Ocurrió la tarde de ayer en el estacionamiento de la parroquia Natividad del Señor, en barrio Rucci. Se enfrentaron integrantes de dos gavillas.
La Capital |
"No hubo muertos o más heridos porque Dios es grande". Así, un vecino que reside en las inmediaciones de la parroquia Natividad del Señor a cargo del padre Ignacio, concluyó su relato de lo que sucedió el miércoles a la tardecita cuando dos gavillas se trenzaron a balazos a metros del templo en el que se celebraba la misa de las 19. "Fue una de cowboys. Primero un tipo llegó a pie y arma en mano y empezó a disparar para esta zona (el cruce de las calles Ortega y Mena donde está el estacionamiento de la iglesia). Le tiraba a alguien que se había refugiado en la playa de autos. Después llegó un auto, creo que era un Citroën C3 negro, y uno gritó: «Dale, dale que lo hirieron al tío». Y al toque lo empezó a perseguir un Volkswagen Polo verde. Y se fueron tiroteando hasta la cruz de avenida de Los Granaderos y Palestina (puerta de ingreso al barrio La Cerámica)", relató uno de los testigos del hecho.
Pocos minutos después del tiroteo frente a la parroquia del padre Ignacio, a las 19.20, el Citroën negro llegó a la guardia del hospital Alberdi. Los ocupantes ayudaron a bajar a un hombre con heridas de bala en el brazo y la pierna izquierda y después se fugaron. El herido fue identificado como Daniel R., de 39 años, con prontuario abierto y domicilio en las inmediaciones del barrio Municipal de Nuevo Alberdi. Según las fuentes, es pariente de una familia de pesos pesados de la zona noroeste rosarina. Tras ser asistido quedó demorado a disposición de la Fiscalía de Flagrancia y Turno. En tanto, del Volkswagen Polo verde y sus cuatro pasajeros nada más se supo.
"Esto fue una locura. Todas estas cuadras estaban repletas de autos estacionados porque el padre Ignacio estaba dando bendiciones en la casa parroquial, y decí que fue después de las 19 y ya había empezado la misa en donde había unas 250 personas. Pero fue justo en el horario en que estaba cerrando el centro de salud (1º de Mayo) y estaban por entrar los alumnos de la escuela nocturna (que funciona en el edificio de la primaria Nº 1229). Mirá, capaz que la bronca era con alguno de los que vienen a acompañar a las noviecitas a la escuela", describió un vecino.
Tema recurrente. Ayer a la mañana barrio Rucci lucía tranquilo, aunque el tema recurrente en cada diálogo era "la última balacera, porque acá tiros hay todos los días", como lo describió un vecino. En la esquina de Ortega y Mena un cartel reza: "Gracias San Expedito. Disculpá la demora".
El miércoles a las 19 los balazos sobresaltaron al vecindario que vive en torno a la obra del padre Ignacio. Según el relato de los vecinos, en Mena y Concolorcorvo (la esquina de la iglesia) se produjo un intercambio de disparos. Un hombre corrió hacia el estacionamiento de la parroquia perseguido a pie por otro. "Escuché una detonación y me asomé porque pensé que era la gente de Rosario Central que estaba festejando —dijo una testigo que estaba dentro de la casa parroquial en la que había al menos 200 personas esperando la bendición del padre Ignacio— y vi como un muchacho apuntaba hacia el estacionamiento y comenzaba a disparar. Hizo tres o cuatro disparos. Y yo me metí adentro. Después los disparos siguieron. Es imposible de describir la conmoción que había en la casa parroquial", indicó la mujer.
Todos en el piso. ¿El que disparaba tiraba hacia la iglesia? "Disparaba hacia ahí porque el que perseguía se metió ahí", agregó otro vecino. Y continuó con el relato: "Entonces en la esquina de Ortega y Mena se paró un Citroën C3 negro. Lo que se escuchaba era que llamaban a alguien. No sé si el que estaba adentro del estacionamiento o el que le estaba disparando porque me agaché. «Dale, dale que lo hirieron al tío», se escuchó. Y se fueron. Otro, con la pistola en la mano, se fue caminando tranquilo y pasó por el medio de la placita (ubicada en Gómez Cornet al 2700, paralela a Ortega) en la que los pibes que jugaban a la pelota y los que se estaban fumando un porro estaba todos tirados en el piso. Al toque pasó el Polo verde que empezó a correr a los del C3", indicó el vecino. "Mientras todo esto pasaba, llegaron dos policías en moto. Pero con esas motos no pueden correr a nadie y los perdieron", agregó.
En la escena del crimen quedaron alrededor de 15 vainas servidas de calibre 9 milímetros que fueron recolectadas por los vecinos. Dijeron que también vieron un revólver calibre 38, un auto con un balazo en una de sus cubiertas e impactos en uno de los monoblocks. La balacera marcó la suspensión de la actividad en la parroquia. En el lugar actuó la flamante Policía de Acción Táctica. Y las detonaciones de los disparos se mudaron hasta el ingreso a barrio La Cerámica, en avenida de Los Granaderos y Palestina.
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