sufrió "graves irregularidades en su detención" y "en las condiciones en las que estaba privado de su libertad". "A pesar de eso, Montti no formuló la denuncia", reveló el fiscal.
*Juan Carlos Ojeda. Lo secuestraron en la Navidad del \'75. Un mes después del golpe, en abril del \'76, Mántaras y Montti lo interrogan en la cárcel de Coronda. Le muestran una supuesta "declaración espontánea" ante el Ejército, pero él responde que "no fue interrogado" ni "prestó declaración" y denunció el secuestro y las torturas en un centro clandestino.
*Felipe Solé. En noviembre de 1976, Mántaras y Montti lo indagan en la cárcel de Coronda, donde "rectifica su declaración" anterior por que estaba "bajo amenaza de muerte" y en el interrogatorio, "le vendaron los ojos y lo torturaron". "No existe constancia de que Montti radicara una denuncia en razón de los delitos que fueran relatados" por Solé, señaló el fiscal.
*Daniel Alvarez. En junio de 1976 lo indagan el juez subrogante Gerardo Yebra y Montti, a quienes les relata el secuestro y las torturas que sufrió en la seccional 1ª de Policía. "Si bien Montti adquirió conocimiento" de estos supuestos delitos "no existen constancias de que haya realizado la correspondiente denuncia" y luego se dictó "la prisión preventiva del imputado sin valorar su descargo".
*Silvia Ostertag. La indagan en la cárcel de Devoto, donde estaba detenida, en junio de 1977. Les dice a Mántaras y a Montti que había sido torturada por un grupo de tareas y rectifica las declaraciones que le obligaron a firmar sin leerlas. "A pesar de haber asistido al acto, Monti omitió efectuar la denuncia de los hechos ilícitos", explicó el fiscal.
*María Cristina Beltramini. Es la segunda indagada por Mántaras y Monti en la cárcel de Devoto por una "declaración espontánea" que había hecho un año antes, en julio de 1976, ante el Ejército. Ella se rectifica. Montti no formuló denuncia.
*Juan José Perassolo. Declaró dos veces: la primera, en la Policía Federal y la segunda, en julio de 1977, ante Mántaras y Montti, a quienes les dijo que la declaración anterior "no se ajustaba a la verdad" porque se la habían arrancado "en forma violenta". "No existe constancia de que Montti haya efectuado la correspondiente denuncia por los delitos" que relató Perassolo, ya fallecido.
*Ana María Jaureguiberri. En enero de 1978, Mántaras y Montti la indagan en la cárcel de Paraná, donde denuncia que la "declaración espontánea" ante el Ejército que le exhibían se la sacaron bajo "amenazas y tormentos". Les dijo que todo lo que decía el papel "no era verdad", que lo había firmado "por miedo" y sin leerlo porque estaba "encapuchada". Fue el propio Montti quien había judicializado esa "declaración espontánea" y a pesar de tener noticias de la "posible comisión de delitos, no formuló la denuncia", dijo el fiscal Rodríguez.
*Orlando Barquín. En una indagatoria, en julio de 1977, denunció a Mántaras y Montti los "tormentos" que había padecido en una "declaración espontánea". Barquín "se rectificó de sus dichos por cuanto fueron arrancados por apremios ilegales", dijo. "No obran constancias de que Montti haya formulado la denuncia", reiteró el fiscal.
*Daniel Gatti. Otra indagatoria en la cárcel de Coronda. Fue en agosto de 1977, cuando Gatti denuncia la "intimidación, amenazas y apremios ilegales" que había sufrido en las "declaraciones espontáneas" ante el Ejército que les exhibieron Mántaras y Montti. Las "rectifica en todo su contenido" porque "no se ajustan a la verdad" y dijo que las firmó bajo "coacción moral y el temor de ser apremiado".
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