El fiscal general ante el Tribunal Oral de Resistencia, Federico Carniel, entiende que las cinco personas juzgadas por el caso "Carbón blanco", terminarán con penas de prisión.
La Capital |
"A nuestro criterio sobran elementos para condenar a esta organización". El fiscal general ante el Tribunal Oral de Resistencia, Federico Carniel, entiende que las cinco personas juzgadas por el caso "Carbón blanco", terminarán con penas de prisión. Lo que se juzga es el envío de tres contenedores con más de una tonelada de cocaína en otras tantas partidas de carbón vegetal envasado en un depósito situado en Quitilipi, a 140 kilómetros de la capital chaqueña. Por el caso se juzga, entre otros, a Patricio Daniel Gorosito, constructor del magnífico predio en 21 hectáreas del ex Club Real Arroyo Seco, vendido en 2008 a Rosario Central. En una entrevista con La Capital, durante un intervalo del juicio que se suspendió tras la renuncia del presidente del Tribunal, Carniel afirma que Gorosito era uno de los líderes del grupo investigado, y que las evidencias respecto de sus actividades son decisivas. "En realidad, la prueba es fuerte contra todos. De no haber cumplido cada uno su rol, los contenedores con droga no habrían podido partir".
"El cuerpo probatorio contra los acusados es firme. Están definidos los roles de cada imputado. Está el expediente de Portugal donde hay sentencia firme contra Rolando Di Renzo y Leonardo Prodan, dos miembros de este mismo grupo que fueron atrapados con la mercadería del primer envío, unos 380 kilos de cocaína secuestrados en un galpón de las afueras de Lisboa el 8 de marzo de 2012 dentro de los paquetes de carbón que salieron del depósito de Quitilipi, acá en Chaco, de la empresa Carbón Vegetal del Litoral. Estos dos implicados recibieron 9 años de prisión, vale decir que a parte de este mismo grupo la Justicia de Portugal le impuso condena por el hecho que se inicia acá. La documentación de exportación nos da una idea del derrotero que hizo el contenedor donde iba la droga desde Quitilipi, donde estaba el depósito de carbón, hasta el puerto de Buenos Aires desde donde salió hacia Portugal. También está el trabajo que se hizo en el puerto de Buenos Aires para frenar el segundo contenedor donde se halló droga y que no llegó a salir", relató pormenorizadamente el fiscal.
—¿Cuál es el origen de esta investigación?
—Todo empieza en las afueras de Lisboa cuando se contrata a una empresa de limpieza para acondicionar un depósito de modo de recibir más carbón. Allí los de la firma de limpieza descubren la droga haciendo sus tareas y avisan a la policía. La policía de Portugal empieza a investigar y ya sabía en que en abril de 2012 iba a llegar un cargamento. El primer cargamento llega el 8 de marzo de 2012. A raíz de eso, con los datos de las bolsas de carbón y la empresa importadora, se detectan varias cosas relevantes: quién había mandado la exportación, quiénes son los responsables en Argentina, quiénes estaban en la recepción.
—¿Qué papel cumple para ustedes Patricio Gorosito en este esquema?
—Nosotros establecimos que él estaba en la cúspide de la organización junto al abogado Carlos Salvatore, ambos como jefes del grupo. El trabajo que hace Salvatore es el de conseguir pasaportes falsos a las personas que van a recibir la droga en Portugal, como los condenados Di Renzo y Prodan, de organizar la logística para sacar los estupefacientes (pagar sueldos, alquiler de galpones, fletes). Gorosito hacía lo mismo pero en Europa. Con el pretexto de ser intermediario de futbolistas, que acaso lo fuera, se instala en Barcelona. Desde acá Salvatore le remite el dinero y Gorosito efectúa los pagos a las empresas que estaban por recibir el carbón, para el alquiler de depósitos y al personal necesario. A los que hoy están presos en Portugal alguien los tenía que sostener. Era un negocio fabuloso. El kilo de cocaína en Europa en ese momento salía 45 mil euros. La cantidad que se descubrió en los dos contenedores que llegaron allá eran más o menos 44 millones de euros.
