Estar de mal humor se suma a la lista de factores de riesgo para el corazón, que incluye a la obesidad, el sedentarismo y el ser fumador. ¿Las claves para estar jóvenes y saludables? Reirse más y enamorarse.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo, tanto en hombres como en mujeres. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), provocan en América 1,9 millones de muertes al año, mientras que el cáncer genera 1,1 millones; la diabetes, 260.000; y las enfermedades respiratorias crónicas, 240.000. Todas estas enfermedades comparten factores de riesgo como la obesidad, la inactividad física, el tabaquismo y la dieta no saludable, entre otros. Dentro de los que más afectan al corazón se encuentra también el enojo, una emoción que puede producir un envejecimiento del cuerpo 3.000 veces más rápido de lo normal.
¿Qué pasa cuando nos enojamos?
* El corazón bombea sangre con mayor rapidez y la envía a los músculos del cuerpo en caso de que haya que correr o defenderse.
* Se crean más plaquetas y se pone en marcha el sistema inmunológico por si hay alguna herida en el cuerpo.
* Se siente fatiga y hambre.
* Las células cargadas de los lípidos liberan grasa en el flujo sanguíneo, deteriorando las arterias. La grasa acumulada se convierte en colesterol malo. El enojo es una emoción totalmente normal y hasta sana, cuando no sucede con demasiada frecuencia, pero en exceso es altamente perjudicial para la salud del corazón. Además de aumentar el riesgo de infarto cardíaco, también puede producir ataques cerebrales, depresión y Alzheimer. La importancia de cambiar los hábitos.
* Vivir más tranquilos: hacer pequeños cortes en la rutina y descansar ocho horas.
* Llevar una dieta sana: comer más frutas y verduras, limitar el consumo de sal, evitar las grasas trans, los azúcares y el tabaco.
* Practicar actividad física: se recomienda hacer ejercicio aeróbico al menos tres veces a la semana.
* Reírse más y enamorarse: los momentos de felicidad, la risa y, en especial, el enamoramiento producen más “micro-reparadores” y “micro-rejuvenecedores” que mejoran el nivel de vida.
Fuente: Doctor Ernesto Crescenti - entremujeres
No hay comentarios:
Publicar un comentario