El muchacho de 17 años llegó a Puerto San Martín en un barco procedente de África. Gabriela, cocinera del hotel en el que alojaron al chico, quiere incorporarlo a su familia.
LT10 |
La historia conecta a Nigeria con Puerto General San Martín, la localidad ubicada a pocos kilómetros de Rosario, en el ex cordón industrial y actual cordón sojero de la región. Bobby Akwaowo es un chico de 17 años que el 3 de septiembre pasado se subió a un barco de manera clandestina en su país, tratando de escapar de condiciones de vida muy precarias, como ocurre con miles de refugiados todos los días en todo el mundo.
Después de varios días, el chico fue descubierto y bajado a tierra. Aquí lo conoció Gabriela, una de las cocineras del hotel Almirante, que ahora pelea contra el tiempo para adoptarlo, ya que existe una inminente orden de deportación para el adolescente.
Gabriel, madre de dos hijos, está dispuesta a recibir al joven hasta poder adoptarlo de manera definitiva. En diálogo con LT10 comentó que ya envió los papeles para iniciar la adopción pero intenta evitar la deportación para que los tiempos jurídicos estén a su favor.
"No habla español", contó, "pero tampoco quise interactuar mucho con él para no generarle falsas expectativas por si no nos dan esta oportunidad. Es un chico que viajó mucho tiempo, necesita ayuda y nosotros se la podemos dar", dijo Gabriela.
Además, remarcó: "Estamos desesperados para que lo dejen acá, no tiene sentido que vuelva, a qué va a volver", se preguntó, y sostuvo que "cuando le llevo la comida me agradece pero mucho más no hemos hablado. Conversó con algunas de mis compañeras que hablan inglés. De todos modos, yo no quiero interactuar mucho porque se me nota la euforia y no quiero ponerlo a él más nervioso porque no se quiere ir".
Lo que estaba dispuesto antes del pedido de Gabriela es que el joven sea recogido en el hotel Almirante, donde pasó los últimso días, y llevado a Ezeiza para que un avión que lo devuelva a su país.
Después de varios días, el chico fue descubierto y bajado a tierra. Aquí lo conoció Gabriela, una de las cocineras del hotel Almirante, que ahora pelea contra el tiempo para adoptarlo, ya que existe una inminente orden de deportación para el adolescente.
Gabriel, madre de dos hijos, está dispuesta a recibir al joven hasta poder adoptarlo de manera definitiva. En diálogo con LT10 comentó que ya envió los papeles para iniciar la adopción pero intenta evitar la deportación para que los tiempos jurídicos estén a su favor.
"No habla español", contó, "pero tampoco quise interactuar mucho con él para no generarle falsas expectativas por si no nos dan esta oportunidad. Es un chico que viajó mucho tiempo, necesita ayuda y nosotros se la podemos dar", dijo Gabriela.
Además, remarcó: "Estamos desesperados para que lo dejen acá, no tiene sentido que vuelva, a qué va a volver", se preguntó, y sostuvo que "cuando le llevo la comida me agradece pero mucho más no hemos hablado. Conversó con algunas de mis compañeras que hablan inglés. De todos modos, yo no quiero interactuar mucho porque se me nota la euforia y no quiero ponerlo a él más nervioso porque no se quiere ir".
Lo que estaba dispuesto antes del pedido de Gabriela es que el joven sea recogido en el hotel Almirante, donde pasó los últimso días, y llevado a Ezeiza para que un avión que lo devuelva a su país.
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