—El fiscal de primera instancia sostuvo que Gorosito estuvo ligado al derrotero de la droga: que operaba los enlaces con los vendedores en Bolivia, que la traía en camiones hasta Arroyo Seco y que luego la redespachaba hasta el galpón de Quitilipi para embarcarla a ultramar.
—El dato que yo tengo por probado es que el cargamento donde se mezcla carbón con cocaína se cerró en Chaco. El informe de la policía portuguesa dice que los precintos que aseguran la carga no fueron violados. ¿La mecánica de exportación cuál es? No hace falta llevar la carga al puerto para que salga de allí. La Aduana controla la mercadería, cierra el camión y le pone un precinto. Si el camión va precintado eso se llama mercadería consolidada. Esa mercadería técnicamente ya está fuera del país y el precinto solo puede abrirse bajo requerimiento de un juez. La droga salió del puerto de Barranqueras, en Chaco, donde la aduana no la detectó. Fue en camión a Buenos Aires sin que se abriera la carga precintada. Subió al barco y se fue. Por lo que el último lugar donde la carga de carbón estuvo abierta fue en el depósito de Quitilipi. La droga se cargó acá. Si alguien dice que se cargó en otro lado lo va a tener que demostrar. Esta es la razón por la que el juicio se hace aquí en Chaco.
—La jueza de primera instancia, Zunilda Niremperger, no involucró al personal aduanero que no detectó la carga porque no puede demostrar que ellos supieran que dentro del contenedor estaba la droga. Con este principio la defensa de Gorosito dice que no hay una prueba contundente de dónde se cargó la droga. Y que por tanto el juicio no se debe hacer en Chaco sino en Buenos Aires dado que de ahí salió seguro el embarque hacia Portugal.
—Se acordaron tarde de plantearlo. Ellos lo que quieren es empezar el juicio de cero allá. Antes de la declaración indagatoria hay un acto que se llama cuestiones preliminares. Si no lo plantearon ahí ya están fuera de término para proponer la incompetencia.
—Gorosito asegura que su única responsabilidad en el hecho es trasladar dinero hacia Europa y no droga.
—Me guío por lo que diga en el juicio y hasta ahora hizo silencio. l, hasta ahora, sólo hizo declaraciones difusas en donde involucra a Salvatore como cabecilla. Lo concreto es que nosotros tenemos por probado que el contenedor burló el control aduanero y que las cinco personas que están en juicio colaboraron, con distintas funciones, para que eso ocurriera. De no haber estado alguno de ellos en su papel el contenedor no habría salido.
—Las declaraciones en Portugal de Di Renzo y Prodan señalan que la banda recibía en parte de pago un 30 o 40 por ciento de la droga que recibían para despachar a Europa. Algo así como un pago en especie.
—Di Renzo y Prodan fueron condenados en Portugal a 9 años de prisión por tráfico de drogas, falsificación de documento público y asociación ilícita. En la causa de Portugal hay llamados telefónicos entre ellos dos y Gorosito. A ellos, que estaban allí con nombres falsos, los agarran cometiendo el delito en Portugal con las bolsas de carbón con la droga en la mano. Por eso no les cabía la extradición. Héctor Roberto era la mano derecha de Gorosito, interactuaba con Salvatore y Gorosito para traer la plata desde Buenos Aires al depósito de Quitilipi de donde salía la droga. Con ese dinero se pagaban los sueldos a los changarines, las bolsas de carbón, los fletes internos. l menciona en una declaración indagatoria que se junta con Gorosito y un tal Manuel en el Hotel Presidente de Buenos Aires para traer dinero a Chaco y Manuel Carrascosa era el alias que adoptó Salvatore.
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