Expertos en seguridad crearon el Observatorio Latinoamericano de Delitos Informáticos. Marcelo Temperini y Maximiliano Macedo cuentan cuáles son los objetivos que persigue la iniciativa.
Grooming, sexting, ciberbullying, robo de identidad, hacking, cracking, phishing son algunos de los términos que últimamente suenan a diario en los medios de comunicación masiva. Son problemáticas de las cuales se escucha hablar cada vez más seguido, pero que la mayoría de la gente no sabe cómo enfrentar. Pero, no son solo los ciudadanos los que no saben cómo manejarse frente a una amenaza digital, también los gobiernos han tenido que ir incorporando estas temáticas a sus agendas y aggiornando sus legislaciones a las problemáticas actuales.
Maximiliano Macedo y Marcelo Temperini son dos jóvenes profesionales de la ciudad que, junto a Cristian Borghello, uno de los principales referentes en seguridad informática del país, decidieron tomar el toro por las astas y empezar a clarificar el panorama. Es imposible abordar un problema si no se conocen sus dimensiones, si no se cuenta con información precisa y estadísticas. Justamente eso es lo que pretende lograr Odila, el Observatorio Latinoamericano de Delitos Informáticos. En diálogo con Diario UNO, los santafesinos Temperini y Macedo brindaron detalles de la iniciativa.
—¿Cuándo se lanzó el observatorio?
Marcelo Temperini: El proyecto se lanzó oficialmente a fines de septiembre. Pretende ser un lugar para que el ciudadano constate si el problema que tuvo, por ejemplo que le entren en la cuenta de correo o le borren archivos de la computadora, es o no un delito informático. Es decir, si está tipificado dentro del Código Penal. Entonces, en el caso que lo sea, la plataforma le informa dónde puede ir a denunciarlo. Además le dice si hay legislación al respecto y cuáles son los primeras medidas a tomar, cosa que muchas veces los usuarios desconocen.
—¿Cómo funciona Odila?
Maximiliano Macedo: Básicamente, es un sistema informático que hemos desarrollado y que tiene una especie de cerebro que procesa la información. Uno ingresa los datos de lo que le ocurrió y el sistema le devuelve, si es o no un delito y en caso de que lo sea, qué ley y qué artículo podría ser aplicable. Además da una serie de recomendaciones generales y los lugares adónde denunciar.
—¿Cuáles son los objetivos que se proponen?
M. T.: Lo que pretendemos es que denuncie y que se conozca un poco más acerca de cuáles son los delitos informáticos tipificados. Esto lo digo porque trabajamos en seguridad de la información y viene gente a consultarnos para ver si nosotros podemos hackear una cuenta de correo. Te vienen a pedir directamente que cometas un delito y te lo dicen sin parpadear. Es algo que no puede suceder realmente. Hace más de seis años que Argentina tiene legislación referente a los delitos informáticos. Además, el proyecto no es solo para nuestro país, sino que es para toda Latinoamérica.
M. M.: Lo que queremos combatir es la cifra negra del delito. Es decir, todos los hechos que ocurren pero que no son denunciados y no llegan a conocimiento del Estado. En delitos informáticos hay un montón de cosas que pasan y que nadie las denuncia porque no sabe adónde acudir. Esto conlleva a que cuando uno habla con determinadas personas para poder avanzar te dicen: ¡Pero esto no ocurre tanto! Y en realidad no tenemos números oficiales que nos permitan dimensionar el problema. Es necesario contar con estas estadísticas para que desde un punto de vista político se puedan tomar decisiones serias a mediano o largo plazo para combatir el cibercrimen. Tener esta base de datos puede ayudar después a legislar sobre cuestiones que hoy no están contempladas en los distintos países de Latinoamérica.
—¿Cómo funciona el sistema de denuncias de la plataforma?
M. M.: Hemos incluido en la página un formulario muy sencillo para que aquellos que fueron víctimas de algún delito lo informen y para que cualquier ciudadano que no sepa si lo que le pasó es o no un delito pueda denunciarlo de forma anónima. No es necesario dejar datos personales y nosotros tampoco pretendemos buscarlos.
M. T.: Además la gente tiene que entender que esto no inicia una investigación formal, es simplemente una guía para que el ciudadano sepa adónde dirigirse y que el Estado se preocupe de perseguir el delito.
—¿Qué tipo de denuncias han tenido hasta el momento?
M. T.: Estamos recepcionando muchos casos de injurias, que es algo muy común. Sobre todo en redes sociales como Facebook o Twitter. También varios casos de acoso y amenazas. Lo que hay que entender también es que aquí hay una discusión legal de fondo. Depende mucho cuál es el criterio que uno tenga para considerar un hecho como delito informático. Técnicamente un delito informático es cuando se comete a través de medios electrónicos. Pero, si uno abre demasiado esa bolsa va a encontrar que todos los delitos que se cometen a través de algún medio digital, pasarían a ser delitos informáticos. Nosotros tomamos solamente algunos, y la idea es que la gente que colabore con su denuncia se lleve, por un lado un informe que le sirva para saber qué tiene que denunciar y dónde hacerlo; y por el otro, aporte un número para que dentro de un tiempo podamos empezar a publicar estadísticas que permitan dimensionar mejor cuál es la problemática.
—¿Qué repercusiones han tenido con el proyecto?
M. M.: En septiembre lo presentamos en el encuentro de Jóvenes Investigadores de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, con muy buena recepción y hace unos días pudimos contar el proyecto en la EkoParty, que es el evento de seguridad informática más grande del país. También, la semana pasada estuvimos en la Risecon (Rosario Information Security Conference) y hay mucho interés en la iniciativa. Estamos trabajando además con muchas provincias, por ejemplo hace poco estuvimos en Córdoba en donde vienen realizando un gran trabajo con respecto al cibercrimen.
Por Coqui Toum / Diario UNO de Santa Fe
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