Ocurrió el domingo a la madrugada en una vivienda de barrio Tembe I Pora. El lugar quedó destruído.
El domingo a la madrugada, una familia santafesina se
despertó con un noticia que les heló la sangre. Un familiar les avisaba
que su casaquinta, ubicada en el barrio Tembe I Pora de Sauce Viejo
había sido incendiada. Cuando llegaron al lugar, cerca de las 4, el olor
a madera quemada se sentía desde lo lejos. Hasta los vidrios estaban
derretidos. Ayer, Diario UNO dialogó con Gabriela Ramírez, mientras
limpiaba y acomodaba lo que quedó en pie. “Destruyeron todo”, dijo,
escondiendo las lágrimas.
Los primeros datos que surgen de la investigación indican que quienes rompieron el alambrado para ingresar a la casa fueron con intenciones de robo. Pero sólo se llevaron una videograbadora y un viejo equipo de música. El por qué de que hayan prendido fuego un mueble de pino y que hayan dejado que las llamas se extiendan al resto de la casa hasta chamuscarla por completo, es una respuesta que Gabriela no encuentra.
“El sábado estuve acá con mi marido y mis hijas hasta las 20. Nos volvimos a Santa Fe porque las chicas querían salir a bailar. Habíamos pasado una tarde hermosa y horas después nos encontramos con un infierno”, expresó la maestra de 39 años. Hace dos años que con esfuerzo y ayuda de familiares habían podido construir la casa en Tembe I Pora, en un terreno lindero al del hermano de Gabriela. Este verano habían estrenado la pileta: “Creíamos que ese había sido el último gasto y que ahora íbamos a poder disfrutar, pero volvimos a cero”, agregó.
Para el marido de Gabriela, lo más urgente es reparar la estructura del techo, porque tiene miedo que con una tormenta se caiga por completo: “Así de débil está la estructura, está apuntalada para que no se nos venga abajo ahora”, insistió.
En total, estiman que reparar la casa les puede costar unos 35 mil pesos, además, no les quedó ni un solo mueble ni electrodoméstico funcionando. “Y no estamos ni cerca de tener esa cantidad de dinero”, dijo Gabriela, cuando contó que al darle la noticia a sus hijas, uno de los momentos más duros fue avisarle a la mayor, de 18 años, que el cuatriciclo que pidió –en lugar del viaje a Bariloche– había quedado derretido.
Cuando se deja la casa sola
“Todavía no podemos creer lo que pasó y nos cuesta entender por qué tanta violencia. Uno a veces piensa que le pueden entrar a robar, es una posibilidad cuando se deja una casa sola, pero no que agreguen la violencia que reviste este incendio. Los vecinos dicen que no escucharon nada y que los perros no ladraron. Una mujer, que vive a unos 100 metros, se despertó porque sintió olor a quemado y es entonces cuando le avisa a mi hermano y llaman a los bomberos. Hasta ahora, eso es todo lo que tenemos”, expresó la mujer.
Ayer, Gabriela y su esposo intentaron comunicarse con el presidente comunal de Sauce Viejo, Pedro Uliambre, pero todavía no recibieron respuesta.
“Estamos muy preocupados, ¿cómo se puede volver a un lugar donde pasó esto?, nosotros tenemos nuestros impuestos al día, a la casa la construimos con gente de la zona y con materiales de la zona, no tenemos problemas con los vecinos. No puede ser que destruyan una casa, un proyecto y esto quede en la nada”, finalizó Gabriela, mientras barría las cenizas de los muebles.
Los primeros datos que surgen de la investigación indican que quienes rompieron el alambrado para ingresar a la casa fueron con intenciones de robo. Pero sólo se llevaron una videograbadora y un viejo equipo de música. El por qué de que hayan prendido fuego un mueble de pino y que hayan dejado que las llamas se extiendan al resto de la casa hasta chamuscarla por completo, es una respuesta que Gabriela no encuentra.
“El sábado estuve acá con mi marido y mis hijas hasta las 20. Nos volvimos a Santa Fe porque las chicas querían salir a bailar. Habíamos pasado una tarde hermosa y horas después nos encontramos con un infierno”, expresó la maestra de 39 años. Hace dos años que con esfuerzo y ayuda de familiares habían podido construir la casa en Tembe I Pora, en un terreno lindero al del hermano de Gabriela. Este verano habían estrenado la pileta: “Creíamos que ese había sido el último gasto y que ahora íbamos a poder disfrutar, pero volvimos a cero”, agregó.
Para el marido de Gabriela, lo más urgente es reparar la estructura del techo, porque tiene miedo que con una tormenta se caiga por completo: “Así de débil está la estructura, está apuntalada para que no se nos venga abajo ahora”, insistió.
En total, estiman que reparar la casa les puede costar unos 35 mil pesos, además, no les quedó ni un solo mueble ni electrodoméstico funcionando. “Y no estamos ni cerca de tener esa cantidad de dinero”, dijo Gabriela, cuando contó que al darle la noticia a sus hijas, uno de los momentos más duros fue avisarle a la mayor, de 18 años, que el cuatriciclo que pidió –en lugar del viaje a Bariloche– había quedado derretido.
Cuando se deja la casa sola
“Todavía no podemos creer lo que pasó y nos cuesta entender por qué tanta violencia. Uno a veces piensa que le pueden entrar a robar, es una posibilidad cuando se deja una casa sola, pero no que agreguen la violencia que reviste este incendio. Los vecinos dicen que no escucharon nada y que los perros no ladraron. Una mujer, que vive a unos 100 metros, se despertó porque sintió olor a quemado y es entonces cuando le avisa a mi hermano y llaman a los bomberos. Hasta ahora, eso es todo lo que tenemos”, expresó la mujer.
Ayer, Gabriela y su esposo intentaron comunicarse con el presidente comunal de Sauce Viejo, Pedro Uliambre, pero todavía no recibieron respuesta.
“Estamos muy preocupados, ¿cómo se puede volver a un lugar donde pasó esto?, nosotros tenemos nuestros impuestos al día, a la casa la construimos con gente de la zona y con materiales de la zona, no tenemos problemas con los vecinos. No puede ser que destruyan una casa, un proyecto y esto quede en la nada”, finalizó Gabriela, mientras barría las cenizas de los muebles.
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