En Sudáfrica, recorre el mundo un hecho por demás insólito. Contrajo matrimonio una pareja poco convencional para cumplir un ritual religioso.
Son vecinos y se inpuso el amor... En Ximhungwe, en la provincia de Mpumalanga, en Sudáfrica, dieron el sí Saneie Masilela, de 9 años, y Helen Shabangu, de 62, según la información recogida por el diario inglés Daily Mirror.
El fiesta de casamiento tuvo más frente a 100 invitados, incluido Alfred Shabangu, de 66 años, ex marido de la novia. "Mis hijos y yo estamos felices porque no tenemos problemas con que se case con el chico", explicó el hombre. Sus hijos, de 28 y 38 años, avalaron la boda.
La pareja se casó por los espíritus ancestrales de la familia del pequeño. Claro que hay un dato no menor: parece que esto no será para toda la vida. Saneie quiso cumplir ahora el ritual pero cuando sea más grande prometió contraer matrimonio con una chica de su edad. "Esta ceremonia es un juego, para hacer felices a los ancestros, él ya tendrá la oportunidad de casarse con otra chica y formar su familia", afirmó la madura Helen.
Entonces, podría llamárselo, por qué no, un auténtico fraude.
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