Según los resultados del escrutinio provisorio, el oficialismo consiguió mantener el quórum propio en el Senado. En la Cámara de Diputados, en tanto, se ubicaría apenas por encima de la mitad de los legisladores.
Pese a la derrota sufrida en 12 provincias y en la Ciudad de Buenos Aires, el oficialismo consiguió mantener el control del Senado y hasta mantuvo un ajustado quórum propio en la Cámara de Diputados. Aunque los resultados están muy lejos de la contundente victoria lograda en las elecciones presidenciales del 2011, el kirchnerismo conservará un número de adhesiones similares a los que tuvo en estas últimas semanas en el recinto.
Sin embargo, el panorama promete ser distinto a lo que pudo verse en los últimos dos años. Después del contundente triunfo logrado en 2011, el Gobierno no tuvo mayores problemas para que el Poder Legislativo aprobara sus proyectos. Ahora, sin embargo, sus números estarán ajustados al máximo de cara a los próximos dos años, cuando la carrera rumbo al 2015 ya comenzó y tres presidenciables como Sergio Massa, Hermes Binner y Julio Cobos desembarcan en el Congreso para intentar impulsar sus candidaturas desde las bancas recién ganadas.
Cuando el próximo 10 de diciembre asuman los nuevos legisladores electos, no sólo el kirchnerismo se verá afectado por el cambio de panorama, sino que será la oposición la que sufrirá los mayores cambios. Tanto la UCR como el interbloque del Frente Amplio Progresista mantendrán o tendrán una leve reducción de sus bloques en ambas cámaras, pero la principal novedad estará en la reconfiguración del llamado peronismo disidente con el desembarco de Sergio Massa a la Cámara baja.
Ya en los últimos meses, el interbloque que el Peronismo Federal había constituido en Diputados se vio partido en tres: por un lado, quienes se marcharon al Frente Renovador de cara a la inminente llegada del intendente de Tigre; por el otro, quienes decidieron quedarse en el grupo que tiene al alicaído Francisco de Narváez como principal figura y, en tercer lugar, quienes se reagruparon en Compromiso Federal, bancada que responde a los hermanos Rodríguez Saá.
Pero cuando todavía falta definir la repartición de cargos y comisiones, no pueden descartarse nuevos pases entre un bloque y otro. Incluso en el Senado ya el santafesino Carlos Reutemann, la chubutense Graciela di Perna y el pampeano Carlos Verna empezaron a trabajar de manera informal en línea con los intereses de Massa. Sólo resta ver si este acuerdo será finalmente oficializado.
Diputados
En lo que va del año, el cómodo quórum propio que tenía el oficialismo gracias al triunfo del 2011 se vio modificado con el correr de los meses. A cuentagotas fue perdiendo el respaldo de numerosos legisladores, hasta llegar a la situación en la que se encontró en el debate del Presupuesto, cuando debió recurrir a un puñado de opositores y monobloques para que ayudaran a lograr el número que pocos meses atrás no hubiera tenido inconvenientes para alcanzar.
Pero la situación parece haberse revertido con el resultado de esta elección. Con más del 90% de las mesas escrutadas en todo el país, el Frente para la Victoria obtiene 40 bancas propias, mientras que sus aliados del Frente Cívico por Santiago del Estero y el Frente Renovador de la Concordia aportan otros 6 escaños. Con ellos, el oficialismo llega a los 130 diputados propios y consigue superar por apenas un legislador la mayoría simple en el recinto.
La principal novedad en la Cámara será la más que probable reconfiguración que sufrirá el amplio y ancho campo del peronismo disidente con el desembarco de Sergio Massa. Gracias al contundente triunfo que obtuvo en la provincia de Buenos Aires, el intendente de Tigre sumará 13 diputados a los que su bloque del Frente Renovador tenía antes del comicio. Si bien su boleta obtuvo 16 escaños, ya los macristas Soledad Martínez, Christian Gribaudo y Gladys González anticiparon que se integrarán al bloque del PRO.
