A las complicaciones diarias, entre ayer y hoy se profundizó el caos vehicular. Las quejas de los peatones
94 días pasaron desde el comienzo de la
obra. Recién ahora empezaron a colocar el pavimento articulado entre Eva
Perón e Irigoyen Freyre, el cual estiman que será de muy fácil
reemplazo cuando alguna pieza se rompa.- Foto:El Litoral
Esta
es una recomendación para los caminantes apurados, conductores
ansiosos, para los impacientes, irritables y para quienes no deseen
contaminarse del ruido ambiental: ¡no circular por las inmediaciones de
calle San Martín entre Eva Perón y Suipacha!
El tránsito por estos días es más difícil que lo habitual en el microcentro santafesino. Producto de las obras de semipeatonalización que lleva adelante la Municipalidad hace tres meses, con el aporte de los frentistas, el paso de los vehículos es intermitente en todas las esquinas que involucra el proyecto y los bocinazos componen una sinfonía pública.
“Cuando paran los camiones de reparto, los autos empiezan a tocar bocina a lo loco. Algunos conductores se bajaron para pelear, pero no pasó nada. Hay momentos, como el mediodía, en los que no se puede pasar por acá”, le comentó a El Litoral un florista apostado en San Martín e Hipólito Yrigoyen. Aquí se registraron las principales complicaciones en el tránsito, con colas de 100 metros (y algo más también); no había ningún inspector moderando el tránsito, sí policías caminantes.
Una cuadra más al sur, la circulación vehicular desde 25 de Mayo hacia Irigoyen Freyre estaba cortada esta mañana por el ingreso de algunas máquinas y la presencia de los operarios trabajando sobre la calle. De esta manera, las demoras se trasladaron a 25 de Mayo (hacia el sur) y San Jerónimo (hacia el norte), con un tráfico verdaderamente masivo.
Y en la primera cuadra de lo que será una semipeatonal (norte-sur), San Martín entre Eva Perón e Irigoyen Freyre, los avances pueden advertirse con mayor notoriedad. La obra allí comenzó a tomar forma con la colocación del pavimento articulado o intertrabado. En esa esquina, el tránsito está suspendido -la interrupción está en San Jerónimo y Eva Perón, donde hoy sí se vio a un inspector ordenando el paso vehicular- precisamente por esos trabajos de los operarios.
Además, en los alrededores de la peatonal hay carteles indicadores para advertir a los conductores sobre los trabajos que se están llevando a cabo.
Camino al andar
Si bien la semipeatonalización de San Martín Norte generará beneficios en la estética de la zona y en las ventas de los comerciantes (al menos en la teoría), por el momento el paso de los caminantes por esas cuadras representa un circuito muchas veces traicionero.
No están bien cubiertos algunos huecos sobre las veredas y, de hecho, hubo gente lesionada en estos tres meses. “¡Cuándo van a terminar la obra!”, le gritó una señora a un operario, en Eva Perón y San Martín, justo cuando se disponía a cruzar la calle. Esta peatona no quiso dar su nombre, pero le dijo a El Litoral: “Me parece que se están demorando un montón con este trabajo. Yo no vivo en el centro, pero cada vez que vengo es un caos”.
En cuanto a las obras, según se informó hoy desde la Secretaría de Comunicación del Municipio la obra avanza a los ritmos previstos hace ya un tiempo. En un principio, había problemas para sacar los servicios subterráneos que afectaban los trabajos (por ejemplo, Assa y Telecom).
El tránsito por estos días es más difícil que lo habitual en el microcentro santafesino. Producto de las obras de semipeatonalización que lleva adelante la Municipalidad hace tres meses, con el aporte de los frentistas, el paso de los vehículos es intermitente en todas las esquinas que involucra el proyecto y los bocinazos componen una sinfonía pública.
“Cuando paran los camiones de reparto, los autos empiezan a tocar bocina a lo loco. Algunos conductores se bajaron para pelear, pero no pasó nada. Hay momentos, como el mediodía, en los que no se puede pasar por acá”, le comentó a El Litoral un florista apostado en San Martín e Hipólito Yrigoyen. Aquí se registraron las principales complicaciones en el tránsito, con colas de 100 metros (y algo más también); no había ningún inspector moderando el tránsito, sí policías caminantes.
Una cuadra más al sur, la circulación vehicular desde 25 de Mayo hacia Irigoyen Freyre estaba cortada esta mañana por el ingreso de algunas máquinas y la presencia de los operarios trabajando sobre la calle. De esta manera, las demoras se trasladaron a 25 de Mayo (hacia el sur) y San Jerónimo (hacia el norte), con un tráfico verdaderamente masivo.
Y en la primera cuadra de lo que será una semipeatonal (norte-sur), San Martín entre Eva Perón e Irigoyen Freyre, los avances pueden advertirse con mayor notoriedad. La obra allí comenzó a tomar forma con la colocación del pavimento articulado o intertrabado. En esa esquina, el tránsito está suspendido -la interrupción está en San Jerónimo y Eva Perón, donde hoy sí se vio a un inspector ordenando el paso vehicular- precisamente por esos trabajos de los operarios.
Además, en los alrededores de la peatonal hay carteles indicadores para advertir a los conductores sobre los trabajos que se están llevando a cabo.
Camino al andar
Si bien la semipeatonalización de San Martín Norte generará beneficios en la estética de la zona y en las ventas de los comerciantes (al menos en la teoría), por el momento el paso de los caminantes por esas cuadras representa un circuito muchas veces traicionero.
No están bien cubiertos algunos huecos sobre las veredas y, de hecho, hubo gente lesionada en estos tres meses. “¡Cuándo van a terminar la obra!”, le gritó una señora a un operario, en Eva Perón y San Martín, justo cuando se disponía a cruzar la calle. Esta peatona no quiso dar su nombre, pero le dijo a El Litoral: “Me parece que se están demorando un montón con este trabajo. Yo no vivo en el centro, pero cada vez que vengo es un caos”.
En cuanto a las obras, según se informó hoy desde la Secretaría de Comunicación del Municipio la obra avanza a los ritmos previstos hace ya un tiempo. En un principio, había problemas para sacar los servicios subterráneos que afectaban los trabajos (por ejemplo, Assa y Telecom).
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