Reflexiones y aportes: Iglesia pide debate sobre nuevo Código Civil
Los obispos cuestionaron
el proyecto oficial. Reclamaron que se “respete el valor de la vida
concebida, el matrimonio y la familia”.
La Iglesia criticó el anteproyecto de reforma al Código Civil y sostuvo
que algunos cambios propuestos no privilegian los derechos del niño,
agravian la dignidad de las mujeres y pueden llegar a equiparar el
matrimonio heterosexual con la unión convivencial.
El titular
de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo,
insistió en reclamar una “reflexión profunda” en torno a la iniciativa
del gobierno y aseguró que ciertas modificaciones “comprometen el
ordenamiento jurídico de la sociedad”.
“No caben urgencias en
temas de tanta trascendencia”, subrayó en conferencia de prensa al
presentar junto con el arzobispo Antonio Cargnello, vicepresidente
segundo, el documento “Reflexiones y aportes sobre algunos temas
vinculados a la reforma del Código Civil”. El pronunciamiento
eclesiástico fue consensuado por el centenar de obispos que participó
desde el lunes del plenario episcopal en la casa de ejercicios
espirituales El Cenáculo-La Montonera, de Pilar.
En el
documento, la Iglesia opinó que el criterio de selección de embriones
propuesto en el anteproyecto para la fecundación asistida “conculca el
derecho a la identidad de los niños” y tampoco “privilegia los derechos e
intereses” de estos. Tras alertar que la legalización de la donación de
gametos post mortem crea “deliberadamente orfandades amparadas por la
ley”, sostiene que el alquiler de vientres “resulta agraviante a la
dignidad de las mujeres” y “degrada a la mujer gestante”.
Los
obispos católicos también consideraron que hay “equiparación casi
absoluta” entre el matrimonio y la unión convivencial y lamentaron que
la iniciativa no aliente proyectos de familia “más estables”.
Asimismo, dijeron que no reconoce que la persona es tal desde la
concepción, sin distinguir que ella ocurra dentro o fuera del seno
materno, “significa introducir una discriminación injusta”. Entre otros
puntos “positivos” de la propuesta oficial, rescataron que se tenga en
cuenta las situaciones que hacen a los derechos de las comunidades
indígenas, pero expresaron “preocupación” por cierto reglamentarismo que
se propone en el anteproyecto en relación con las asociaciones civiles.
“Esas formas asociadas son parte esencial de la sociedad civil y, por
ello, debería evitarse sobrecargarlas de exigencias e interferencias del
Estado en su vida interna”, alertaron.
Arancedo reiteró la
necesidad de que “no haya apresuramientos” y reclamó un debate
“razonable y sereno” sobre el anteproyecto de reforma al Código Civil.
“No es algo de poca monta modificarlo, ya que es un marco modélico para
la sociedad”, subrayó en rueda de prensa. Arancedo dijo que es intención
de los obispos entregar este documento a “todos los sectores” y reveló
que acercaron el texto a la presidenta Cristina Fernández.
El
titular del Episcopado expresó, además, disposición a acudir al
Congreso, si es convocado, para dar a conocer la posición de la Iglesia.
Arancedo aseguró que en este momento de “particular relevancia política
que hace a su vida y cultura como nación” se necesitan “caminos de
reflexión que nos ayuden a dar a nuestra patria leyes que garanticen la
dignidad de la vida humana, el valor de la familia y la protección de
todos los derechos del niño”.
“El Código Civil, por su
carácter estable y modélico, al definir las obligaciones y derechos de
las personas e instituciones no es algo neutro, sino que a través de él
se expresan doctrinas y corrientes de pensamiento”, recordó
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