Standard & Poor\'s asegura
que las austeras medidas anunciadas por el presidente del país europeo
no serán suficientes para bajar el 24% de desocupación hasta 2016.
La calificadora de riesgo cree que la reforma laboral no evitará un
deterioro del empleo en España a corto plazo, hasta el punto de que se
alcanzará un índice de desempleo del 25,5 % en 2013.
S&P explica en un informe difundido ayer los motivos por los que decidió rebajar la nota de la deuda española en dos escalones, hasta BBB+, el mismo nivel que tiene Irlanda, y que atribuye a un empeoramiento de las perspectivas económicas.
De hecho, S&P cree que España afronta, pese a las reformas emprendidas, años muy duros, con una caída del PBI del 1,5 % este año, y del 0,5% en 2013.
En los dos siguientes años, prevé un repunte del 0,3 y del 1 % en 2014 y 2015, respectivamente.
Sin embargo, la recuperación del empleo será más lenta pese a la intensa reforma laboral que aprobó el gobierno español, dado que no surtirá un efecto neto "hasta que la recuperación económica sostenida se asiente en la segunda mitad de la década", dice el informe de S&P.
"No es nada nuevo que los beneficios de las reformas estructurales no se ven a corto plazo. Lo que pasa a corto plazo es que hay un impacto negativo por el ajuste que debe pasar la economía antes de que las medidas puestas en marcha puedan dar sus frutos", explicó a la prensa el director de rating soberano de S&P, Marco Mrsnik.
Ayer se supo que España cerró el primer trimestre del año con 5.639.500 desempleados, el 24,44 % de la población activa, según la Encuesta de Población Activa (EPA).
Para S&P, seguirá habiendo un deterioro hasta el 25% este año, y el próximo se tocará el pico en el 25,5%, indicó Myriam Fernández de Heredia, responsable de rating soberano de S&P para España.
En los dos años siguientes, explicó, el desempleo se estabilizará e incluso comenzarán a crearse puestos de trabajo con mayor intensidad, si bien no habrá creación neta de empleo hasta el 2016, dijo la analista.
S&P explica en un informe difundido ayer los motivos por los que decidió rebajar la nota de la deuda española en dos escalones, hasta BBB+, el mismo nivel que tiene Irlanda, y que atribuye a un empeoramiento de las perspectivas económicas.
De hecho, S&P cree que España afronta, pese a las reformas emprendidas, años muy duros, con una caída del PBI del 1,5 % este año, y del 0,5% en 2013.
En los dos siguientes años, prevé un repunte del 0,3 y del 1 % en 2014 y 2015, respectivamente.
Sin embargo, la recuperación del empleo será más lenta pese a la intensa reforma laboral que aprobó el gobierno español, dado que no surtirá un efecto neto "hasta que la recuperación económica sostenida se asiente en la segunda mitad de la década", dice el informe de S&P.
"No es nada nuevo que los beneficios de las reformas estructurales no se ven a corto plazo. Lo que pasa a corto plazo es que hay un impacto negativo por el ajuste que debe pasar la economía antes de que las medidas puestas en marcha puedan dar sus frutos", explicó a la prensa el director de rating soberano de S&P, Marco Mrsnik.
Ayer se supo que España cerró el primer trimestre del año con 5.639.500 desempleados, el 24,44 % de la población activa, según la Encuesta de Población Activa (EPA).
Para S&P, seguirá habiendo un deterioro hasta el 25% este año, y el próximo se tocará el pico en el 25,5%, indicó Myriam Fernández de Heredia, responsable de rating soberano de S&P para España.
En los dos años siguientes, explicó, el desempleo se estabilizará e incluso comenzarán a crearse puestos de trabajo con mayor intensidad, si bien no habrá creación neta de empleo hasta el 2016, dijo la analista.
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