Es una historia trágica, escalofriante y que nunca debió suceder, aunque nadie pudo hacer algo para evitarla. La mera descripción parece de pesadilla: un niño de tres años que fue, literalmente, mecido hasta la muerte por su madre en un columpio de un parque en Maryland.
De acuerdo a información reciente de The Washington Post, la oficina del Alguacil del Condado Charles indicó que la muerte del pequeño Ji’Aire Donell Lee, de tres años, registrada el 22 de mayo pasado se debió a que su madre lo colocó en el columpio del parque Willis Memorial en el pequeño pueblo de La Plata, Maryland, y lo dejó en él durante dos días, mientras lo mecía como en un juego que resultó macabro y triste. El menor habría muerto de frío y deshidratación.
Al parecer, la madre del niño, Romechia Simms, de 22 años, sufrió algún tipo de colapso nervioso y por ello pasó 44 horas en el parque, a la intemperie, con su hijo sentado y meciéndose en el columpio. No fue sino hasta que un vecino del lugar, que los había visto el día anterior, llamó a la policía cuando supuso que algo raro estaba pasando. La madre habría permanecido con su hijo todo ese tiempo en el parque, y las autoridades han desestimado alegaciones de la madre de Simms que dijo que ella en algún momento de ese periodo había dejado el parque para volver a casa.
En los días en los que sucedieron los hechos, la temperatura en el área era fría y había caído llovizna, de acuerdo a la televisora NBC, lo que junto a la deshidratación habría provocado la muerte del pequeño.
El caso ha sido considerado homicidio, aunque la cuestión psiquiátrica podría tenerse en cuenta en este caso, ya que según el Post, la madre de Simms ha dicho que su hija sufre de depresión y trastorno bipolar y ya había tenido conductas destructivas anteriormente (saltó de un taxi en movimiento con su hijo a cuestas, de acuerdo al testimonio de James Lee, padre del menor fallecido, quien estaba peleando la custodia total del niño pero sólo la obtuvo de modo parcial).
Y el periódico New York Daily News señaló que, con todo, aún no se han presentado cargos contra Simms y se esperará a que el Procurador Estatal revise el caso antes de decidir si se procede con una acusación formal. Simms fue hospitalizada tras el incidente, aunque pudo asistir al funeral de su hijo.
Las historias de horror cinematográfico y los dichos populares hablan de una mano ominosa que mece la cuna de un niño. Pero en la realidad, fue en este caso la mano de la propia madre quien, posiblemente privada de su juicio, meció y meció a su niño hasta la muerte.
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