La duda es saber cómo reacciona el equipo ante tres ausencias importantes Unión levanta la persiana y aspira a un salto de calidad

Se fueron Martínez, Malcorra y Riaño, piezas clave en la última campaña. La continuidad de muchos, empezando por el técnico, hace pensar que la idea es tratar de pelear por estar entre los diez primeros.

Foto: Mauricio Garín
Enrique Cruz (h)

El hincha de Unión hace cuentas. No porque esté apremiado ni exigido por el descenso —aunque no hay que dejar de recordar que son cuatro los que dejarán la categoría en mayo del año que viene—, sino porque la calidad de los que se fueron es difícilmente reemplazable. Con Malcorra y Riaño se fueron más de la mitad de los goles que marcó Unión en la última temporada. Y a ellos se suma Mauricio Martínez, jugador clave en el funcionamiento del equipo, tanto para contener como para jugar.

La idea táctica y estratégica del equipo no cambiará. La llegada de Leo Sánchez le dará firmeza a una defensa que también perdió un puntal como Santiago Zurbriggen. El 4-2-3-1 (con variantes que le dan alternativas), seguirá siendo el sistema “madre”. En el lugar de Malcorra aparece un paraguayo (Diego Godoy) que ha demostrado tener buen manejo de pelota, aunque quizás adolezca de la dinámica tan particular que le daba Malcorra. Y de esa cantidad impresionante de goles que le dio la posibilidad de convertirse en el delantero más eficaz del fútbol argentino. Y después está lo de Anselmo, con la misma exigencia que tuvo Riaño el año pasado cuando llegó a Unión para suplantar a Triverio; a Riaño le costó medio año afianzarse y consolidarse, hasta que redondeó un muy buen torneo (el de la primera mitad de este 2016) que lo convirtió en una de las figuras del equipo.

Unión se instaló entre los equipos de mitad de tabla desde que ascendió a Primera; no está mal como primer objetivo de buscar la tan ansiada consolidación y evitar el sube y baja al que se vio condenado en los últimos tiempos. El raro torneo de 30 equipos, en el que sólo se juega dos veces con el clásico rival, le ofrece la chance de aspirar a estar entre los 9 primeros y, con ello, asegurarse al menos un lugar en la copa Sudamericana. No es un mal objetivo para este Unión que quiere crecer y afianzarse como primera medida.

Tener un club normal, sin sobresaltos económicos y con una continuidad en lo que se refiere a la conducción futbolística, es también un objetivo que puede ayudar a que los resultados deportivos lleguen y tiñan de éxito una campaña. Spahn y Madelón, como principales conductores, lo saben. Y hay algunas cuestiones sobre las que se debe insistir, como por ejemplo, el tema de la promoción de jugadores. Martínez y Brítez en su momento, Mauro y Bruno Pittón ahora, más Andereggen y alguno que puede explotar en este torneo, tienen que ser los nombres y apellidos a tener en cuenta a la hora de elaborar el proyecto deportivo que sustente el futuro.

Por lo pronto, un buen arranque sería tremendamente importante. Hay dos partidos como local que, en los papeles previos, resultan “accesibles” para conseguir buenos resultados. Olimpo cambió muchísimo su plantel (han superado los 15 refuerzos), viene de ser eliminado de la Copa Argentina y si bien ningún equipo se puede subestimar, daría la impresión de que todavía le puede faltar rodaje y conocimiento. Después llegará el turno de Aldosivi, aunque antes habrá que volver a pensar en la Copa Argentina porque estará el choque con Estudiantes en el pequeño receso de las Eliminatorias. Pero esto último es parte del futuro al que habrá que atender, una vez que se supere el primer escollo, el de mañana y ante su gente.