En Santa Fe. La empresaria estuvo ayer en las oficinas de Diario UNO.
La exmodelo, empresaria y esposa del gobernador bonaerense Daniel Scioli, Karina Rabolini, estuvo jueves y viernes en Santa Fe, desarrollando tareas en su función de presidenta de la Fundación Banco Provincia. En ese marco, también se refirió a la candidatura presidencial de su marido, a su rol como potencial primera dama del país y saldo que dejarán 11 años de kirchnerismo.
Rabolini se reunió con el arzobispo José María Arancedo, a quien reconoció como una figura relevante del escenario local y nacional.
También participó de una actividad de “mujeres emprendedoras”, organizado por la Cámara de Mujeres Empresarias y Emprendedoras del Centro Comercial de Santa Fe. Además visitó el complejo de Cilsa y entregó donaciones en el Centro de Día un Mundo Especial, en Colastiné Norte.
Su visita se suma a la de funcionarios bonaerenses y colaboradores del postulante a suceder a Cristina Kirchner desde el Frente Para la Victoria en la misma semana, lo que expone una clara avanzada de este sector en la capital provincial en el marco del armado político de cara al año electoral que se aproxima.
En diálogo con Diario UNO de Santa Fe, Rabolini señaló que las razones de su visita se fundamentan en el trabajo llevado a cabo por la fundación que preside hace siete años. “Trabajamos en contacto con otras fundaciones, interactuamos con ellos. Y también llevamos nuestros programas a otras provincias porque hay empresas privadas que nos acompañan y nos piden que repliquemos lo que hacemos en Buenos Aires en otras provincias”, señaló.
En este sentido ejemplificó que “gracias a la amistad de Daniel (Scioli) con el expresidente norteamericano (Bill Clinton) hay una fundación americana que se llama Walk Free of Fundation que nos eligió en la Argentina para que distribuyamos las sillas de ruedas”. “Hay otros programas como «Una Mirada Para los Niños» con el que hacemos todo un relevamiento oftalmológico y les llevamos los anteojos a los chicos que lo necesitan”, destacó.
—En el caso que Scioli llegue a la presidencia, ¿cómo imagina su rol? ¿Más vinculada a la política?
—Como primera dama no me imagino con una tarea política, pero sí haciendo lo que Daniel me pida. Daniel cuando asumió como gobernador en Buenos Aires me dio la responsabilidad de la fundación. Si bien es una estructura chiquita, un país dentro de otro país, nos dio también la posibilidad de interactuar con todos los ministerios de la provincia y eso nos da la posibilidad de resolver más pedidos que recibimos. Considero que es lo que debe hacer la mujer de un gobernador, que es un lugar de cierto privilegio. Me gustaría seguir trabajando desde lo social y ayudando en lo que se pueda. No voy a ser ni candidata, ni voy a ocupar un cargo público. Seguiré trabajando desde lo social, como hasta el momento.
—Kirchner y Scioli prometían un país en serio en 2003. ¿Se logró ese objetivo?
—Muchas cosas se lograron, para otras hay que seguir trabajando. Daniel es una persona que no propone empezar de nuevo, sino aprovechar todo este esfuerzo que se viene haciendo, todo este trabajo para que Argentina pueda pasar a una próxima etapa de desarrollo. Daniel en eso tiene una cualidad muy especial que es la de ser un gran desarrollador. Seguramente hará los cambios que demande el momento. Porque además, un país es algo muy dinámico, el contexto internacional cambia. Sin deshacer lo que se hizo a lo largo de estos años, el continuará la tarea con su estilo, con su forma de ser. Tiene la posibilidad de dialogar con distintas fuerzas políticas y poder trabajar con personas que puedan pensar distinto. Es una persona que escucha, que se nutre de otras opiniones.
—¿Qué ofrece de distinto Scioli de los otros candidatos?
—Que Daniel fue empresario y que considera que la política es una herramienta para cambiarle la vida a la gente. Que la vida a Daniel le haya planteado tantos desafíos cuando fue empresario, deportista y que haya conocido mucha gente en el exterior, posibles inversionistas para nuestro país. Esas también son ventajas a considerar, sumado a que ya gobernó la provincia de Buenos Aires en dos oportunidades.
—¿Cómo visualizás este último año de gestión de la Presidenta?
—La Argentina va a andar muy bien. Y eso es lo que Daniel intenta manifestar: tranquilidad. Nadie niega que hay momentos más fáciles o más difíciles y quizás estemos atravesando un momento complicado, pero Argentina tiene un gran potencial. Además la Presidenta va a dejar un país desendeudado y eso vale mucho. Daniel es muy optimista porque tiene muy en claro lo que haría con Argentina y cómo definiría los nuevos desafíos.
—¿Cómo piensa el sciolismo el vínculo con las provincias?
—El concepto federal que tiene Daniel para la Argentina lo celebro mucho. Cada provincia tiene un gran potencial y hay trabajar en la descentralización; de hecho él lo hizo en la provincia, ampliando la coparticipación para cada uno de los municipios en más de un 500%, lo cual es en una transferencia automática de fondos que le da a los municipios mucha autonomía y mucha agilidad de decisión para resolver los problemas. Y eso habla de un concepto federal que el aplicaría en todo el país. También destaco cómo maneja los mecanismos de control: la gestión está en manos de la oposición.
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