El jueves último, por la mañana, el joven sanjavierino Javier Lanche, logró lo que pocos consiguieron antes: fotografiar un enorme ejemplar de curiyú que dejaba la playa, donde tomaba sol, para sumergirse en uno de los muchos arroyos que desembocan en el río San Javier. La curiyú (Eunectes notaeus), es una especie de anaconda, de la familia Boidae, nativa del centro de Sudamérica. Habitualmente alcanza longitudes de entre 2,5 y 4 metros y un peso que puede superar los 40 kilos. Su color de base es amarillo pardo con pintas y rosetas negras.
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