"Grela inédito" es el título elegido por el Centro Cultural Parque de España para la exposición que, a partir de hoy, permitirá disfrutar de obras del maestro Juan Grela (1914-1992) que nunca antes se exhibieron en la ciudad y de otras que, si se mostraron, lo hicieron hace ya más de 50 años.
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Excepto una, que es propiedad de una galería porteña, todo el resto pertenece a particulares y a la propia familia del artista, uno de los grandes nombres que ayudaron a Rosario a ganar un lugar tan destacado en la historia de la plástica. La muestra, organizada en el marco de la celebración de los 20 años del centro cultural, incluye unas 90 obras de Grela —entre óleos, témperas, dibujos, collages y un extraordinario mural con 215 piezas de vidrio— y recorre todas las etapas de su producción.
"Candor es la justa palabra que define un marcado aspecto de su personalidad: sinceridad, sencillez y pureza de ánimo", dice el curador de la exposición y discípulo del maestro, Rodolfo Perassi. Es ese candor, si se quiere demasiado pudoroso para llegar a expresarse como ingenuo, el que impregna a la muestra del Parque España de un aura que todos los que lo conocieron le atribuyen a Grela: el de una profunda honestidad.
Hogar migrante. El artista nació en Tucumán en 1914, en el seno de una humilde familia trabajadora, pero llegó a Rosario de muy niño y desarrolló todo el resto de su vida en la ciudad.
Mientras cursaba tercer grado (sólo hasta cuarto llegó su escolaridad formal), Grela ya ejercía como aprendiz de peluquero, oficio con el que se ganó la vida durante muchos años, hasta que pudo hacerlo, trabajosamente, con el arte.
La anécdota no es banal: entre cliente y cliente de la peluquería, cuenta Perassi, el artista se las ingeniaba para robarle un ratito al trabajo y así pintaba tras bambalinas. No bien terminaba un servicio, le entregaba el diario a quien seguía en el turno y se escabullía. De esos instantes, preciosos de tan mínimos, nacieron las obras que se conocen como "de los cinco minutos"
También siendo muy joven Grela abrazó el ideario marxista, lo que lo llevó a afiliarse al Partido Comunista a los 16 años, una convicción que, con más o menos contradicciones a lo largo de las distintas etapas de su vida, convivía por entonces en él con la fe católica.
Otra marca clave para su formación la dio su ingreso, en 1935, a la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos, fundada y dirigida por Antonio Berni, a quien consideró su maestro, así como también lo fueron José Planas Casas y Gustavo Cochet. Años más tarde, Grela integró otro colectivo de plásticos que también obtuvo proyección nacional: el Grupo Litoral.
Y el amor hacia su inseparable compañera Aid Herrera, ella misma artista plástica y madre de su único hijo —el también talentoso compositor de música contemporánea Dante Grela—, es otra de las claves que ayudan a recorrer la obra expuesta en el Parque España. Ambos fueron sus modelos para la serie de pinturas que ponen en el centro de la escena a la maternidad y que formalmente se caracterizan por la figura humana en escorzo.
Los tres túneles pensados y montados por Perassi proponen un recorrido temporal invertido, que parte de las últimas obras pintadas por el maestro (incluyendo dos inconclusas) hasta llegar a la primera etapa de su quehacer: los paisajes "domingueros", de sus 18 años.
En el medio aparecen collages de papel, cartones y maderas, y una producción compuesta por 215 piezas de vidrio texturado y pintado que llevaba un par de décadas guardada en cajas: se trata de "La mural", obra realizada ad hoc a lo largo de seis años (del 83 al 89) para la casa que un admirador de Grela, Gustavo Soboleosky, tenía en Alberdi.
Como suele ocurrir, y aunque parezca increíble, cuando Soboleosky vendió su propiedad no logró entusiasmar al comprador con el mural del maestro y así fue como los maravillosos vidrios firmados terminaron embalados hasta ahora, explica Perassi, activo colaborador en la realización de esa composición.
Esas y otras obras —aproximadamente noventa— podrán disfrutarse en "Grela inédito", una selección perteneciente a colecciones particulares que, o bien nunca fueron expuestas al público o, si se mostraron, fue hace ya demasiados años: más de 50.
Perassi recuerda incluso que las dos últimas exposiciones del maestro se remontan a una en el Museo Estévez en el 92, pocos años antes de su muerte, y otra antológica en el Castagnino, del 2007. Poca cosa más se mostró del gran artista en Rosario durante mucho tiempo. Era hora de reparar esa ausencia.
La muestra podrá visitarse en el Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río) a partir de hoy (la inauguración será a las 20) y hasta el 15 de diciembre, de martes a domingos y lunes feriados de 15 a 20.
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