Foto: Archivo El Litoral
Juliano Salierno
jsalierno@ellitoral.com
Un hombre de 28 años que fue arrestado el miércoles en una persecución policial en el barrio Yapeyú, fue acusado esta mañana por “tenencia indebida de arma de fuego de guerra” y “atentado y resistencia a la autoridad” y la fiscalía adelantó que pedirá la prisión preventiva. Además, se le atribuyeron otros dos hechos ocurridos este año, por los cuales recuperó la libertad, pero todavía no había sido imputado.
Álvaro Adán Peralta (28) fue arrestado el 20 de julio a las 17.30, cuando junto con Josue Alexander López (22) y Pablo Ezequiel Zeballos (22), escapaban de una patrulla de la Guardia de Infantería por avenida Teniente Loza al 6300, una de las arterias principales del barrio Yapeyú.
Según lo indicado por el acta policial, aportada por la fiscal Yanina Tolosa en la audiencia imputativa de hoy, los tres huían en un auto Peugeot 207 Compaq XS 1.4 color gris, patente JYI-710. El vehículo era conducido por Peralta, mientras que López iba de acompañante y Zeballos se encontraba en la parte de atrás.
Dos liberados
De los tres, el que recibió la imputación más leve fue Zeballos, a quien le fue atribuido sólo el delito de “resistencia a la autoridad”. López en cambio fue acusado de haber apuntado con un arma de fuego a la patrulla que los seguía, sin efectuar disparos, por lo que le imputaron “atentado y resistencia a la autoridad”.
En ambos casos, la fiscal Tolosa adelantó que no iba a pedir la continuidad de la medida cautelar y la jueza de la Investigación Penal Preparatoria, Sandra Valenti, les concedió la libertad en el mismo acto.
Diferente fue el caso de Peralta, que está acusado de haber apuntado al personal policial con una pistola 9 mm. Hi Power de la que luego se descartó cuando intentaba huir a la carrera. Los cargos fueron por “tenencia indebida de arma de guerra” y “atentado y resistencia a la autoridad”.
Si bien no tiene antecedentes condenatorios, Peralta cuenta con otros dos legajos judiciales abiertos durante 2016, por los que llamativamente no había sido siquiera imputado y se le concedió la libertad en ambos casos.
El lunes audiencia
El 29 de abril, fue alcanzado en Camino Viejo a Esperanza y Hugo Wast -zona norte- con un revólver calibre 38 largo sin numeración ni marca en la cintura, por lo que se le atribuyó el delito de “tenencia indebida de arma de fuego de guerra”. En esa oportunidad, estaba acompañado por otro sujeto, al cual también le fue secuestrada un arma.
El 2 de julio fue apresado en Teniente Loza y Lucio Mansilla con una pistola calibre 22 largo, cargado con 3 cartuchos. En esa oportunidad, se lo acusó también de haber ofrecido una coima a los policías, por lo que se le atribuyó “tenencia indebida de arma de fuego de uso civil” y “tentativa de cohecho”.
Por estos dos hechos previos, la fiscal Tolosa formuló imputación esta mañana y pidió que se fije audiencia para el tratamiento de la medida cautelar, que por pedido del abogado particular Dionisio Ayala, se programó para el lunes 25 de julio a las 8.30 en el subsuelo de tribunales.
El dato
Fastidio en Seguridad.
La detención de Peralta hubiese pasado inadvertida esta semana, de no ser por el fastidio que produjo el caso en el seno del Ministerio de Seguridad de la provincia. Si bien esta vez no fue a través de declaraciones públicas de funcionarios de primera línea, los antecedentes del caso llegaron a oídos de los medios de prensa que se hicieron eco. Sabida es la postura del ministro Maximiliano Pullaro, y su mirada crítica para con el sistema de Justicia, cuando a tres meses de asumir declaró que “hay un acompañamiento parcial de los jueces”; con la diferencia que en esta ocasión, la responsabilidad pasa exclusivamente por los fiscales del Ministerio Público de la Acusación.
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