Foto:Danilo Chiapello
Nos vamos. “Además de afrontar la pérdida de todo lo que nos robaron, tengo que pagar tres meses para rescindir el contrato de alquiler”, se lamentó Diego.
Danilo Chiapello
“Me voy. No me quedo ni un minuto más en este lugar. Tengo una hija chiquita y siento que toda mi familia está en peligro”, dice Diego Pérez (26) mientras su mirada recorre por última vez la casa que alquila en Alvear 5216, en el corazón de barrio Sargento Cabral.
El joven se ve conmocionado aunque no hay lágrimas en sus ojos. Habla sin gritar, pero con la firmeza de quien sabe que algo tomó un rumbo irreversible. A su lado está su compañera de vida, Romina (30).
Fue un hecho delictivo lo que obró drásticamente en el ánimo de esta pareja que ya realiza los trámites para abandonar el inmueble.
Golpe exprés
Anoche, una vez terminadas sus obligaciones laborales, Diego y Romina salieron de su casa para cenar con unos amigos. Eran cerca de las 21.
Pero al regresar (una hora y media después) rápidamente advirtieron una serie de detalles que le indicaban que algo fuera de lo normal había sucedido.
La luz del frente de la casa estaba apagada y la cerradura de un portón de rejas estaba violentada. Idéntico tratamiento se observó en la puerta de entrada a la casa.
Apenas ingresaron al inmueble, Diego y Romina se pusieron de cara al horror.
El interior de la vivienda estaba ahora en completo desorden. Algunos muebles habían sido destrozados. Y además faltaban electrodomésticos y otros objetos de valor.
Se supone que quien irrumpió en la finca no actuó solo. Y que contó además con el apoyo de algún vehículo para cargar el botín.
Anoche, una vez terminadas sus obligaciones laborales, Diego y Romina salieron de su casa para cenar con unos amigos. Eran cerca de las 21.
Pero al regresar (una hora y media después) rápidamente advirtieron una serie de detalles que le indicaban que algo fuera de lo normal había sucedido.
La luz del frente de la casa estaba apagada y la cerradura de un portón de rejas estaba violentada. Idéntico tratamiento se observó en la puerta de entrada a la casa.
Apenas ingresaron al inmueble, Diego y Romina se pusieron de cara al horror.
El interior de la vivienda estaba ahora en completo desorden. Algunos muebles habían sido destrozados. Y además faltaban electrodomésticos y otros objetos de valor.
Se supone que quien irrumpió en la finca no actuó solo. Y que contó además con el apoyo de algún vehículo para cargar el botín.
Doble castigo
“Salimos a las 21 y regresamos a las 22.30. Es decir que en menos de una hora y media nos desvalijaron la casa”, narró hoy Diego en diálogo con este diario.
“Lo primero que vi fue la luz del frente apagada, (la habíamos dejado encendida). Luego que habían ‘reventado’ la puerta de rejas y la de entrada a la casa”, agregó.
A la hora de enumerar los objetos faltantes las víctimas apuntaron que “nos llevaron un LCD de 42 pulgadas; una Notebook; un GPS; herramientas de peluquería tales como planchitas, secadores de pelo, tijeras; una play Station 3; una cajita con alhajas familiares. Ah también se llevaron los calzados”, dijeron las víctimas.
En tanto Diego apuntó que los ladrones se hicieron de una escopeta, calibre 16, de muy alto valor sentimental “porque era un regalo de mi abuelo”, dijo.
“Sólo nos dejaron la cocina, la heladera y una mesita. Menos mal que estamos casi pegados con la seccional 5ta.”, ironizó.
Más adelante Diego reveló que “tomamos la decisión de irnos de la casa. Recién vengo de rescindir el contrato, con todo lo que eso implica. Además de asumir la pérdida de todo lo que me robaron, tengo que pagar los tres meses de adelanto para rescindir el alquiler.
“Lo único bueno de esta historia es que a mi nena no le pasó nada”, culminó.
Indignación
Lo acontecido provocó indignación también entre los vecinos de las víctimas, quienes se quejaron por la inseguridad que impera en la zona.
Los entrevistados señalaron que en los últimos meses son reiterados los robos y asaltos que se producen en la zona.
Para ello recordaron otro resonante golpe ocurrido en la pilchería Plan B, ubicada en Salvador del Carril y Necochea, la que tuvo que cerrar sus puertas tras ser desvalijada.
“Salimos a las 21 y regresamos a las 22.30. Es decir que en menos de una hora y media nos desvalijaron la casa”, narró hoy Diego en diálogo con este diario.
“Lo primero que vi fue la luz del frente apagada, (la habíamos dejado encendida). Luego que habían ‘reventado’ la puerta de rejas y la de entrada a la casa”, agregó.
A la hora de enumerar los objetos faltantes las víctimas apuntaron que “nos llevaron un LCD de 42 pulgadas; una Notebook; un GPS; herramientas de peluquería tales como planchitas, secadores de pelo, tijeras; una play Station 3; una cajita con alhajas familiares. Ah también se llevaron los calzados”, dijeron las víctimas.
En tanto Diego apuntó que los ladrones se hicieron de una escopeta, calibre 16, de muy alto valor sentimental “porque era un regalo de mi abuelo”, dijo.
“Sólo nos dejaron la cocina, la heladera y una mesita. Menos mal que estamos casi pegados con la seccional 5ta.”, ironizó.
Más adelante Diego reveló que “tomamos la decisión de irnos de la casa. Recién vengo de rescindir el contrato, con todo lo que eso implica. Además de asumir la pérdida de todo lo que me robaron, tengo que pagar los tres meses de adelanto para rescindir el alquiler.
“Lo único bueno de esta historia es que a mi nena no le pasó nada”, culminó.
Indignación
Lo acontecido provocó indignación también entre los vecinos de las víctimas, quienes se quejaron por la inseguridad que impera en la zona.
Los entrevistados señalaron que en los últimos meses son reiterados los robos y asaltos que se producen en la zona.
Para ello recordaron otro resonante golpe ocurrido en la pilchería Plan B, ubicada en Salvador del Carril y Necochea, la que tuvo que cerrar sus puertas tras ser desvalijada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario