El Ministerio de Seguridad informó que 523 personas fueron apresadas en las últimas 48 horas por los ataques a comercios en Bariloche, Rosario, San Fernando y Campana. Algunos de ellos, acusados de robo calificado
No pudieron evitarse, sin embargo, dos muertes. En Rosario, Silvia Barnachea, de 30 años, falleció tras sufrir una herida en una de sus piernas, y Luciano Carrizo, de 22, recibió un disparo fatal en el pecho.
Anoche, el Ministerio de Seguridad informó que los detenidos en todo el país por los desmanes y saqueos suman 523 en las últimas 48 horas, entre los apresados en Bariloche, Viedma, Cipoletti (Río Negro); Rosario (Santa Fe); San Fernando y Campana (Buenos Aires).
Sólo en San Fernando, el propio ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, confirmaba ayer 378 detenidos y dejaba en claro, en consonancia con la hipótesis oficial, que se trató de "robos organizados" e intentos de desestabilización.
"Hemos estado ante hechos delictivos, previamente organizados, con un componente de destrucción y de violencia inusitada donde grupos de personas, en el caso de los supermercados e hipermercados de Campana de anoche y el hipermercado de San Fernando de hoy, superando las 600 a 800 personas, con mucha violencia pretendieron en algunos casos y lo lograron robar las góndolas y los anaqueles de cada hipermercado con electrodomésticos y comestibles", describió Casal.
En tanto, en varios puntos del conurbano se vivieron horas de tensión frente a diversos intentos de robos en comercios, muchos de los cuales cerraron sus puertas por prevención.
Luego de que la Gendarmería llevara tranquilidad a los barilochenses, en Viedma lo que comenzó como un pequeño enfrentamiento por el reclamo de bonos de alimentos acabó en incidentes entre manifestantes y la Policía, mientras que episodios de características similares se registraron en Entre Ríos, Córdoba y Rosario.
La presidenta Cristina Kirchner se mantuvo informada "permanentemente" sobre la situación en todo el país, informó el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, quien durante la jornada de ayer mantuvo además un duro cruce con el sindicalismo opositor, luego de acusar a la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli de estar detrás de los saqueos.
"Vamos a presentar una denuncia en la Justicia para que esto no quede impune. Si tienen pruebas y agallas que me detengan", fue la respuesta de Moyano en una conferencia que ofreció en la sede Azopardo, en la que además "repudió" los hechos de violencia, que coinciden con un nuevo aniversario del estallido social del 19 y 20 de diciembre de 2001.
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