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lunes, 12 de diciembre de 2011

ROSARIO/Empieza el juicio oral y público por la trágica balacera a micros de Newells

El hecho ocurrió el 4 de febrero de 2010 en la autopista a Buenos Aires, frente al barrio Las Flores. En el ataque murió un chico de 14 años. Al banquillo de los acusados van cuatro hombres.

Empieza el juicio oral y público por la trágica balacera a micros de Newells

Hoy, a casi dos años del crimen de Walter Cáceres, la conducta penal de los cuatro acusados por el crimen del chico de 14 años baleado en un ataque a tiros contra micros con hinchas de Newell's Old Boys que llegaban a Rosario por la autopista a Buenos Aires, frente al barrio Las Flores, comenzará a ser ventilada en un juicio oral y público. Entre los que responderán por el homicidio del adolescente, que ocurrió la madrugada del 4 de febrero del 2010, está Claudio Ariel Pájaro Cantero, uno de los hijos del apuntado como líder de la banda de Los Monos del barrio las Flores.
En principio estaba previsto que 68 testigos desfilaran ante el tribunal integrado por los jueces José Luis Mascali, Edgardo Fertitta y Julio César García, pero esa cantidad puede reducirse a partir de la decisión de la fiscal Ana Rabin (quien será secundada por su par Nora Marull) de no mandar a juicio a uno de los imputados, el policía Guillermo Aguilera, porque la evidencia en su contra no era abundante. "La defensa de Aguilera presentó trece testigos pero, como el derecho penal establece que las pruebas ofrecidas y aceptadas pertenecen a todas las partes, los actores deberán decidir si desisten de sus testimonios", explicó un vocero tribunalicio.
El juicio tendrá una duración estimada en diez días, según los voceros. Y en esas audiencias, que tendrán su punto de partida a las 8.30 de hoy, los miembros del Tribunal deberán resolver si algunos testigos declaran a puertas cerradas "para preservar sus dichos y no entorpercer el desarrollo del juicio", explicó la fuente consultada.
Las imputaciones. Tres de los cuatro acusados por el trágico episodio llegan a las audiencias con la misma imputación. Claudio Fernando El chino Fleitas, Claudio Ariel Pájaro Cantero y César Raúl Marchetti están imputados de ser coautores de homicidio calificado agravado por uso de arma de fuego en concurso real con los delitos de lesiones graves agravadas por uso de arma de fuego y en concurso ideal con el delito de daño agravado por uso de arma de fuego.
A su vez, Mariano Germán Salomón está acusado de ser partícipe secundario de homicidio calificado por uso de arma de fuego en concurso real con los delitos de lesiones graves agravadas por uso de arma de fuego y lesiones leves agravadas por uso de arma de fuego y en concurso ideal con el delito de daño agravado por uso de arma de fuego.
Por su parte, el policía Guillermo Dionisio Aguilera, quien tenía el mismo reproche penal, no se sentará en el banquillo de los acusados porque la fiscal del caso desistió de imputarlo a raíz de que las pruebas en su contra no le parecieron suficientes como para que le impongan condena. Por ese motivo, el juez de Sentencia José Mascali, que presidirá el tribunal oral, le dictó el sobreseimiento. Tampoco llegarán al juicio los hermanos Jonathan y Alejandro Cardozo —quienes estaban acusados por el delito de encubrimiento— ante la falta de elementos de prueba que permitan condenarlos.
Ataque a tiros. La madrugada del 4 de febrero de 2010 fue tempestuosa en Rosario. A las 3 de la mañana, una buena parte del convoy de micros que traía desde la Capital Federal a los hinchas rojinegros que habían viajado para presenciar un partido con Huracán, pasaban frente al barrio Las Flores, sobre la autopista. Entonces, desde atrás de los yuyales de la banquina este una tempestad de plomos calibre 9 milímetros los sorprendió e hizo blanco en dos de los colectivos y en algunos autos que los acompañaban.
