La víctima es un hombre de 60 años, titular de una distribuidora de bebidas. Se cree que lo mataron a golpes. Faltaban dinero y cheques.
Del penoso hecho se comenzó a sospechar ayer a la tarde cuando un grupo de hombres (en realidad proveedores de gas) llegó hasta la distribuidora de bebidas, propiedad de Luis Juan Bourquín (60), y no fueron atendidos pese a que el local se encontraba con sus puertas abiertas.
La peor de las sospechas comenzó a rondar cuando los clientes comenzaron a llamar al teléfono celular del señor Bourquín, escuchando que el aparato sonaba en el interior del inmueble, y no era atendido.
Atento a esta situación los hombres llamaron entonces a uno de los hijos de Bourquín, a quien le comunicaron lo que estaba pasando.
El misterio quedó develado minutos después cuando un familiar arribó al lugar e ingresó a la distribuidora, donde se topó con un cuadro de verdadero horror.
Bourquín yacía sin vida tirado en un gran charco de sangre entre un montacargas y una camioneta Toyota Hilux, que estaba estacionada en el lugar.
El cuerpo del nombrado presentaba inequívocos signos de haber sufrido un castigo brutal. Las peores lesiones se observaron en la zona del pecho, rostro y en la cabeza. También presentaba heridas cortantes en la región abdominal y en el cuello.
Puesto el hecho en conocimiento de la policía se tomaron las primeras diligencias de rigor. En el lugar trabajó personal del Grupo Técnico Criminalístico, toda vez que el médico de la repartición aconsejó la realización de una autopsia.
Según trascendió, Bourquín cumplió ayer con su habitual jornada de trabajo hasta el mediodía.
Luego, tal como era su costumbre, quedó en el lugar adelantando trabajo hasta la hora de reanudar la labor durante la tarde.
Se cree que en ese lapso, fue sorprendido por uno o más delincuentes que se le ganaron en el interior de su depósito, ubicado en Bs. As y Dr. De Jorge, de dicha localidad.
El comerciante fue atacado a golpes con una llave para sacar ruedas tipo “L” (allien), elemento que quedó tirado en el suelo junto al cuerpo.
Desde la oficina de la distribuidora, se constató el faltante de dinero en efectivo (cerca de 8 mil pesos), además de una cantidad importante de documentos al cobro.
Luis Bourquín residía en la zona de Los Zapallos y desde hacía años regenteaba su negocio en Santa Rosa de Calchines donde se supo ganar el respeto y el cariño de sus vecinos.
Al cierre de esta edición el jefe de la Unidad Regional VII, comisario inspector Héctor Ruoppolo, confirmó que se estaban realizando una serie de allanamientos y requisas domiciliarias, en procura de dar con los autores del homicidio.
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