domingo, 11 de marzo de 2012

Atlético y Unión juegan este domingo en Rafaela

Será desde las 19,10 con el arbitraje de Sergio Pezotta. Kudelka aún no definió el equipo a la espera de la recuperación de Juan Pablo Avendaño. En Atlético, Carignano no podrá estar por una pequeña molestia en el isquiotibial de su pierna izquierda.

Las historias de Atlético y Unión son similares. Ascendieron con una campaña brillante —más todavía la de los rafaelinos—, tuvieron un momento importante en el Apertura, donde Atlético llegó a estar encaramado en los primeros lugares y Unión tuvo una racha interesante. Ambos llegaron, a tres o cuatro fechas del final, a lograr el objetivo de los 25 puntos que les permita conseguir una posición desahogada en la tabla de promedios. Y ambos también coincidieron en el momento del bajón por el cual todavía atraviesan y que los ha llevado, en el caso de Unión sobre todo, a habitar las posiciones de retaguardia en esa tabla. La diferencia de dos puntos que los separa marca a las claras todo esto que se acaba de decir, acentuado en el caso de Rafaela por las dos últimas derrotas consecutivas que se materializaron en los últimos segundos de los partidos ante All Boys y Olimpo, mientras que Unión pudo respirar con la remontada en el clásico que le permitió sumar un punto, pero que prolonga a ocho partidos la racha sin victorias.

Coinciden también los técnicos en el esquema. Mucho se habló en la semana de la posibilidad de que Kudelka juegue con tres atrás —como terminó el clásico—, pero la realidad indica que tanto Unión como Rafaela se pararán con un 4-4-2.

Unión no tendrá a un jugador fundamental en el funcionamiento del equipo como es Paulo Rosales, mientras que Rafaela no tendrá a otro hombre importante como es Iván Juárez. Hasta en eso coinciden, por más que Rosales implica para Unión más de lo que Juárez es para Rafaela. Pero nadie discute la trascendencia de estos jugadores y lo que puede llegar a extrañarlo Unión en una cancha chica y en la que es imprescindible contar con jugadores claros y precisos en el manejo de la pelota.

¿Jugará Avendaño?

Si algo hay que destacar del capitán de Unión, es que no se “borra” jamás y hasta pone en juego su integridad física pidiendo que no lo saquen. Pasó en el clásico y seguramente ocurre en estas horas, desembocando en la decisión de Kudelka de concentrarlo para este encuentro.

Si Avendaño viaja, es muy posible que juegue (tiene un fuerte esguince de rodilla). Y si Avendaño juega, el equipo mantendrá la línea de cuatro que viene manteniendo desde hace muchos partidos, más allá de que se comentó en la semana la alternativa de que se pare con línea de tres para sumar gente en ataque.

En el caso de que Avendaño no juegue, la alternativa que ha trabajado Kudelka en la semana fue la de “Tarrito” Pérez como marcador de punta y con Correa-Erramuspe como centrales. Lo de Pérez le daría al equipo la posibilidad de tener salida por el costado y más libertad para que Montero juegue unos metros más arriba teniendo en cuenta el manejo más depurado de la pelota que tiene “Tarrito” en comparación con Erramuspe, que es más firme y seguro en la marca.

La cancha condiciona

Es evidente que la cancha de Atlético de Rafaela no es lo mismo que la de Unión. Esos diez metros menos, aproximadamente, obligan a replantear una serie de cuestiones, a saber: mayor atención y concentración en las pelotas quietas y también en los rechazos defensivos, que a veces se transforman de inmediato en una jugada de ataque; y también en la necesidad de no equivocarse si es que se decide salir jugando por abajo desde el fondo.

Unión es un equipo que trabaja bien las pelotas quietas; éste puede ser un detalle que juegue a favor del equipo de Kudelka. También lo hace Atlético de Rafaela, quien luego de un pasaje muy eficaz de sus delanteros (Gandín y Federico González, que hoy está lesionado y le cede el lugar a Carignano), ahora atraviesa por un momento de dudas y de falta de eficacia.

Conociendo a los técnicos, uno se imagina un partido pensado, trabajado, luchado en la mitad de la cancha y cerrado. Si está bien, la presencia de Avendaño es clave para un Unión que ha recuperado gol (marcó dos en el clásico) pero que no tiene todavía el equilibrio suficiente para sumar de a tres. Ante Colón, el equipo no jugó bien en defensa durante el primer tiempo. Pero es la misma defensa que venía convirtiéndose sistemáticamente en la línea más sólida del equipo. Es de esperar que se vuelva a la firmeza en el fondo y que sigan llegando goles. Es la fórmula exacta para ganar partidos, algo que Unión necesita imperiosamente para que el transcurrir del torneo no empiece a transformarse en una carga para los tatengues.

3.000 tatengues habrá mañana en la Perla del Oeste. Al cierre de nuestra edición quedaban sólo algunas plateas para vender. Las generales se agotaron tanto en Santa Fe como en Rafaela.

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