Las facturas de Macri, las dudas de Carrió y el mal momento de Santoro

Los días de elección suelen dejar historias mínimas que le ponen una nota de color a los comicios. La múltiple jornada de hoy no fue la excepción.

 El jefe de gobierno porteño y candidato a presidente de la Nación, Mauricio Macri,obsequió una docena de facturas a las autoridades de la mesa en la que le tocó votar en una escuela del barrio de Palermo.

"Ya estaban equipadas con barritas de cereal y yo les traje calorías, les pido disculpas por tentarlas", se excusó el referente del PRO, que se adelantó a las críticas que podría recibir por la cantidad que llevó. "Me hacen fama de miserable porque eran pocas... son tres facturas por persona, está bastante bien", se defendió.

El sistema de boleta electrónica funcionaba sin inconvenientes, pero Elisa Carrió tuvo alguna dificultad porque no reconocía las caras de los candidatos y demoró 2 minutos 30 segundos en realizar el proceso que le permitió votar. "Es que no veo nada, estoy cerca de los 60", se justificó antes de emprender la retirada sin hacer declaraciones, porque "a la mañana no se habla con nadie, se toma café".

La boleta no fue lo único que generó dudas en la gente: en una escuela de Villa Urquiza, un votante se mostró excesivamente confundido y le preguntó a un agente de seguridad "dónde se encuentra la boleta de la fórmula Scioli-Zannini". La consulta primero generó sorpresa y luego se convirtió en una anécdota que hizo reír a varias personas.

En el barrio de Palermo, Jorge Williams, un reconocido sastre de la zona, se presentó a votar con atuendo gauchesco y una escarapela argentina gigante en la espalda con la que buscó dar una muestra de patriotismo; por supuesto, rápidamente se convirtió en blanco de los fotógrafos y camarógrafos que estaban el el lugar.


El candidato a Jefe de Gobierno porteño del Pro, Horacio Rodríguez Larreta, encabezó el tradicional desayuno que los postulantes de su partido comparten en el inicio de cada jornada electoral y sorprendió con una conferencia de prensa descontracturada en la que se declaró "fanático de las tostadas". Más que por el resultado del comicio, el dirigente macrista estaba inquieto porque esta noche no podrá ver el partido homenaje que jugará Racing.

Un mal momento pasó el postulante a vicejefe de Gobierno porteño por el Frente para la Victoria, Leandro Santoro: al buscar su nombre en el padrón electoral de una escuela de Caballito, se encontró con que al lado de su apellido alguien había agregado la palabra "traidor"; por eso, luego de votar, ratificó ante la prensa que su decisión de acompañar a Mariano Recalde "fue la correcta al observar el rumbo que tomó la UCR".

 

 

Además dijo que le da "mucha pena que la boleta electrónica en la Ciudad sea amarilla", porque interpretó que "es un metamensaje" del PRO" que se podría haber evitado. "La Ciudad es de todos los porteños", recordó.

El secretario de Deportes de la Nación, Carlos "Camau" Espínola, emitió su sufragio en la Escuela Liceo Pedro Ferré, un establecimiento educativo de la capital correntina que sufrió un incendio que demandó la intervención de tres dotaciones de la Unidad Especial Bomberos de la Policía. "Fue un problema por un cortocircuito. Por suerte se dio un sábado y no un día de clases", señaló antes de emitir su voto en un lugar que "aparentemente está en condiciones para que se pueda sufragar".

En la Rioja, Cristina Salzwedel, apoderada de la Fuerza Cívica Riojana, presentó ante el Tribunal Electoral provincial denuncia de irregularidades "gravísimas" durante el acto electoral.

En particular, presentó un reclamo por "violación de la veda" contra el sector oficialista que candidatea a intendente de la capital al actual secretario de la Gobernación, Alberto Paredes: "En los ingresos a las escuelas, todo el -paredesurquisismo- está identificado con bufandas azules, violando la veda, y entregando votos de su sector a la vista de toda la gente".