Un grupo de vecinos unió fuerzas hace veinte años con una voluntaria extranjera para formar una asociación que ayudara a que los chicos del barrio pudieran estudiar. Hoy, la primera generación de becados continúa con el legado de aquellos que alguna vez les abrieron las puertas.
Hay cinco casas diferentes en Bella Vista Oeste. No son hogares de familia ni locales comerciales. Son sedes de una asociación creada hace veinte años por un grupo de vecinos que se propuso mejorar la calidad de vida del barrio. Le dicen Amap, pero tiene un nombre largo: Asociación Mutual Ayuda al Prójimo Casa de Luxemburgo. La historia cuenta que un grupo de voluntarios locales se cruzaron por azar con una voluntaria de ese ducado europeo. Decidieron entonces unir fuerzas a ambos lados del océano. Y lanzaron un sistema de becas de estudio para que ningún chico dejara la escuela.
Pero no quedó todo allí. Hoy, en las cinco casas que tiene Amap distribuidas por ese rincón de la ciudad funcionan un jardín de infantes, un club de jóvenes y un consultorio médico abierto, también se ofrece alfabetización de adultos, asesoramiento jurídico gratuito y talleres de electricidad, entre muchas otras cosas.
En Pasco 4624, una de las sedes, funciona la biblioteca. Además de prestar libros y ofrecer lugar para lecturas, este jueves por la tarde comienza allí un taller gratuito de manualidades para chicos. Y casi en simultáneo se desarrolla una sesión de apoyo escolar.
Pablo, administrador general de Amap, es quien cuenta que el nombre de la entidad está vinculado al hecho de que muchos padrinos y madrinas son, precisamente, de Luxemburgo (Europa). Con un aporte mensual permiten que muchos chicos tengan mejor calidad de vida. "Son becas de estudio, desde tercer grado, para chicos de familias carenciadas de la zona que vayan a escuelas públicas", detalla. Luego se hace un seguimiento de los chicos, se controla la libreta y se le ofrecen diversos servicios de apoyo.
En Amap es central la labor de los voluntarios, resalta Pablo: "En su gran mayoría somos becados o familiares de becados". Él mismo recibió asistencia durante su escuela, al igual que la directora del jardín de infantes. "Los becados tienen que cumplir dos horas de voluntariado mensual. De este modo se pueden continuar las actividades pero también generar un compromiso", subraya. Sin embargo, los voluntarios suelen dedicar mucho tiempo más, como forma de devolver a la comunidad lo que en su momento se les dio.
Silvana, por ejemplo, brinda apoyo escolar todas las tardes. "Mi hija más grande y ahora el hermano, los dos son becados. Así entré en la institución", cuenta. "Los chicos no vienen solo a hacer la tarea, buscan un espacio, que los escuchen. Buscan incluso límites", evalúa. "Los que se proponen cambiar lo logran. Incentivarlos funciona", asegura. A su lado, Isaías, de siete años, analiza un papel con números. Ya estuvieron más de una hora con una tarea de Lengua, ahora se dedican a la Matemática, que es lo que más le gusta.
En la sala contigua, otra de las voluntarias llamada Rosalía dicta hoy el taller de manualidades. Mientras sus alumnos recortan ojos para monstruos que ofician de señaladores, ella cuenta que empezó a trabajar en Amap hace veinte años, cuando se creó. "Siempre me gustaron las manualidades, cada año hago angelitos diferentes para Navidad", cuenta. El grupo que se sumó en esta primera jornada de taller es amplio. Franco, de 14 años, cuenta que está becado y que le encanta el dibujo, igual que la música. "El año pasado venía todos los días a buscar libros para leer", recuerda. Sin embargo, son muchos chicos más y algunos no son becados, simplemente viven en el barrio y se engancharon con la propuesta de arte.
En Amap, todos son voluntarios. Susana, mamá de un becado, hace varias tareas en la biblioteca. "Hace más de diez años, cuando mi hijo estaba en primaria. Ahora ya terminó la secundaria y estudia profesorado de Lengua y Literatura", cuenta. Luisa conoce la historia de todos en la entidad. Ella es empleada de Amap, pero cuenta que empezó también como mamá de dos becadas y luego fue voluntaria. "Mi esposo se quedó sin trabajo y temía que mis hijas no pudieran seguir estudiando. Fui a catorce lugares buscando ayuda y no la conseguí. Este lugar fue el número 15", recuerda emocionada. Hoy, cuenta con orgullo que su hija mayor, es maestra jardinera. Y la menor está por terminar licenciatura en Estadística. "Cuando todos me cerraron las puertas, acá me las abrieron. No me canso de dar las gracias", concluye.
LAS CLAVES DE LA ASOCIACION MUTUAL DE AYUDA AL PROJIMO
AMAP. La Asociación Mutual de Ayuda al Prójimo Casa de Luxemburgo es una ONG que nace de la unión solidaria de un grupo de personas y funciona impulsada por el deseo de brindar herramientas de superación a los vecinos del barrio Bella Vista Oeste de Rosario. Centra su obra en la zona con el objetivo de elevar la calidad de vida de su población a través de la educación, capacitación, cultura, recreación y contención.
