El caso causó conmoción en el pueblo. Es el caso de la mujer asesinada el 2 de febrero, por el que están imputados la nuera de la víctima y una ex pareja de ésta.
.La Capital |
El fiscal del Juzgado de Instrucción Penal de San Jorge, Pedro Leyes, solicitará el procesamiento de los sospechados de asesinar a Elsa San Martino de Calandra, la mujer de 67 años que fue encontrada sin vida por su hijo Sergio el 2 de febrero último en su casa de Piamonte. Según trascendió, el funcionario judicial tiene elementos suficientes para acusar a Hugo Rodríguez (35), un ex empleado comunal de María Susana y ex marido de la actual pareja del hijo de la víctima, Gabriela Tkstschow (45), como autor material del crimen agravado por pago de precio.
A Tkstschow se la considera responsable del delito de autoría ideológica agravado por el vínculo, del sangriento hecho que tenía como objetivo enajenar los bienes de San Martino. Los delitos que el fiscal le imputa a ambos tienen una pena prevista por el código penal de prisión perpetua.
En tanto, el hijo de Tkstschow, Maximiliano Risso (19), quien rompió el silencio hace una semana y posibilitó que por primera vez la Justicia lograra armar la historia del horrendo crimen que conmocionó a Piamonte y la región, sería acusado como encubridor.
Posible liberación. La novedad en el caso surge luego de los trascendidos que versan sobre la posible liberación de Sergio Calandra (hijo de la víctima), quien al parecer no habría tenido ninguna participación en el hecho y también habría sido víctima del engaño de Tkstschow. Se cree que el fiscal no generaría acusaciones sobre él y por lo tanto recuperaría la libertad, aunque su situación judicial quedaría sujeta a la evolución del caso.
Para los allegados a la investigación, las mayores dudas a la hora de repartir responsabilidades se centraron en Calandra, un camionero introvertido de aspecto bonachón, que hace aproximadamente dos años formó pareja con Tkstschow, y luego de la muerte de su madre mostró más interés en establecer cuál sería el destino de los bienes que heredaría que en el esclarecimiento del caso.
Uno de sus vecinos lo definió como "un hombre ingenuo, dócil y sumiso, que creyó en su pareja hasta el último momento".
Pedidos de justicia. Durante varias semanas el expediente pareció inmovilizarse para los intranquilos pobladores de Piamonte, que pidieron justicia en dos marchas de silencio a las que convocaron a través de las redes sociales, mientras desde el Juzgado se imploraba el aporte de testigos. "No puede ser que nadie haya visto nada", se quejaban los pesquisas.
Mientras tanto, se aguardaba una serie de análisis e investigaciones sobre los llamados telefónicos y las pruebas de ADN colectadas en la víctima y en la escena del crimen. El juzgado aún está a la espera del resultado de estos últimos estudios y sus funcionarios confían en que allí estará la clave para complementar las acusaciones que esta semana entregará el fiscal al juez Néstor Troncoso.
Ante ese panorama, un aporte vital para la investigación la hizo una carta anónima que llegó al Juzgado de San Jorge. Allí se afirmaba que Maximiliano Risso tenía información para aportar y que seguramente él conocía el detalle de los hechos y el lugar donde se habían descartado los elementos utilizados en el asesinato.
El caso. Poco después del mediodía del caluroso sábado 2 de febrero, un llamado telefónico de Tkstschow sorprendió a Elsa San Martino. Su nuera le avisaba que un hombre la visitaría para ver si podía aliviar la insolación que padecía. Según cuentan, la mujer tenía poderes para curar la insolación y el empacho, entre otras dolencias.
Mientras tanto, Rodríguez, domiciliado en María Susana, llamó a Risso para pasarlo a buscar por Piamonte en una moto para viajar hasta El Trébol a comprar drogas. Una vez que llegó a Piamonte le pidió al muchacho que cuidara la moto, porque tenía que hacer algo y después partirían hacia El Trébol. Veinte minutos después, Maximiliano vio venir a la ex pareja de su madre con el torso desnudo, una bolsa plástica negra en la mano y los jeans mojados, "como si los hubiera lavado", relató.
Rodríguez le ordenó entonces que manejara mientras él, desde el lugar del acompañante, se iba deshaciendo del contenido de la bolsa. Mientras recorrían por caminos de tierra los 30 kilómetros que separan Piamonte de El Trébol, Rodríguez fue arrojando ropa, la cuchilla que utilizó para ultimar a San Martino y el teléfono celular que se llevó para evitar involucrar a Tkstschow a través del registro de los llamados.
Diálogo revelador. Risso dijo no conocer la historia completa. No obstante, a la hora de prestar declaración, aseguró que mucho tiempo atrás su hermana había escuchado a Tkstschow dialogar con Rodríguez y que en esa charla mencionaron la posibilidad de matar a alguien.
Aquel 2 de febrero, y durante el viaje en moto a El Trébol, el hijo de Tkstschow se enteró de boca del Rodríguez sobre la trama completa. Con la ayuda de la misma cuchilla que Rodríguez utilizó para matar a San Martino, se desgarró el pantalón y fue arrojando jirones al costado del camino. La parte alta del pantalón fue encontrada la semana pasada por la policía en un monte cercano al aeroclub de El Trébol.
Las pruebas con reactivos determinaron que la prenda tenía sangre, tal como contó Risso. También hallaron un guante de lana que Rodríguez usó para no dejar huellas, y medias que utilizó para limpiar la sangre de sus zapatillas y luego descartó. Las precauciones no habían sido suficientes.
Al llegar a El Trébol, Rodríguez llamó a alguien desde un teléfono celular y le dijo: "Vengo de matar a la vieja".
El círculo íntimo bajo la lupa
La Justicia pudo rearmar un rompecabezas a través de las declaraciones del círculo íntimo de Elsa San Martino de Calandra, la mujer asesinada el 2 de febrero. Es que los investigadores colocaron a ese grupo bajo la lupa desde el fatídico día en que Sergio Calandra llegó a la casa de su madre y la encontró tendida en el suelo, en medio de un charco de sangre. Con la aparición de un anónimo y la declaración del hijo de Gabriela Tkstschow, comenzaron a atar los cabos sueltos de una escalofriante historia que ahora deberá evaluar el juez, según las pruebas colectadas. Las novedades podrían conocerse hacia fines de esta semana.
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