Un agente de la delegación local de la Policía Federal fue apresado ayer en su puesto de trabajo por sus presuntos vínculos con el accionar de bandas narcocriminales, causa que investiga el juez de Instrucción Juan Carlos Vienna a partir del crimen de Martín "Fantasma" Paz, ocurrido en septiembre de 2012. El agente quedó alojado en la alcaidía de la Jefatura de la Unidad Regional II y será indagado hoy a la mañana en la sede de Tribunales.
La Capital |
Waldemar Raúl Gómez prestaba servicios en la Sección Inteligencia de la Delegación Rosario de la Policía Federal, en el edificio de 9 de Julio al 200. A ese lugar fue convocado ayer a la mañana por el jefe de la repartición. Entonces le informaron que "hay escuchas telefónicas que lo vinculan con integrantes de la familia Cantero" que lidera la banda de Los Monos. Y, además, que por ese motivo sobre él pesaba una orden de detención emitida por el juez Vienna.
El agente entregó entonces su placa, su arma reglamentaria y dos teléfonos celulares, uno de los cuales estaba intervenido judicialmente, y fue trasladado al penal policial de la alcaidía de avenida Francia al 5200.
Escuchas. Según fuentes de la pesquisa, el agente Gómez "aparece en escuchas telefónicas en conexión con algunas personas investigadas en el expediente 313/12", que es el que el juez Vienna abrió el 8 de septiembre del año pasado a partir del homicidio mafioso de Martín "Fantasma" Paz, acribillado a tiros cuando estaba junto a su familia a bordo de una cupé BMW en Entre Río y 27 de Febrero. El avance de esa pesquisa llevó al magistrado a desbaratar las bandas narcocriminales lideradas por la familia Cantero en el barrio Las Flores y por Luis "Pollo" Bassi en Villa Gobernador Gálvez.
"Al juzgado le tomó cierto tiempo establecer la identidad de la persona que surgía en las escuchas aunque se sabía que era un agente de la Policía Federal. Una vez determinado fehacientemente de quien se trataba no se dudó en ordenar la detención", dijo una fuente a este diario.
La detención del agente Gómez marca que ya son doce los uniformados vinculados directamente a la causa. Los primeros en ser apresados fueron diez oficiales de la policía santafesina, muchos de ellos de alto rango, todos los que actualmente gozan del beneficio de la prisión domiciliaria pero siguen vinculados a la investigación; luego fue el turno de un agente de Prefectura Naval que sigue tras las rejas; y ahora el del agente federal.
Todos los agentes de seguridad, en mayor o menor medida, quedaron ligados a la pesquisa por el mismo motivo: prestar colaboración a los integrantes de la banda de Los Monos, a quienes presuntamente protegían poniéndolos en aviso ante los operativos que las fuerzas de seguridad iban a realizar en sus quioscos o búnkers de ventas de drogas
No hay comentarios:
Publicar un comentario