Ayer el propio uruguayo sintió la necesidad de transmitir sus sensaciones, de dejar en claro qué pasó en los últimos días, y de reafirmar el porqué de su decisión de seguir.
La Capital |
Se acabaron las especulaciones, las versiones y los tuitters. Sebastián Washington Abreu se queda en Central. No importa que el contrato aún no esté firmado. El Loco tuvo palabra, "códigos" como lo calificó, y se no se moverá de Rosario. Aunque reconoció que la tentación que le llegó desde Río de Janeiro fue muy fuerte, no quiso hacer lo que de otros critica y seguirá "muy contento" en el plantel canalla, persiguiendo los nuevos objetivos y pletórico de satisfacción de sentirse, a los 37 años, todavía tironeado por dos clubes de la importancia del de Arroyito y de Botafogo. Ayer el propio uruguayo sintió la necesidad de transmitir sus sensaciones, de dejar en claro qué pasó en los últimos días, y de reafirmar el porqué de su decisión de seguir vistiendo la camiseta auriazul.
"Quizás no muchos sepan la idolatría que tienen los hinchas de Botafogo conmigo y la identificación con ese club. Desde que me fui, siempre añoré la posibilidad de volver y justo ahora, que no andan bien, me vinieron a buscar", relató. "Fue el mismo presidente el que me llamó y no miento al decir que me movilizó un montón, que me sacudió los cimientos, porque cuando me fui lo hice por capricho y me arrepentí. Pero pasado ese momento de euforia y analizando todo, decidí quedarme como me había comprometido", le dijo a Ovación.
Como se sabe, Abreu volvió a entrenar en Central sin tener el nuevo contrato firmado y por lo tanto, legalmente, podía haber elegido otro destino. Pero "nunca fue un problema de dinero. Siempre estuvo en claro lo que hablamos. Y aunque esto me produjo sentimientos encontrados, porque todo lo que pasé acá y allá fue muy lindo, privilegié los códigos. Tenía un compromiso asumido acá y hay que saber respetarlo".
Abreu contó además que volver a Botafogo, donde se fue a fines de 2012 luego de ganar cuatro títulos y hacer una gran cantidad de goles, "era un anhelo aún antes de venir a Central". Además, un dato no menor, a mitad de junio y en pleno inicio del Mundial, los torcedores lo invitaron a Río de Janeiro y un millar de fanáticos lo homenajearon en Copacabana. "Fue todo espectacular y por eso es que digo que me movilizó, pero una vez pasado el momento no tuve dudas de que mi lugar estaba acá".
Es que el Loco sostuvo que Central "es un club que me dio todo, con mucho respeto y el afecto que me demuestran a cada paso. No fue fácil, pero me gané un lugar".
Lo cierto es que a Abreu, en este largo receso, fue tironeado por dos equipos de distintos países al de su origen y a su edad, donde seguro no está lejos del retiro, es una satisfacción enorme. "A esta edad mantener ese fuego encendido, poder mantener una regularidad y una vigencia, la verdad es que sí te hace sentir bien, porque entendés que dejaste una huella. Y en el caso de Central poderla incrementar con el resto del equipo".
Punto final entonces. Abreu entrenará hoy y mañana viajará a Uruguay para estar un par de días con los suyos antes de reiniciar la competencia oficial y, de paso, ver mañana en el Centenario el amistoso Nacional-Boca. El contrato seguramente quedará resuelto durante la semana porque en caso contrario no podrá jugar. Pero ya no hay dudas, la 13 la seguirá teniendo el Loco en Central.
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