Segun el legislador, la afirmación del presidente del Partido Justicialista santafesino e intendente de Venado Tuerto, José Luis Freyre, acerca de que “existen elementos para pedir al gobierno nacional la intervención de Santa Fe”, termina de poner al descubierto el verdadero propósito de la oposición peronista que no es el de colaborar en la lucha contra el narcotráfico sino la de conseguir mediante una vía ilegítima y destituyente lo que la ciudadanía le niega: el gobierno de la provincia.
En lugar de reclamar firmemente al gobierno central que asuma la responsabilidad frente a la creciente presencia de jefes narcos internacionales y droga que ingresa por nuestras fronteras, que siguen sin la prometida radarización y cada vez con menos gendarmes porque tienen que ir a cuidar la seguridad de los habitantes de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, busca profundizar de manera espuria una problemática que debería ser cuestión de estado y no un tema de agenda en el que se pueda buscar un rédito político.
Lo hemos dicho y lo reiteramos una vez más. El narcotráfico es un delito federal y como tal es responsabilidad del gobierno nacional, de la justicia federal y de los organismos de seguridad que de ellos dependen, Policía Federal, Policía de Seguridad Aeronáutica, Prefectura Naval y Gendarmería Nacional. El abandono del Estado nacional de sus responsabilidades intrínsecas, obliga a las provincias a tratar de frenar sin recursos equiparables, porque además la Nación se lleva la parte del león de la coparticipación, una actividad ilícita como el narcotráfico, que corrompe y mata.
Pese a esto, en lo que va del año la Policía de la provincia de Santa Fe realizó más de 1050 procedimientos antidrogas y detuvo a 1200 personas mientras que la Policía Federal hizo en la provincia 10 procedimientos y detuvo a 20 personas
En cambio, nada hicieron desde el PJ durante los 24 años de gestión continuada en la provincia pese a las distintas alarmas que se encendían. Incluso algunos de los que gobernaron y nos dejaron esta policía que el gobierno del Frente Progresista Cívico y Social está tratando de reformar, aparecen hoy con soluciones mágicas que no tenían cuando era de ellos la responsabilidad de tomar decisiones.
No debería sorprender esta actitud, que también debe ser tomada por el “ir por todo” con el que referentes kirchneristas vienen amenazando. Sepa el presidente del PJ de Santa Fe que no lo vamos a permitir porque aún discriminados por el gobierno nacional, mantenemos la firme decisión de seguir construyendo una provincia mejor, más democrática, con respeto a la Constitución y las leyes, a la división de poderes, a la libertad de expresión y –fundamentalmente- a la voluntad popular y a la tolerancia, cuestiones que para el PJ parecen formalidades, como lo demostró cuando formó desde el Estado la Tripe A para eliminar a los opositores o cuando obligó a adelantar la entrega del gobierno a un estadista de la estatura de Raúl Alfonsín.
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