La mamá de la adolescente que el miércoles a la noche volvió a ser atacada por su padre, empleado del Ministerio Público de la Defensa, pidió que el juez Gon sea destituído. Díaz fue detenido por primera vez en febrero; en abril salió y volvió a prisión. El acusado fue detenido en su vivienda en las primeras horas del miércoles.
Diario UNO |
Manuel Díaz, el empleado del Ministerio Público de la Defensa de la ciudad de Vera, que en abril salió en libertad por decisión del juez Gustavo Gon -a pesar de estar acusado de violar a su hija de 15 años- volvió a ser detenido ayer luego de que el miércoles a la noche lo acusaran de atacar nuevamente a la adolescente en un descampado de esa ciudad.
La crónica policial indica que la víctima había asistido con unas amigas a los festejos patronales en honor a San Juan Bautista, y que cuando volvía a su casa, el denunciado la golpeó salvajemente, la llevó a un terreno baldío y la volvió a violar. La chica fue encontrada desmayada por una vecina, que dio aviso a la policía y la trasladaron al hospital.
La mamá de la adolescente, Leandra Marinelli, ya había advertido el riesgo de que el hombre hubiera sido liberado; incluso el fiscal de la causa, Leandro Benegas, había apelado ante la cámara el beneficio que el juez Gon le había otorgado a Díaz. En su exposición, Benegas también había advertido el serio riesgo que significaba para la víctima, que el acusado quedara libre.
Los pronósticos de Marinelli y del fiscal se cumplieron, y Díaz comenzó a hostigar a su hija. Incluso llegó a amenazarla por Facebook y le dijo que levantara la denuncia contra él o que se suicidara. La semana pasada, la chica tuvo que ser internada porque intentó quitarse la vida.
Ayer, tras haber sido detenido, a Díaz se le amplió la imputación. Ahora está acusado por abuso sexual gravemente ultrajante, reiterado; corrupción de menores y abuso sexual con acceso carnal, e instigación al suicidio, todos agravados por el vínculo. La fiscalía volvió a pedir que se le dicte la prisión preventiva, una decisión que, otra vez, quedará en manos del tan cuestionado Gustavo Gon.
Mientras tanto, la mamá de la víctima adelantó que planea pedir el juicio político para el juez Gon y también para el defensor general de la provincia, Gabriel Ganón, quien había decretado que a partir de junio, Díaz sea reincorporado a su lugar de trabajo.
En este sentido, el fiscal regional de la 4ª Circunscripción, Eladio García, adelantó que desde el Ministerio Público de la Acusación se está evaluando la posibilidad de acompañar a Leandra Marinelli con el pedido de juicio político y, además, aseguró que la semana próxima ya se presentará el pedido para que el caso llegue a juicio oral. Si los plazos de la oficina de gestión judicial acompañan, estiman que el debate se podría llegar a realizar luego de la feria judicial. García detalló que por los delitos que está acusado, hay una expectativa de pena mínima de 12 años de prisión para Díaz.
La causa se inició en febrero pasado, cuando la hija de Leandra, que ahora tiene 15 años, se escapó de la casa de Manuel Díaz y fue a buscarla. Hacía muchos años que Leandra no veía a sus dos hijas, porque Díaz la había obligado a firmar un documento en el cual le entregaba la tenencia plena de las niñas, y tampoco dejaba que las visitara.
La adolescente le contó a su madre que los ataques comenzaron cuando ella tenía cinco y que se hicieron más violentos hasta que cumplió los nueve y fue violada. En ese momento, frenó la violencia sexual, pero continuaron los golpes, y las amenazas y presión fueron crónicas.
Tanto así, que al día de hoy, la adolescente sufre severas crisis de nervios: “Se le duermen las piernas, siente muchísimo dolor y no las puede mover. Los médicos dicen que es producto de estrés que está sufriendo. Las dos (por sus hijas) tuvieron una vida muy dura. Siempre les decía: «si hablan yo las mato». Una de mis hijas tiene contusiones en la cabeza que le quedaron de tantos golpes que recibió. Y a la otra, una vez le rompió las ortodoncias de un puñete cuando se enteró que tenía novio. Ni siquiera las dejaba tener amigos”, contó Leandra.
Otro agravante que tiene el caso es que Manuel Díaz es empleado del Poder Judicial. Cumplía funciones en el Servicio Público de la Defensa, en la ciudad de Vera, que hoy se está haciendo cargo de su propia defensa. Para Leandra, esos vínculos en la Justicia fue lo que le permitieron mantenerse impune tanto tiempo.
“Yo perdí contacto con las chicas hace varios años. Me hizo firmar la tenencia, cuando yo ni siquiera sabía lo que estaba firmando. Y ahí me sacó a las nenas. Vivíamos en la misma ciudad, pero la única forma de que yo pudiera pasar un ratito con ellas, cuando eran más chiquitas, era si yo primero accedía a tener relaciones sexuales con él. Pero ni aun así podía estar sola con las nenas. Siempre estaba él en el medio y ahora entiendo por qué”, detalló la mujer. La otra hija de la pareja, hoy de 17 años, vive con la abuela y la tía paterna. Leandra ya pidió también su tenencia.
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