En la primera peregrinación, más de 10 mil chicos alegraron la Plaza del Folklore y recibieron la bendición del arzobispo. Se espera que más 100 mil personas visiten la Basílica hasta este domingo a la noche.
Emoción y esperanza. Es lo que expresaron numerosos papás, ante la elevada participación de los chicos en la celebración.
Ayer, en la Plaza del Folklore Padre Trucco, junto a la Basílica (en Javier de la Rosa 623), tuvo lugar una de las celebraciones más emotivas de cada año: la peregrinación de los chicos. El arzobispo José María Arancedo bendijo a más de 10 mil niños y niñas que participaron de la caminata desde la Universidad Tecnológica Nacional Regional Santa Fe hasta la plaza.
Por séptimo año consecutivo, se unieron a esta celebración decenas de taxistas santafesinos, que también realizaron su recorrido habitual desde la Sociedad que los agrupa, acompañando con bocinazos y la imagen de la Virgen en andas.
En diálogo con Diario UNO, el sacerdote Olidio Panigo –al frente de la Basílica de Guadalupe– se refirió a la presencia de los chicos en la celebración de ayer y manifestó: “La peregrinación de los niños transmite una alegría y una frescura muy especial, que sin lugar a dudas tenemos que recuperar y que nos hace entender también por qué son los preferidos de Dios y de la Virgen, de manera especial”.
Panigo resaltó además una característica que se reitera desde hace algunos años en el marco de esta festividad: “Antes era el domingo en el cual más gente venía y se concentraba; pero este año al igual que los anteriores comenzamos a ver el día sábado cómo peregrina mucha gente de distintos puntos de Santa Fe y también de otras provincias. Llegó gente de Entre Ríos y de Córdoba, muy temprano, para honrar a la Virgen”.
El mensaje
El arzobispo José María Arancedo presidió la celebración con la cual culmina la Peregrinación de los Niños y transmitió su mensaje tanto a los chicos como a los padres, catequistas e instituciones presentes en la plaza.
“La historia continúa. En estos chicos vemos la fe de un pueblo de Dios que descubrió la presencia de María aquí en Guadalupe. Esa presencia, como las cosas de Dios, no es una casualidad, sino que forma parte de un proyecto de esa Providencia de Dios, que no abandona a sus hijos y quiere estar cerca. Para tender ese puente, para estar presente, Dios siempre elige a la Virgen, como la eligió para ser la madre de su Hijo, la elige para ser nuestra Madre”, comenzó, para luego enfatizar la importancia de la familia: “Felicito a los papás presentes. La mayor riqueza que pueden dar a sus hijos es la presencia, el amor y la fe”.
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