Los balazos, según quedó acreditado en la pesquisa, iban dirigidos al líder de la barra brava leprosa, Diego Panadero Ochoa. Sin embargo, ese hombre una vez más salió indemne a los ataques perpetrados en su contra. Quienes llegaron a ser alcanzados por los proyectiles fueron dos hombres que sufrieron heridas leves: Diego Orlando Malkovich, de 28 años, y muerto en un presunto enfrentamiento con la policía ocurrido en Salta y Alvear ; y Carlos José Mulatori, de 42. Además, el chico Walter Cáceres, de 14 años, recibió tres tiros y murió al día siguiente en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez.
El ataque se le atribuyó a la banda de Los Monos, asentada en el barrio Las Flores y dedicada, entre otros trabajos, al tráfico de estupefacientes.
En un primer momento la causa recayó en la jueza de Instrucción Roxana Bernardelli, pero después fue girada al despacho de Raquel Cosgaya porque uno de los imputados tenía un expediente abierto en ese tribunal.
La clave para esclarecer el suceso fue un hecho fortuito. Una muchacha llegó ante la jueza Bernardelli y denunció a su pareja (El chino Fleitas) por violencia doméstica. Pero no sólo dijo eso. También añadió que el joven era vendedor de drogas y que su protector era El pájaro Cantero.
Además, la mujer contó que El chino pagaba un canon a la comisaría 11ª de modo regular para vender drogas sin obstáculos, lo que le costó el cargo al jefe de la seccional, Julio Brunelli, y a su secretario. Sin embargo, en el juzgado de Instrucción Nº6, a cargo de Raquel Cosgaya, se valoró que no había suficientes elementos de prueba para indagar al jefe policial. A su vez, la magistrada decidió enviar a los Tribunales federales la denuncia de la mujer acerca de la actividad ilegal del marido.
La chica dijo que había escuchado cómo su pareja hablaba por celular y organizaba la emboscada para asesinar al Panadero Ochoa. Ese testimonio vertebró la pesquisa de Cosgaya, para quien hubo un acuerdo con propósito homicida entre Ariel Cantero y Fleitas. El primero habría prometido 10 mil pesos al segundo para consumar el atentado.
Detenciones. El 8 de febrero del año pasado, cuatro días después del crimen del pibe Cáceres, fueron detenidos tres hermanastros de Fleitas: Pablo Aguilera, Emilio y Jonathan Cardozo. El primero recibió falta de mérito y los Cardozo fueron procesados por encubrimiento aunque después quedaron desligados de la causa. Un día más tarde cayó preso el cabo primero de la policía rosarina Guillermo Aguilera, tío de Fleitas, de 44 años. En su celular había fotos de El chino y Aguilera en la casa del uniformado y con varias armas. El 11 de febrero, en tanto, Fleitas se presentó en tribunales y quedó preso.
El peritaje de varios teléfonos móviles que se le incautaron nutrió la pesquisa. El 30 de marzo fueron detenidos en el barrio Las Flores Ariel Máximo Cantero y su hijo Claudio. El 19 de abril El pájaro recuperó la libertad y fue desligado del episodio. Pero tres meses después fue nuevamente apresado al encontrar la jueza Cosgaya nuevos elementos que lo comprometían con el suceso. A su vez, la magistrada procesó a Ariel Cantero por encubrimiento y la Sala Nº2 de la Cámara Penal ratificó el procesamiento pero aclaró que las pruebas eran mínimas para llevarlo al estrado.
En libertad
La última detención en el caso se produjo el 20 de septiembre de 2010 cuando Mariano Salomón, de 42 años, fue apresado por sus vínculos con los presuntos autores de la fatal emboscada. A principio de diciembre del año pasado lo procesaron como partícipe necesario, pero en mayo último fue excarcelado bajo la figura penal de la sustitución de la prisión preventiva y llegará al juicio en libertad.

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