Tras los paros, las escuelas de la UNR redefinen prioridades y estrategias de refuerzo educativo. Admiten que "nunca una medida de fuerza tiene efecto neutro o nulo" sobre el proceso de aprendizaje.
La Capital |
Los tres colegios secundarios que dependen de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) —Politécnico, Superior de Comercio y Agrotécnica de Casilda— afinan por estas horas el diseño de estrategias para compensar los 29 días de clase perdidos por paros docentes en lo que va del año. El consenso apunta básicamente a trabajar sobre los "objetivos prioritarios", reforzando las tareas que se hacen en el aula con más instancias de apoyo y consulta, pero sin sumar tiempo de escolaridad. Aun así, todos admiten que lo que "ya se perdió, se perdió", sin que eso signifique un deterioro irreparable en el proceso educativo. "Nunca una medida de fuerza tiene un efecto neutro o nulo sobre los contenidos", admitió ayer el subsecretario académico de la UNR, Claudio López, tras salir de una reunión que abordó específicamente el tema con las máximas autoridades de las escuelas.
Aunque el gremio que agrupa a los profesores de la UNR, Coad, no definió aún con qué modalidad continuará sus reclamos ante el gobierno nacional, anteanoche se supo que el 70 por ciento de los votos se inclinaron por interrumpir el paro por tiempo indeterminado iniciado el 11 de junio pasado.
Esa huelga llegó a cumplir 17 días, pero antes el gremio ya había encarado otras doce medidas de fuerza escalonadas (en rigor once, a las que se sumó la adhesión a una protesta a nivel nacional liderada por la CTA de Pablo Micheli y la CGT de Hugo Moyano). De ese modo, en lo que va del año la UNR ya tuvo 29 días menos de clase que lo que marcaba originalmente el calendario lectivo.
De entrada la preocupación principal apuntó a los colegios, ya que por la edad de los alumnos se entiende que poseen menor capacidad de autogestión. Cuanto más chicos, más fuerte el impacto de los días sin clase.
Sin embargo, tras conocerse la decisión gremial, en los colegios se confía en la capacidad de docentes y estudiantes para recuperar lo perdido. De hecho, "desde antes de las vacaciones" de invierno ya vienen planificando estrategias para lograrlo.
"Siempre es posible", afirmó, optimista, el vicedirector del Politécnico Francisco De Marco, quien contó que el colegio ya venía "trabajando bajo la hipótesis de que el paro por tiempo indeterminado se iba a levantar".
Así, "el lunes mismo se retomarán las actividades previstas". Es decir, se tomarán los exámenes de previas y libres en el secundario y los de mitad de año en el terciario". Las clases regulares del nivel medio recomenzarán el jueves.
"Por el momento no se contempla" la posibilidad de reforzar los horarios de clase o desdoblar los turnos, adelantó De Marco, convencido de que "la discusión es otra: ver qué contenidos se van a priorizar, pero sin caer bajo lo mínimo indispensable".
Aun así, admitió, "alguna afectación" en el proceso de aprendizaje se va a dar. Y en "ciertos casos", dependiendo de la situación escolar de cada chico, será necesaria una "mayor ayuda" de los profesores, con obvios refuerzos en las instancias de "consulta y apoyo".
De hecho, en la propia página web del colegio (www.ips.edu.ar), bajo el título "Reestructuración de las actividades académicas", cada departamento estipula cuáles fueron y serán sus mecanismos de evaluación y eventualmente de apoyo.
Cubierto. El Superior de Comercio también descartó sumar horas de refuerzo en contraturno porque de hecho, recordó su directora, Gabriela Zamboni, los alumnos ya tienen "cantidades de actividades" curriculares y extracurriculares en turno contrario (por ejemplo, educación física, ajedrez, mecanografía, talleres contables e inglés por niveles, entre otros).
Por otra parte, todo el espectro horario del edificio que ocupa el Superior está cubierto con cursados: el colegio tiene veinte grupos de nivel medio en turno mañana y otros tantos a la tarde, y por la noche se dictan dos terciarios.
Aun así, Zamboni no esquivó el bulto para reconocer que la pérdida de clases ejercerá efectos. "No hay duda, sobre todo entre los más chicos", aseguró.
La paradoja es que sobre ellos, básicamente de 1º y 2º años, pesó más "la pérdida de hábitos" (de cursado, de estudio, de disciplina escolar), pero a la vez son quienes tendrán "más años por delante" para recuperar los contenidos que este ciclo quedarán cortos.
Al término de una reunión con los directivos de los tres colegios que dependen de la UNR, el propio subsecretario académico del rectorado coincidió con esa visión realista, pero a la vez desdramatizada.
"Nunca una medida de fuerza tiene un efecto neutro o nulo sobre los contenidos", por lo que "ciertamente va a haber algún atraso en el dictado", reconoció López.
Sin embargo, recordó que "también es cierto que las escuelas ya vienen trabajando en la recuperación" y en la "adecuación de su calendario académico", incluso desde antes que comenzara el receso invernal.
La implementación concreta de esas instancias, dijo, dependerá "de cada asignatura y cada cátedra" (por ejemplo, de la cantidad de días perdidos por cada una, ya que los primeros paros se concretaron sobre todo los días martes, miércoles y jueves).
Desde el rectorado también aportarán a ese proceso a través de la Dirección de Orientación Estudiantil y el servicio de tutorías, que funcionarán como "soporte" para las escuelas, sobre todo en los años iniciales.
"En particular primer año, donde va a ser un poco más compleja la reinserción porque los chicos todavía atravesaban una especie de adaptación" al nivel medio cuando comenzaron los paros, recordó el funcionario.
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