La propietaria de la planta nuclear japonesa de Fukushima admitió por primera vez que el muro helado subterráneo que se levantó alrededor de sus reactores para evitar que ingrese agua a su interior, no podrá bloquear el 100% del líquido que luego se filtra contaminado al Océano Pacífico.
Télam |
Tokyo Electric Power (TEPCO) reconoció en un comunicado difundido hoy que “el objetivo al construir el muro congelado es reducir el flujo de agua que penetra en el sótano de los edificios" de los reactores, pero no impedirá su completa entrada.
En una reunión celebrada el pasado 19 de julio entre la empresa y la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA), TEPCO admitió que entre mayo y junio solo había conseguido reducir en unas 30 toneladas adicionales el volumen diario de agua que penetra en los reactores procedente de los acuíferos naturales, por lo que se calcula que unas 80 toneladas podrían seguir filtrándose dentro todos los días.
El muro tiene como meta aislar el subsuelo alrededor de los cuatro reactores afectados por el terremoto y tsunami de 2011 para evitar así que penetre en ellos el flujo de los acuíferos naturales y se produzcan luego vertidos contaminantes al mar.
Es que estas aguas subterráneas se mezclan en los sótanos con el refrigerante radiactivo y por efecto del rebalsamiento se filtran después al océano Pacífico, precisó la agencia EFE.
Para construir el muro se instalaron en la tierra, en torno a los cuatro reactores, más de 1.500 tuberías hasta una profundidad de unos 30-35 metros.
A través de estas tuberías se inyecta una solución salina a una temperatura de menos 30 grados que congela la tierra en contacto con las canalizaciones y crea así una barrera helada.
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