BECAS DE ESTUDIO. Amap tiene un sistema de becas por padrinazgo de 270 becados. Una persona, generalmente residente del Ducado de Luxemburgo, elige a un estudiante del barrio Bella Vista Oeste para ayudarlo económica y moralmente durante sus estudios. El apoyo no es solamente monetario sino moral y anímico ya que a través de cartas (que son traducidas por la institución) padrinos y becados construyen una relación personalizada. Amap realiza un seguimiento del becado, quien debe presentar boletín de calificaciones periódicamente. También se los asesora respecto a sus estudios, se le brindan clases de apoyo y se ofrece ayuda social para garantizarles las condiciones de vida necesarias para sostener sus estudios.
HISTORIA. El sistema de becas de Amap es anterior al origen de la institución y fue la actividad que impulsó su nacimiento. Hace más de 25 años un grupo de voluntarios que hacía trabajo comunitario en el barrio se encontró con una voluntaria de Luxemburgo que estaba haciendo lo mismo y juntos decidieron crear dos instituciones asociadas: Amap en Rosario y Hellef fir Rosario (ayuda para Rosario) en Luxemburgo. A partir de ese momento, un modesto grupo de 5 o 6 padrinos eligió apoyar a una decena de chicos humildes en Rosario. Llegando a tener hasta 360 becados en ciertos momentos. Hoy la crisis económica de Luxemburgo produjo la pérdida de muchos padrinos, por lo que actualmente unas 200 personas apadrinan a 270 estudiantes pero en 22 años vida institucional han pasado por AMAP miles de becados y en la actualidad, la mayor parte de los empleados de Amap son ex becados.
CLUB DE JÓVENES. El Club de Jóvenes Luchemos por un Sueño es un centro de encuentro que enseña a los jóvenes del barrio a valorar la amistad, recuperar la confianza en el otro, asumir responsabilidades y encontrar ayuda para abordar su futuro. Tienen encuentros deportivos y desarrollan diversos talleres. Además se realizan reuniones sociales, campamentos, salidas recreativas y culturales.
JARDIN DE INFANTES. El Jardín de Infantes Cariñito nació en 1989 cuando un grupo de voluntarios comienza a desarrollar tareas de cuidado de niños carenciados del barrio Bella Vista Oeste, con el objetivo de brindar a sus madres la posibilidad de trabajar. En 1993 es reconocida por el Ministerio de Educación como Escuela Nº1433 bajo la denominación Jardín de Infantes “Cariñito”. El jardín recibe diariamente a más de 80 niños a los que se les brinda desayuno y almuerzo, controles odontológicos, jornadas de esparcimiento y recreación, taller de computación, materiales didácticos y contención social.
BIBLIOTECA Y APOYO ESCOLAR. Desde su inicio, la Biblioteca Popular Casa de Luxemburgo brinda clases de apoyo para chicos en edad escolar que no cuentan con la posibilidad de recibir ayuda en sus hogares para realizar las tareas. Un promedio de 50 chicos concurren diariamente en los dos turnos de mañana y tarde, recibiendo ayuda para buscar material y hacer los deberes, pero también contención.
COMO AYUDARDIFUSOR. Dando a conocer la institución, sus eventos y actividades. Las formas de colaborar. Se envía información por correo y redes sociales.
ACTIVIDADES PLANIFICADAS. Trimestralmente se realizan programas de mantenimiento: pintura y arreglos en el jardín, entre otros.
CLASES PARTICULARES. Cualquier persona puede brindar sus conocimientos sobre diferentes disciplinas como Química, Derecho, Dibujo, Fìsica, entre otras cosas.
PROFESIONALES DE LA SALUD. Se puede colaborar en un consultorio abierto a la comunidad. psicopedagogía, enfermería, cardiología, oftalmología, traumatología, dermatología y otras especialidades.
PADRINOS Y MADRINAS DE CARIÑITO. Con un aporte mensual se puede apadrinar a un chico del jardín de infantes Cariñito. Además de brindarles educación y contención, más de cien chicos reciben desayuno y almuerzo.
EN LA BIBLIOTECA. Hora de cuentos, clases de apoyo, tejido, talleres de plástica y ajedrez.
ACTIVIDADES PLANIFICADAS. Trimestralmente se realizan programas de mantenimiento: pintura y arreglos en el jardín, entre otros.
CLASES PARTICULARES. Cualquier persona puede brindar sus conocimientos sobre diferentes disciplinas como Química, Derecho, Dibujo, Fìsica, entre otras cosas.
PROFESIONALES DE LA SALUD. Se puede colaborar en un consultorio abierto a la comunidad. psicopedagogía, enfermería, cardiología, oftalmología, traumatología, dermatología y otras especialidades.
PADRINOS Y MADRINAS DE CARIÑITO. Con un aporte mensual se puede apadrinar a un chico del jardín de infantes Cariñito. Además de brindarles educación y contención, más de cien chicos reciben desayuno y almuerzo.
EN LA BIBLIOTECA. Hora de cuentos, clases de apoyo, tejido, talleres de plástica y ajedrez.
CONTACTO Asociación Mutual de Ayuda al Prójimo Casa de Luxemburgo Teléfono: (0341) 4331942
Correo electrónico: info@amaprosario.org
Sitio web: www.amaprosario.org
Facebook: Asociacion Mutual de Ayuda al Projimo
Correo electrónico: info@amaprosario.org
Sitio web: www.amaprosario.org
Facebook: Asociacion Mutual de Ayuda al Projimo
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