La obra, largamente reclamada por los vecinos de zona oeste, comenzó en noviembre de 2012 y estaría lista para julio de 2015, a pedido del propio gobernador Antonio Bonfatti. El aliviador permitirá mitigar el efecto de las inundaciones en la zona noroeste.
A pedido del propio gobernador Antonio Bonfatti, la provincia busca adelantar ocho meses la finalización de la primera etapa de la construcción del Aliviador 3, una obra de más 100 millones de pesos que comenzó en noviembre del año pasado. Así lo explicó a LaCapital el ministro de Aguas y Servicios Públicos santafesino, Antonio Ciancio, quien señaló que el plazo de obra es de 40 meses y explicó que el acortamiento de los tiempos será posible a través de la implementación de nueva tecnología.
Tras meses de demoras e insistentes reclamos de los vecinos de la zona oeste de la ciudad, sobre todo del sector de Empalme Graneros, la obra se puso en marcha en noviembre del año pasado. Se trata de una inversión largamente esperada ya que permitirá elevar los niveles de protección contra las inundaciones de amplios sectores del oeste rosarino que vieron descender esos estándares de seguridad ante las fuertes lluvias luego de las constantes urbanizaciones y consiguientes impermeabilizaciones de terrenos que se llevan adelante en localidades aledañas como Funes y Roldán.
Cambios. La obra, que está siendo ejecutada por las empresas Obring y Edeca, tiene un presupuesto oficial de 88 millones, pero Ciancio aclaró que con la actualización de los costos se superarán los 100 millones de pesos.
El plazo de los trabajos, que comenzaron con la construcción de un pozo de 12 metros, es de 40 meses y la fecha de finalización se prevé para marzo de 2016.
Sin embargo, el gobierno y la empresa trabajan para llegar a julio de 2015 con el trabajo finalizado. El ministro explicó que el acortamiento de los tiempos "es posible a través de la implementación "de un nuevo sistema a través del que se va haciendo el hormigonado al mismo tiempo que se va avanzando en las excavaciones, sin necesidad de llevar a cabo el encofrado, que es como se trabajó hasta ahora".
Pero la metodología, que se va aplicando en un túnel que tiene cinco metros de diámetro y que alcanzará más de dos kilómetros de largo, requiere una labor previa sobre el terreno, ya que "se trata de un suelo desventajoso, con mucha agua y disgregable, que obliga a instalar bombas de drenaje en forma constante".
Por eso, para avanzar en el nuevo sistema "ya se está trabajando en deprimir las napas y, a partir de ahí, utilizar la nueva tecnología", adelantó el funcionario.
Complemento. El ministro señaló que es una de las obras principales que se realizan y aclaró que "está acompañada de una batería de tareas, como es la nueva envocadura del Ludueña y la limpieza de los aliviadores, además de la construcción de defensas y reservorios a la altura de Roldán".
Paralelamente, ya se trabaja con técnicos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) en el diseño de la segunda etapa de las obras del Aliviador 3, con una inversión que supera los 400 millones de pesos.
Según adelantó el funcionario provincial, ya se llevan adelante monitoreos de los cauces y el objetivo es que el proyecto esté terminado antes de julio de 2015. "Habrá que salir a buscar financiamiento", dijo.
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