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sábado, 26 de octubre de 2013

ROSARIO: Dos Jefes policiales y un Sargento quedaron detenidos por las fugas en la Alcaidía

El jefe de Automotores quedó preso bajo la presunción de ejercer influencia para filtrar información a Los Monos. El jefe de la Alcaidía y un sargento aparecen involucrados en las sucesivas fugas de dos detenidos en ese penal.

Dos Jefes policiales y un Sargento quedaron detenidos por las fugas en la Alcaidía

 Dos jefes de la Unidad Regional II de Policía están presos desde ayer, bajo sospecha de haber hecho lo opuesto a lo que se esperaba de ellos en la función que ocupaban. Se trata del titular de la sección Sustracción de Automotores, Germán Herrera, involucrado en la investigación sobre la banda Los Monos, y del jefe de la Alcaidía Mayor, Walter De Marco, más un sargento subalterno, quienes serán indagados hoy por las curiosas y sucesivas fugas de dos detenidos en ese penal de avenida Francia al 5200. Antes de que los respectivos jueces decidieran el arresto de estos policías, hubo actitudes que en Tribunales interpretaron como un mensaje desafiante de algunos hombres de la fuerza de seguridad hacia la tarea judicial. Desde el Ejecutivo no compartieron esa impresión y ratificaron "el acompañamiento" político a las decisiones de los magistrados.
Las órdenes de detención se produjeron en simultáneo, ayer al mediodía, pero en juzgados diferentes y por investigaciones distintas.
El juez de instrucción nº 4, Juan Carlos Vienna, esperaba ayer por la mañana en su despacho a un agente de Automotores al que había citado en el marco de la mega causa que empezó investigando el crimen mafioso de Martín Fantasma Paz y que ramificó en múltiples allanamientos y detenciones con epicentro en la organización gestada por el clan Cantero, cuyo fundador, Ariel, está prófugo desde entonces. La cabeza de la banda está desarticulada: Claudio Pájaro Cantero fue asesinado en mayo, su hermano Guille se entregó en junio, y su hermano de crianza, Ramón Machuca, Monchi, está prófugo.
Pero el agente no acudió solo a la cita en el juzgado. Llegó acompañado de otros compañeros de la sección, lo que en el tribunal interpretaron como una insinuación apremiante. Testigos de la escena contaron que el juez Vienna llamó de inmediato al jefe de la UR II, Luis Bruschi. Una hora después de haber entrado, el titular de la policía rosarina salió del despacho del juez con la orden de detener al jefe de Automotores, comisario Germán Herrera. Vienna lo hizo apresar bajo la presunción de ejercer la influencia de su cargo para filtrar información a Los Monos sobre investigaciones que los involucraban y advertirle acerca de procedimientos policiales que habían sido ordenados y que afectarían sus intereses.
Fuentes judiciales contaron que "hay elementos de sobra" para fundar la sospecha sobre el jefe policial, y que el principal indicio es el contenido de algunas escuchas telefónicas que lo incriminan.
Con una presunción similar, en los últimos meses han sido desplazados y aprehendidos diez policías de diversos rangos. Primero cayeron los oficiales Gustavo Gula Gula Pereyra y Juan Chavo Maciel, que revistaban en la Secretaría de Delitos Complejos, también el subjefe de Automotores, Guillermo Cardini, el jefe de la ex Drogas Peligrosas en Rosario, Cristian Floiger, el suboficial de la comisaría 15ª Angel Avaca y el de la Brigada de Investigaciones Abraham Lescano. Una semana atrás siguieron el mismo camino el comisario Sergio Blanche, el cabo Cárdenas y los sargentos Juan Delmastro y Anacleto Enrique. Estos diez policías fueron indagados y continúan imputados, aunque en libertad.
Fue el mismo Bruschi el que buscó a Herrera y lo arrestó. Hoy será interrogado por el juez Vienna.
También al mediodía, la jueza de instrucción nº 6, Raquel Cosgaya, ordenó la aprehensión del jefe de la Alcaidía, comisario principal Walter De Marco, y a un sargento a cargo del sistema de cámaras de videovigilancia en el penal. Consideró suficientes elementos para sospechar de que ambos facilitaron la evasión de los detenidos Brian Cáceres, el domingo pasado, y de Víctor Suárez anteayer. Con estos arrestos, suman cinco los funcionarios policiales de la Alcaidía detenidos. Los primeros tres cayeron en esa condición tras la primera fuga.
Ayer, un rato antes de que la jueza librara la captura, el jefe de la UR II había desplazado a De Marco de su cargo y reemplazado por el comisario principal Sergio Santallana.
Cosgaya y la fiscal Nora Marull habían comenzado a averiguar las circunstancias de la primera fuga. El domingo a la tarde, Cáceres fue conducido hasta el portón de calle, en Francia al 5200, para recibir un paquete. Allí lo aguardaba una chica en moto, a quien los guardias no le preguntaron ni el nombre. La joven le entregó a Cáceres una pistola con la que golpeó a los dos suboficiales que lo acompañaban, y huyó. Por esa situación insólita fueron relevados y detenidos los dos agentes y el celador de pabellón.
Cosgaya mandó un perito a analizar las imágenes que habrían captado las cámaras del presidio y a Demarco le dictó algunas instrucciones para avanzar en la pesquisa. El jueves escapó otro convicto -Meteoro Suárez- con llamativa facilidad para llegar al portón de salida, y la situación se tornó insostenible para los responsables. Ayer la jueza comprobó que el jefe de la Alcaidía incumplió con lo encomendado, y el perito notó en su regreso que las cámaras habían sido alteradas a pesar de que se les había colocado fajas preventivas. Luego de eso, la jueza libró la orden de detención del jefe del penal y del encargado de las cámaras. el Ejecutivo provincial hubo hermetismo en torno a estos sucesos, complementados por el allanamiento sobre la comisaría 10ª en el marco de la investigación del atentado contra el gobernador Antonio Bonfatti (ver nota aparte). Sólo el secretario de Seguridad, Matías Drivet, se limitó a declarar, desde la seccional de Alberdi, que "el gobierno ratifica el acompañamiento de todas las investigaciones que está llevando adelante la Justicia".

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