Precisamente los dirigidos por Mauricio Macri son uno de los máximos ganadores de la elección, ya que pasarán de 13 escaños a 18, gracias a las 5 bancas logradas en la Ciudad de Buenos Aires, las 3 obtenidas en alianza con Massa en Buenos Aires, las 3 cosechadas en Santa Fe de la mano de Miguel del Sel y los triunfos solitarios de Héctor Baldassi en Córdoba, Carlos Mac Allister en La Pampa y Eduardo Cáceres en San Juan.
Habrá que ver qué sucederá con el reducido Frente Peronista. Si antes de la elección se fragmentó en tres partes, ahora quedó aún más disminuido, ya que pasó de 14 bancas a apenas 10. De los nueve lugares que ponía en juego sólo consiguió renovar cinco con el ingreso de tres cordobeses que responden al gobernador José Manuel de la Sota, la revalidación de la correntina María Cremer de Busti y la reelección de Francisco de Narváez, a quien Omar Plaini ya anunció que no acompañará para constituir su propio monobloque. Antes de la elección, el empresario era el máximo referente del espacio que congregaba al justicialismo disidente. Ahora, con la llegada de Massa, no pueden descartarse nuevas fugas hacia el Frente Renovador.
Otra incógnita está en qué harán la UCR, los partidos que integran el interbloque del Frente Amplio Progresista y los cinco diputados que ingresaron por el frente porteño UNEN. Si bien muchos de ellos se han manifestado a favor de conformar una gran y única bancada, por el momento parece difícil que eso pueda concretarse. Hermes Binner, Julio Cobos, Elisa Carrió, Ricardo Alfonsín y Margarita Stolbizer constituirían quizás demasiados gallos para un solo gallinero. De hecho, ya dirigentes cercanos a la UCR, Martín Lousteau y Proyecto Sur confirmaron a Infobae que hasta el momento no hay nada concreto sobre esa iniciativa.
Senado
La situación en la Cámara alta se presenta un poco más holgada para el kirchnerismo, gracias a que el Frente para la Victoria obtuvo un triunfo en cinco de las ocho provincias que elegían senadores, Marcelo Fuentes logró la tercera banca que se jugaba en Neuquén y sus aliados del Frente Cívico y el Frente Popular se quedaron con los tres lugares que se disputaban en Santiago del Estero.
Así, el Frente para la Victoria ganó 11 bancas propias y sus aliados le sumarán otras tres, lo que le permitirá alzarse con un quórum propio de 39 legisladores, compuesto por 31 dirigentes "puros" y 8 aliados. Detrás, como gran ganador de la noche en la categoría se ubicó el PRO de Mauricio Macri que logró sus primeros tres escaños en el recinto gracias a los dos lugares que obtuvo con su triunfo en la Ciudad de Buenos Aires y el segundo puesto cosechado por Alfredo de Angelis en Entre Ríos.
En tanto, la Unión Cívica Radical consiguió dos escaños de los cuatro que debía renovar. Ellos fueron logrados gracias a los segundos puestos que lograron el chaqueño Ángel Rozas y el rionegrino Miguel Saiz.
Si la gran incógnita está en cómo influirá en la Cámara alta la gran elección que realizó Sergio Massa en la provincia de Buenos Aires, otros interrogante que no puede ser dejado de lado es cómo jugarán Guillermo Pereyra y Carmen Crexell, los dos dirigentes opositores electos por el hasta hace poco kirchnerista Movimiento Popular Neuquino, así como el papel que jugará el fueguino Jorge Garramuño. El dirigente del Movimiento Popular Fueguino fue un frecuente aliado del oficialismo en Diputados en los últimos años. En los últimos meses, sin embargo, oficializó su alejamiento y hasta llegó a sacarse una foto con el líder del Frente Renovador. Pero en su último debate en la Cámara baja sorprendió a propios y extraños al ayudar a que el kirchnerismo obtuviera quórum para debatir el proyecto de Presupuesto 2014.
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