Un buque de gran calado encalló frente a
las costas de esta ciudad y bloqueó la navegación de embarcaciones de
gran porte. Si bien aún no fue determinado, se cree que el incidente se
produjo como consecuencia de la excepcional bajante que se registra en
los últimos días en el río Paraná.
El barco, que navega bajo bandera liberiana, obstruye
totalmente la hidrovía exactamente a unos 250 metros aguas arriba del
kilómetro 390,4 e impide el paso de los cargueros de gran porte que
deben arribar o partir desde los puertos del Gran Rosario.
La varadura se produjo el martes último y desde
entonces se vieron afectadas las operaciones portuarias de la región, de
las provincias del litoral argentino y el tráfico de mercancías con
Paraguay. Según fuentes de Prefectura Naval Argentina (PNA) "sólo pueden
trasponer en la que se encuentra la embarcación los navíos de menor
calado que tienen posibilidad de realizar maniobras por fuera del canal
de navegación".
Maniobras. Se trata del buque
Aristeas-P que quedó en sentido perpendicular al eje de navegación y aún
no lograron destrabar a pesar de las numerosas maniobras que se
realizan desde el miércoles para recuperar la nave africana de 189
metros de eslora y 28 de manga. Se cree que el accidente se produjo por
la pronunciada bajante del río como consecuencia de las escasas
precipitaciones que se registran en la cuenca del paraná, tanto en
territorio brasileño como argentino.
El responsable de la delegación Arroyo Seco de PNA,
Gabriel Lucarini, explicó a LaCapital que desde que el buque varó "se
realizan tareas de recuperación con dos potentes remolcadores que se
apoyan a la embarcación y la empujan en distintos sentidos para sacarla
del veril derecho del canal, donde quedó encallado. También la empujan
hacia proa o popa con el mismo fin, pero hasta el momento no lograron
hacerla zafar".
Por su parte, PNA realiza tareas para brindar
seguridad radioeléctrica, de navegación y controlar el franqueo del
lugar. "Se resolvió apostar un guardacostas en la zona del incidente
para garantizar el paso, extender ordenes de amarre y fondeo, seguridad y
la asistencia necesaria de las embarcaciones y sus tripulantes",
explicó Lucarini.
Autonomía. Para el prefecto, "el
estado general de la tripulación es óptimo ya que este tipo de
embarcaciones posee amplia autonomía de navegación en altamar, por lo
que la parada no produce consecuencias negativas a bordo. Lo más grave
que puede suceder es que esta situación se prolongue en el tiempo y se
profundicen los daños económicos y comerciales de los puertos de la
hidrovía".
"No hay posibilidades de que se presenten riesgos
sobre las personas y es difícil que el barco resulte dañado. En esta
zona el lecho del río es de limo y arena por lo que el casco no se verá
afectado por el movimiento de los remolcadores. Ante contingencias que
puedan ocurrir con la tripulación, nuestra repartición está en alerta
para brindar asistencia durante las 24 horas", señaló.
"La varadura se dio en la zona más profunda de
nuestra jurisdicción —comprendida entre la desembocadura del arroyo
Saladillo y Fighiera—, quedó perpendicular al eje de navegación y con la
proa hacia el margen entrerriano", precisó y aclaró que "las pequeñas y
medianas embarcaciones pueden navegar sin problemas".
El Aristeas-P zarpó desde un muelle de Puerto San
Martín y traspuso zonas críticas del canal sin novedades, pasó sin
inconvenientes por Alvear y varó en un lugar que normalmente no presenta
riesgos.
Si bien las causas del incidente se investigan por
estas horas, el prefecto relativizó que el hecho tenga que ver con la
bajante del río. "El lugar de la varadura no es un paso crítico y tiene
una profundidad suficiente por lo que no podemos adelantarnos sobre el
origen del suceso", remarcó.
Mientras tanto, las principales compañías que operan
en los muelles de la zona comenzaron a frenar el arribo de mercancías,
principalmente granos, por vía tarrestre para evitar la aglomeración y
saturación del cronograma programado en cada terminal portuaria.
Terminales saturadas
El movimiento de las terminales portuarias del gran
Rosario se vio resentido por el incidente del Aristeas-P a tal punto que
en las últimas horas algunos operadores decidieron suspender el
otorgamiento de cupos para recibir granos con destino a embarque.
Se registraron demoras en las operativas portuarias,
de navegación y de logística ya que unos 20 buques que finalizaron sus
embarques no pueden zarpar, como tampoco pueden navegar los que en el
Río de la Plata esperan arribar a los puertos de embarque.
La compañía ADM informó que debido a los atrasos
logísticos quedaron suspendidos los cupos de trigo Rosario (unidad VI
del puerto) hasta nuevo aviso y por eso solicitó que no se envíen
camiones ya que no hay posibilidades de que sean descargados, segun se
informó.
En tanto Nidera suspendió la logística de maíz en
Puerto General San Martín asignada para el lunes y martes, ya que se
verá imposibilitada la descarga.
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