El jefe de la Conferencia Episcopal Argentina visitó al presidente de la Corte Suprema
en el Palacio de Tribunales. El representante de la Iglesia escuchó los
argumentos del titular de la Corte, pero consideró que la decisión "abre una puerta al aborto".
El encuentro entre Arancedo y Lorenzetti tuvo carácter "protocolar", pero generó expectativa porque se produjo un día después del fallo que consideró "no punible" el aborto ante un embarazo por violación.
En la reunión, el representante del Episcopado escuchó los argumentos de la Justicia para emitir esta sentencia, pero le manifestó al titular de la Corte que, tras el fallo, "el aborto aparece mucho más fácil".
"Esta decisión debilita mucho la defensa de la vida; el aborto se justifica solamente en una declaración de que la mujer ha sido violada, sin necesidad de ver quién ha sido el violador, que acá parecería ser inocente", fundamentó Arancedo.
En diálogo con la prensa, el representante de la Iglesia señaló: "No estamos de acuerdo con este fallo, porque puede abrir una puerta al aborto, que nunca es una solución; no hay razones que acepten optar entre una vida y otra".
Sobre la explicación que le dio el presidente de la Corte, Arancedo contó que "ellos creen que con este fallo se responde a algunas necesidades. Pero el peligro es que no se parte del derecho a la vida, que es el primer derecho humano". "Esto, culturalmente, no nos hace bien", sentenció.
En la reunión, el representante del Episcopado escuchó los argumentos de la Justicia para emitir esta sentencia, pero le manifestó al titular de la Corte que, tras el fallo, "el aborto aparece mucho más fácil".
"Esta decisión debilita mucho la defensa de la vida; el aborto se justifica solamente en una declaración de que la mujer ha sido violada, sin necesidad de ver quién ha sido el violador, que acá parecería ser inocente", fundamentó Arancedo.
En diálogo con la prensa, el representante de la Iglesia señaló: "No estamos de acuerdo con este fallo, porque puede abrir una puerta al aborto, que nunca es una solución; no hay razones que acepten optar entre una vida y otra".
Sobre la explicación que le dio el presidente de la Corte, Arancedo contó que "ellos creen que con este fallo se responde a algunas necesidades. Pero el peligro es que no se parte del derecho a la vida, que es el primer derecho humano". "Esto, culturalmente, no nos hace bien", sentenció.
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